12 pueblos de Andalucía, entre los 100 más bonitos de España según National Geographic: ¿cuáles son?

Desde la mágica Vejer de la Frontera en Cádiz hasta la pintoresca Zuheros en Córdoba, estos pueblos guardan secretos que merecen ser explorados y admirados. Desde ABC te proponemos un viaje por estos destinos únicos, donde el patrimonio, la arquitectura y la relación con el entorno se entrelazan en un encanto incomparable.

Comenzamos nuestro viaje en Vejer de la Frontera, un tesoro blanco que se alza en la provincia de Cádiz. National Geographic lo destaca como uno de los «pueblos blancos» más bellos de Andalucía. El casco antiguo de Vejer, con sus calles laberínticas, fachadas encaladas y azulejos de estilo nazarí, nos transporta a un tiempo pasado. Durante más de cinco siglos, este lugar fue dominio musulmán, lo que se refleja en su entramado de calles al estilo de una medina. El casco antiguo, amurallado y enclavado a 200 metros de altura, es un Conjunto Histórico-Artístico donde cada rincón luce su maceta con orgullo. Desde el Mirador de la Cobijada, se obtiene una de las mejores panorámicas del pueblo, con el Castillo como guardián de la silueta del lugar.

Nuestro siguiente destino, Olvera, también se encuentra en la provincia de Cádiz y se caracteriza por su monumental castillo y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Estas estructuras dominan la ciudad a 640 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo vistas espectaculares de la Sierra de Cádiz. El barrio de la Villa, con sus calles laberínticas y lienzos de muralla, es un recordatorio de su pasado andalusí. La plaza del Ayuntamiento es otro de los lugares que tampoco debes perderte. En Olvera, la belleza natural se combina con la rica historia de la región para crear un destino verdaderamente único.

Zahara de la Sierra, otra joya de la provincia de Cádiz, se presenta como un lienzo impresionista en el embalse Zahara-El Gastor. Sus casas blancas se alzan en las laderas de la Sierra del Jaral, creando una imagen inolvidable. La torre del Homenaje y algunos tramos de muralla recuerdan el pasado de fortaleza nazarí. La iglesia de Santa María de la Mesa, el Ayuntamiento y la Torre del Reloj son solo algunos de los lugares de interés que encontrarás en este pueblo mágico. Con sus calles empedradas y terrazas de bares con vista a la naturaleza, Zahara de la Sierra es un destino que te sumerge en la belleza de la región.

Setenil de las Bodegas, en la provincia de Cádiz, es un lugar donde la geología y la arquitectura se entrelazan de manera única. Las casas se encuentran tanto encima como debajo de las rocas, creando un paisaje surrealista. El río Guadalporcún ha dejado su huella en este pueblo, donde en el pasado, el río mismo era la calle principal. La calle Cuevas del Sol, que alberga casas bajo las rocas, es uno de los lugares más fotografiados de Setenil. El pueblo cuenta con una fortaleza medieval del siglo XII y una arquitectura que se mezcla con las estructuras de las rocas. Setenil de las Bodegas es un destino que te transportará a un mundo de ensueño.

Nos dirigimos a la provincia de Málaga para descubrir Frigiliana, un lugar bañado por la luz radiante de La Axarquía. Las calles de Frigiliana están adornadas con paredes encaladas y tiestos de flores. El Barribarto, el núcleo antiguo del pueblo, te invita a pasear por sus calles empedradas y descubrir escalinatas, pasadizos y patios escondidos. La iglesia de San Antonio, con su campanario que solía ser un alminar de una mezquita, es un lugar de interés destacado. Frigiliana combina la herencia árabe y la arquitectura típica andaluza en un ambiente lleno de encanto y luz.

Casares, en la provincia de Málaga, es la cuna del andalucismo y un lugar con un encanto especial. El pueblo se alza en una colina y se caracteriza por su laberinto de calles estrechas y serpenteantes. Desde el castillo de Casares, que se construyó en el siglo XIII como bastión defensivo del reino nazarí, se obtienen vistas espectaculares. La iglesia de la Encarnación, el templo de San Sebastián y la pintoresca ermita de Veracruz son solo algunos de los tesoros que encontrarás en Casares. Los miradores ofrecen panorámicas de casas blancas como terrones de azúcar apilados en un paisaje único.

Viajamos al norte de Huelva para descubrir Aracena, la capital de la comarca homónima. Este pueblo se encuentra en un entorno donde las encinas, alcornoques, robles y castaños crean un paisaje impresionante. Desde el castillo templario de Aracena, se pueden contemplar los pueblos a lo lejos, entre altozanos, dehesas y praderas. La Gruta de las Maravillas, ubicada en el monte donde se alza el castillo, es una cueva que sorprende por su belleza. En el pueblo, encontrarás la iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor y varias ermitas mudéjares. La plaza Mayor alberga edificios decimonónicos, como el Casino de Arias Montano. Aracena es un lugar donde la historia se entrelaza con la naturaleza en un paisaje único.

Guadix, en la provincia de Granada, es un lugar sorprendente, a tan solo 40 kilómetros de la ciudad de Granada. Aquí, encontrarás la mayor concentración de viviendas trogloditas habitadas en Europa. Más de dos mil casas-cueva albergan a la mitad de la población. Desde el mirador Padre Poveda, se puede admirar un paisaje de casas con puertas y chimeneas encaladas, donde no existen ventanas. La Cueva-museo del Centro de Interpretación de Guadix es una experiencia única que te sumergirá en la vida de las familias que habitaron estas cuevas en el pasado. Guadix también cuenta con una Alcazaba del siglo XI, la Catedral y casas señoriales que hacen de este pueblo un destino inolvidable.

Montefrío, en la provincia de Granada, es un lugar donde los barrancos y arroyos esculpen el paisaje como un bajorrelieve natural. En el centro de este nudo fluvial se encuentra la peña que Abú Abdalá Yusuff coronó con una alcazaba nazarí en el siglo XIV. Las vistas desde los cinco miradores que rodean Montefrío son impresionantes, con el castillo de la Yedra y las casas blancas como protagonistas. La iglesia de la Encarnación, construida en el siglo XVIII, sorprende con su planta redonda y cúpula imponente. Montefrío es un lugar donde la historia y la belleza natural se combinan de manera única.

Pampaneira, en pleno corazón de las Alpujarras y en la provincia de Granada, es un pueblo que dibuja una postal de casas blancas con terrazos grises, chimeneas de sombrilla y balcones floreados. Sus calles estrechas y serpenteantes cuentan la historia de la época musulmana, que dejó una profunda influencia en la arquitectura y la cultura de la región. Pampaneira es un lugar donde los bancales de cultivos de patatas y viñedos se entrelazan con frutales, nogales y castaños que tapizan las laderas del barranco. El pueblo se aferra a su herencia y tradiciones, ofreciendo a los visitantes una experiencia única.

Cazorla, en la provincia de Jaén, es un lugar que ha prestado su nombre al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Desde el Balcón de Zabaleta, el pueblo se transforma en una postal perfecta, con el castillo de la Yedra y las casas blancas destacando contra el paisaje. Pasear por las calles de Cazorla es un placer, con monumentos inusuales como la Iglesia de Santa María y la Bóveda del Río Cerezuela. El pueblo alberga casas señoriales y pequeños senderos que se adentran en el Parque Natural. Cazorla es un lugar donde la belleza natural se combina con la rica historia de la región para ofrecer una experiencia única.

Zuheros, en la provincia de Córdoba, se encuentra entre el Parque Natural de la Sierra Subbética y la campiña cordobesa. El entorno natural es el mejor aliado de Zuheros, que emerge del mar de olivos que se extiende a sus pies. El pueblo se caracteriza por sus casas revestidas de cal, calles con recovecos y curvas, y el castillo que las cobija. Zuheros cuenta con varios museos que narran su pasado, incluyendo el Museo de Costumbres y Artes Populares Juan Fernández Cruz y el Museo Arqueológico Municipal, que muestra la rica historia del lugar. A pocos kilómetros del pueblo, la Cueva de los Murciélagos ofrece la oportunidad de explorar un mundo subterráneo de estalactitas y estalagmitas, creando una experiencia única.