Este pueblo de Málaga es un museo gigante al aire libre con calles repletas de esculturas

Todo comenzó en 1994, cuando el Ayuntamiento de Genalguacil lanzó la primera edición de los Encuentros de Arte, un evento que reuniría a artistas nacionales e internacionales para crear obras 'in situ' inspiradas en el entorno natural y cultural del pueblo. La diferencia fundamental de esta iniciativa, y su principal atractivo, es que todas las piezas creadas durante el evento quedarían permanentemente en el pueblo, formando parte de su paisaje urbano.

Así, escultores, pintores y artistas de diversas disciplinas llegaron a Genalguacil y comenzaron a dejar huella en sus plazas y calles, dotando al municipio de un espíritu vanguardista que contrasta con su apariencia de típico pueblo blanco andaluz.

A lo largo de los años, las calles de Genalguacil se han ido llenando de esculturas, murales y otras intervenciones artísticas, haciendo que sus vecinos y visitantes paseen por un museo al aire libre. Sin entradas ni las rigideces de las galerías convencionales.

A diferencia de los museos al uso, donde las obras permanecen fijas y a menudo intocables, aquí el arte está en constante transformación. Cada dos años, durante los Encuentros de Arte, nuevas piezas se suman al paisaje, reemplazando o complementando las anteriores, y convirtiendo el espacio público en todo un laboratorio de experimentación artística.

Esculturas de piedra, madera o metal se integran en la arquitectura del pueblo o contrastan con la frondosidad de su entorno natural. Murales abstractos o figurativos adornan las fachadas de las casas, y los jardines y plazas se convierten en escenarios para instalaciones artísticas.

Como 'pueblo museo', Genalguacil ha atraído a un turismo cultural cada vez más creciente. También el impacto económico es palpable. Muchos de los artistas que participan en los Encuentros se quedan a vivir en el pueblo o regresan regularmente, y el número de negocios locales ha aumentado en los últimos años.