Recibe el año nuevo con un baño en el mar en la playa de San Cristóbal de Almuñécar
Los nórdicos, visibles en la costa granadina desde los años sesenta, iniciaron la tradición hace dos décadas y cada vez tiene más adeptos, incluso españoles
El ayuntamiento de la localidad granadina ya ve la costumbre como un aliciente turístico más y como una llamada a que lleguen escandinavos todo el año
Barcelona inaugura el año con el tradicional chapuzón en la playa de Sant Sebastiá
El ya tradicional baño del 1 de enero en Almuñécar lo secundaron más de cien personas
Los nórdicos son parte del paisaje de la costa granadina desde los años sesenta. En efecto, «las suecas» con las que trataba de relacionarse el gran José Luis López Vázquez en la película 'El turismo es un gran invento' ya estaban allí por ... entonces. En Almuñécar, sobre todo, hay una importante colonia de suecos, daneses, noruegos y finlandeses, que también abundan en puntos de la cercana Costa del Sol como Fuengirola.
Son sobre todo personas mayores. Algunos viven todo el año y otros pasan la temporada invernal. En sus países esos meses están casi siempre a oscuras y bajo cero, así que el clima moderado de la Costa Tropical es para ellos una bendición. Por eso no es extraño verlos en camiseta en pleno diciembre... ni tampoco dándose un chapuzón.
Hace veinte años, unos suecos jubilados que habían llegado a Almuñécar para pasar dos semanas en viaje organizado tuvieron la ocurrencia de aprovechar el 1 de enero para, a eso de las diez de la mañana, cuando casi el resto de la población estaba durmiendo, encajarse en la playa de San Cristóbal y, tocados con gorritos navideños, darse el primer baño anual.
Cuentan que no fueron más de doce, pero la voz se corrió y lo que en principio fue un acto espontáneo fue ganando adeptos. Ahora es una tradición más y no corre peligro de perderse, si se tiene en cuenta que en 2023 fueron más de cien los que empezaron el año metiéndose en el agua.
Unos adeptos internacionales
Fuentes del Ayuntamiento de Almuñécar precisan que a estas alturas ya no cabe hablar de un fenómeno sólo de nórdicos. «Al principio sí, pero ya se han sumado extranjeros de otras nacionalidades y también españoles«. Estos últimos tienen un espejo en el que mirarse: en Barcelona también existe esa costumbre.
Para el consistorio, la tradición no sólo constituye a estas alturas un elemento de promoción turística más para el municipio, sino también «una herramienta para romper la estacionalidad en relación con el mercado nórdico e intentar que no sólo vengan turistas de allí para determinadas temporadas, sino en cualquier época del año«.
Está claro que los escandinavos le han cogido el gusto a la cosa. Ahora ya no sólo organizan el baño del 1 de enero -en la inminente edición será fácil empezar a ver gente en San Cristóbal a partir de las diez de la mañana- sino que, a través de la asociación Los Nórdicos Almuñécar, también montan otras reuniones familiares. Sin ir muy lejos, el 25 de diciembre, se bañaron en San Cristóbal y también en la playa Puerta del Mar.
La verdad es que para ellos es un juego de niños. El 1 de enero de 2023 hubo en la costa granadina 20 grados, y dentro del agua 16. Para gente que está hecha a meterse en las heladas aguas bálticas en pleno invierno -como complemento a saunas achicharrantes, todo hay que decirlo- esa temperatura es gloria bendita.
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