Turismo activo
Ruta en paddle surf por el Salto de la Mora de Málaga
La actividad es apta para todas las edades y permite contemplar una de las torres vigía del litoral y las aguas cristalinas de Casares
Pablo Marinetto
Basta con pisar cualquier playa de la costa andaluza para comprobar que el paddle surf se ha convertido en el deporte de moda. Se le conoce también como surf de remo o surf de pala y, etimológicamente, proviene de la expresión hawaiana «Ku Hoe ... He'e Nalu», que significa ponerse de pie, remar o palear, navegar sobre una ola.
El litoral provincia de Málaga encierra innumerables rincones en los que practicar esta actividad, que consiste en deslizarse sobre el agua con una tabla de surf, con la utilización de una pala como medio de desplazamiento mientras se permanece de pie.
Es el deporte acuático que ha ganado más popularidad en los últimos años, ya que es apto para todas las edades y se puede practicar en el mar, en lagos, embalses y ríos. Entre sus beneficios se encuentran la tonificación y estimulación del tren superior e inferior, la mejora de reflejos, favorece la recuperación tras lesiones, un alto consumo calórico o el aumento de la capacidad aeróbica y la resistencia muscular.
Una parada obligada para practicar paddle surf en la Costa del Sol lo encontramos en el litoral de Casares. La empresa Chill The Wave organiza una ruta que parte desde Playa Chica en dirección a Estepona.
Entre los principales atractivos de este enclave está las torres almenaras que se levantan como un hito durante la travesía, como es el caso de la Torre de la Sal o Torre del Salto de la Mora. Se tiene constancia de su existencia al menos desde el siglo XVI, cuando ya aparece integrada en el sistema oficial de torres de la marina.
La torre es una obra islámica y más concretamente, por su tipología, de la etapa nazarí. Sus peculiaridades y la necesidad de su preservación hacen que esté incluida dentro del Proyecto de Restauración de las Torres Vigía Históricas de la Provincia de Málaga.
Además de estos vestigios patrimoniales, durante la excursión -de dificultad baja y apta para todos los públicos-, se puede disfrutar de aguas cristalinas con fondos tanto rocosos como de arena, una gran variedad de fauna marina y del avistamiento de aves, al ser una zona protegida de gran interés ornitológico.
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