La ruta motera que puedes hacer en Huelva y que atraviesa dos aguas de colores distintos

Cada año son muchos los motoristas que llegan a los diferentes enclaves de la provincia de Huelva para disfrutar de su afición favorita, para perderse por sus interminables carreteras y disfrutar así de la sierra, de pueblos únicos y de un turismo rural que guarda espectaculares sorpresas. Huelva es por tanto una provincia muy querida y apreciada por aquellos que hacen turismo sobre su motocicleta cada fin de semana.

La sierra de Aracena es el principal foco de atracción para muchos de los turistas que llegan a la sierra de Huelva con el objetivo de disfrutar de experiencias inolvidables, ya que se trata de una comarca que cuenta con unas carreteras perfectas para la práctica de este turismo. Pueblos como Higuera de la Sierra, Cortegana, Galaroza, Alájar, Linares de la Sierra o El Castaño de El Robledo, cuentan en sus términos municipales con increíbles carreteras, plagadas de curvas y de preciosos paisajes, que son muy apreciadas por los motoristas de todas las latitudes geográficas.

Pero además de la sierra, hay otros lugares de la provincia que son ideales para la planificación de este tipo de rutas, que ofrecen al visitante unas panorámicas únicas, hasta el punto de pensar incluso que nos encontramos ante otro mundo, en otro planeta o ante otro universo. La propuesta es original y a buen seguro que va a hacer las delicias de los paladares más exigentes.

Se trata de una ruta motera a través de la carretera A-461, que tiene como destino la localidad de Campofrío, y más adelante discurre hacia tierras extremeñas, pero que antes discurre por unos espectaculares parajes, en los que es posible contemplar las diferentes tonalidades de aguas de un curioso embalse que se encuentra en esta zona. Un área que está completamente determinada por la cercanía con las minas de Río Tinto, donde es posible contemplar paisajes que parecen extraídos de una novela de ciencia ficción.

Esta carretera cuenta con la particularidad de atravesar dos embalses completamente diferentes, a un lado las aguas rojizas características de las minas y otro embalse de agua natural. Colores que el conductor puede ir disfrutando alternativamente en esta apasionante ruta que atraviesa el conocido como embalse de Gossan-Cobre. Los dos embalses están separados únicamente por esta carretera que cuenta con unas preciosas panorámicas. Un lugar en el que es muy fácil sentirse en otro mundo.

Este embalse de Gossan-Cobre se ha encargado de recoger durante muchas décadas los residuos del complejo industrial de las célebres minas de Río Tinto. Una zona privilegiada para los amantes de los paisajes más extremos, que además no está tan masificada como otras zonas de la provincia de Huelva y que es perfecta para planificar una ruta con tranquilidad y disfrutar de imágenes únicas.

Una ruta sorprendente para hacerla tanto en motocicleta como en coche y disfrutar de una de las comarcas más curiosas de toda España.