Montellano, un desconocido tesoro camino de la sierra de Cádiz

La localidad presenta sus credenciales desde la distancia. Si circulamos por la carretera A-375, una vía con un bonito paisaje que nos dirige desde Sevilla hacia los pueblos de la sierra de Cádiz y que tiene como destino final la emblemática ciudad de Ronda, la silueta inconfundible de la sierra de San Pablo aparece ante nosotros desde kilómetros de distancia, convirtiéndose en una opción realmente sugerente. La curiosidad de los viajeros que decidan detener su periplo y adentrarse en esta localidad tendrá como premio una excursión que disfrutarán al máximo y que nunca olvidarán . Si algo tiene Montellano es que el que prueba sus encantos en alguna ocasión, lo más normal es que repita.

Esa masa arbórea, compuesta principalmente por pinos, que se divisa desde la distancia y que aparece como un agradable contrapunto a la aridez de la campiña sevillana, donde destacan pueblos como Utrera, Los Molares y El Coronil, es la sierra de San Pablo. Se trata de un entorno natural ideal para la práctica de deportes como el senderismo, la bicicleta de montaña , los vuelos en parapante, el atletismo o simplemente para disfrutar de un rato de descanso rodeado de frondosos árboles.

La sierra de San Pablo es un lugar bastante desconocido, pero que todos los habitantes de Montellano y del resto de localidades del entorno conocen y disfrutan a lo largo de todo el año. Cuenta además con una bien equipada área recreativa en la que -con todo el cuidado que requieren estos parajes naturales-, es posible disfrutar de agradables barbacoas . Es un lugar emblemático, donde cada 17 de mayo el pueblo de Montellano celebra su romería en honor a San Isidro Labrador.

Nos encontramos en un paraje natural muy especial, que aparece como una de las primeras estribaciones de la cercana Sierra de Grazalema, la cual es posible divisar perfectamente desde muchos puntos de este rincón. Estamos a una altitud cercana a los 550 metro s , por lo que la vegetación es frondosa, destacando el pino carrasco, el pino piñonero, acebuches, algarrobos y encinas. Hay que detenerse para aspirar los aromas de las numerosas plantas arómaticas que pueblan la zona, entre las que destacan el tomillo, el romero o la mejorana.

La Sierra de San Pablo, que cuenta con una extensión de 350 hectáreas, aparece como un refugio perfecto para muchas especies animales de la zona, ya que es la principal masa forestal en muchos kilómetros a la redonda. Así, es posible toparse con pequeños roedores, zorros , algunas especies de reptiles, lagartos y numerosas aves rapaces.

Estamos en la zona sur de la provincia de Sevilla, prácticamente lindando con la provincia de Cádiz y desde la parte superior de la sierra, que se encuentra a muy pocos kilómetros del casco urbano de Montellano y a la que se puede subir en coche, las vistas son privilegiadas, tanto hacia la zona de Cádiz como a la de Sevilla. Especialmente recomendables es el mirador del Pancorbo , desde el que si el día es los suficientemente claro, se puede admirar la ciudad de Sevilla, la sierra de Morón e incluso las montañas que componen la Sierra Sur.

Los amantes del senderismo podrán realizar por la zona bonitas caminatas, como la ruta de los Miradores, la que lleva al castillo de Cote o la cañada del Tesorillo. Un caminar que se verá salpicado por los numerosos ciclistas que entrenan y disfrutan por toda esta zona, ya que desde Montellano existen diferentes subidas para disfrutar de los grandes desniveles que propone la zona , por lo que atrae a amantes de las dos ruedas procedentes de todos los rincones.

La sorpresa más agradable que esconde el término municipal de Montellano es sin lugar a dudas el espectacular Castillo de Cote , que se encuentra a unos 3.5 kilómetros del casco urbano, junto a la sierra de San Pablo y muy cerca de la carretera A-8127 que se dirige serpenteando hacia Coripe.

Desde un imponente promontorio, a 526 metros de altitud, esta fortaleza domina el panorama de toda el área, siendo uno de los puntos más importantes del conjunto de fortificaciones que se denominó como 'la banda morisca' y que servía para defender un territorio de frontera en el que eran muy comunes los conflictos entre los ejércitos cristianos y musulmanes. Toda la comarca está llena de estas construcciones defensivas , entre las que destacan también las torres del Águila, de Lopera, del Bollo y el Castillo de las Aguzaderas.

Los especialistas han datado este castillo en pleno siglo XIII y sus características arquitectónicas lo hacen único, existiendo sólo dos similares, uno en Francia y otro en Inglaterra. Todo aquel que transite por estas tierras tiene que cumplir con el rito que supone ver de cerca esta auténtica maravilla arquitectónica que desde hace más de siete siglos actúan como silencioso guardián de este bello rincón sevillana y cuya silueta se ha convertido en un auténtico símbolo para todos los habitantes de Montellano.

El día de campo ha sido fantástico, hemos disfrutado de la singular Sierra de San Pablo, de sus aromas y de la historia única del Castillo de Cote, por lo que ahora llega el momento de bajar al pueblo para seguir paseando y descubrir algunos de los tesoros que Montellano tiene todavía para ofrecernos.

Nuestros pasos nos deben de llevar a la parroquia de Nuestro Señor San José, un monumento datado en el año 1749 , realizado por el arquitecto y maestro del arzobispado de Sevilla, Diego Antonio Díez y que se ejecutó sobre los cimientos de una ermita que se asentaba en este mismo lugar anteriormente.

Una visita que debe de continuar en uno de los lugares más conocidos de Montellano, como es la Casa de Ancianos, un precioso edificio que comenzó su construcción en la emblemática fecha de 1929. La obra, que fue encargada por la familia Ruiz Ramos, cuenta con el diseño inconfundible del gran arquitecto Vicente Traver, responsable de la creación de edificios tan importantes y emblemáticos como el Teatro Lope de Vega o el Banco Central de Sevilla . Un lugar con mucho encanto, y en cuyos jardines se respira una paz única.

Y en este propuesta no puede faltar un monumento singular como es la Fuente y el Lavadero, un lugar en el que es posible imaginar como era la vida de los habitantes de Montellano a finales del siglo XIX. Diseñado por el arquitecto sevillano Juan Talavera, se terminó en 1879 y durante mucho tiempo fue el principal depósito donde se recibía el agua de la sierra que servía para el abastecimiento del pueblo. Además cuenta con el encanto añadido de ser hasta mediados del siglo XX un lugar muy popular en el que se reunían los vecinos.

Abrigada bajo la ladera del monte San Pablo se encuentra la plácida y agradable localidad de Montellano, un destino en el que después de caminar por sus campos y sus calles, tendremos que buscar el premio que supone su rica gastronomía articulada por productos de la zona. La visita no puede terminar por tanto sin degustar el espléndido aceite de oliva que se elabora en la zona, el pan artesano o las chacinas y embutidos, especialmente la morcilla de asadura . Cualquiera de los establecimientos hosteleros que vamos a encontrar en sus calles será una buena opción para reponer fuerzas, aunque sí es cierto que uno de los lugares más emblemáticos se encuentra fuera del casco urbano. Es el caso de la Venta El Potaje, ubicada en la carretera que une esta localidad con el municipio de Coripe.

Montellano cuenta con el encanto de lo inesperado, con los atractivos de la autenticidad, y es en definitiva un lugar que conquistará a todos aquellos que acudan buscando tranquilidad , naturaleza, paz y buena gastronomía. Ya verán como repiten...