La ruta del río Chíllar, una maravilla natural a dos pasos de las playas de Nerja

En este caso nos referimos a una actividad que combina de manera magistral el senderismo con el agua, y que por sus características se puede asemejar a otras conocidas rutas que existen en Andalucía, como pueden ser la Garganta Verde o la ruta del arroyo Bocaleones, ambas en la Sierra de Grazalema (Cádiz). La ruta de los Cahorros es única en belleza, discurriendo en todo momento por uno de los parajes naturales más bonitos de toda Andalucía.

Y es que nos situamos en un río que cuenta con unas características muy especiales, que discurre por la parte oriental de la provincia de Málaga, concretamente a través de los términos municipales de Cómpeta, Frigiliana y Nerja. Su nacimiento se localiza a más de 1.200 metros de altitud, en el parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, proporcionando un paisaje de un profundo interés, moldeando un espectacular desfiladero.

Una de las características más curiosas de este río es que sólo tiene 17 kilómetros de longitud, en los que pasa de una manera abrupta de su nacimiento a su desembocadura en el mar Mediterráneo, por lo que protagoniza desniveles impresionantes. No en vano, el desnivel medio del río es del 7,3%, y cuenta con la particularidad de contar con un caudal muy regular, al que no suele afectarle los periodos de sequía con los que habitualmente tienen que lidiar la gran parte de los espacios acuáticos de Andalucía.

Por todo ello, el entorno que ha moldeado este río a lo largo de siglos y siglos, se convierte en un lugar ideal para disfrutar de una ruta de senderismo acuático que se va a convertir en una actividad realmente inolvidable. En cualquier caso se trata de una ruta que si la queremos emprender hay que tener en cuenta una serie de consideraciones, ya que cuenta con nivel medio y diversas peculiaridades para la que hay que estar preparados. Un camino que discurre en todo momento entre agua, árboles, vegetación y un entorno natural realmente privilegiado.

Para situarnos en la posición de salida, lo mejor es aparcar en los espacios habilitados para ello por el propio Ayuntamiento de Nerja en la zona donde habitualmente se instala el mercadillo en esta popular localidad malagueña. Después de este momento sólo nos queda prepararnos para lo que hay por delante, que van a ser muchas horas de disfrute en la naturaleza.

El primer dato que hay que tener en cuenta es que la ruta más clásica, la que llega hasta el conocido como 'Vado de los Patos', tiene una distancia de ida de ocho kilómetros, por lo que si queremos hacerlo entero, la duración estimada puede ser de unas siete u ocho horas. De esta manera hay que calcular bien los tiempos, primero para eludir las horas de más calor si hacemos la ruta en verano y también para evitar que nos sorprenda la noche en plena aventura.

El sendero que nos va a llevar a conocer esta zona de la provincia de Málaga no plantea excesivas dificultades, pero sí es importante resaltar que en muchos tramos de la ruta vamos a caminar por el propio cauce del río, donde el agua nos llegará como mínimo hasta los tobillos, por lo que nuestro paso será más lento de lo habitual. Como recompensa, disfrutaremos de un magnífico frescor y caminaremos entre paredes dolomíticas impresionantes.

Para aquellos que no estén muy acostumbrados a realizar este tipo de rutas o acudan con niños, la mejor opción es realizar un recorrido algo más corto, que tiene cinco kilómetros de ida y cinco kilómetros de vuelta, que llega a una poza y a los famosos cahorros, que son una sucesión de tres grietas por las que cruza el río a través de la montaña, en una especie de desfiladero que si miramos hacia arriba encontraremos alturas de hasta 20 metros. Hasta este punto la ruta no plantea prácticamente dificultades, por lo que será una excursión memorable y podremos bañarnos tranquilamente en una poza que tiene habitualmente medio metro de agua aproximadamente. Si queremos llegar hasta el 'Vado de los Patos', que es la poza más emblemática del recorrido, es importante conocer que se encuentra todavía a unos kilómetros de distancia.

Un sendero que se puede realizar durante todo el año, pero cuya mejor época es sin lugar a dudas de marzo hasta octubre, ya que las altas temperaturas invitan a buscar el frescor que proporciona el agua y además el río tiene un caudal más adecuado para poder llevar a cabo una actividad de esta índole.

A la hora de emprender esta ruta hay que tener en cuenta en todo momento que se trata de una ruta acuática, por lo que todo lo que llevemos debe de estar preparado para mojarse. Así, lo primero es elegir un buen calzado, descartando las botas de montaña y las chanclas. Así, es importante también proteger nuestros teléfonos móviles y mochilas. La ruta discurre en algunos momentos por espacios abiertos, por lo que no podemos olvidarnos del uso de una gorra y de crema para protegernos del sol. Igualmente, tendremos que llevar nuestra propia comida y bebida, ya que no encontraremos ningún establecimiento en toda la ruta.

El esfuerzo que supone recorrer este sendero acuático encontrará una recompensa única, ya que vamos a transitar por algunos de los paisajes más espectaculares de toda España, viviendo una experiencia difícil de olvidar. Y si al terminar nos quedan todavía ganas, no podemos dejar pasar la oportunidad, ya que estamos en Nerja, un lugar muy especial, con bonitas playas y preciosos rincones.