Las mejores playas de Málaga que son un auténtico paraíso

Una de las mejores playas de Málaga es la de Burriana, en Nerja. Es un arenal de 800 metros de largo y unos 40 de ancho que destaca por un oleaje que suele ser suave, lo que es perfecto para unas vacaciones relajadas. Además, cuenta con todo tipo de servicios y una oferta de actividades como 'windsurf', vela o submarinismo.

Dispone también de parques infantiles y zonas en las que jugar al vóley, así como de una biblio-playa que no solo presta libros, sino que también organiza juegos para los más pequeños. Además, con su paseo marítimo lleno de restaurantes, chiringuitos y tiendas, es perfecta para pasar un día en familia.

A pocos kilómetros de Nerja se encuentra en el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Se trata de un enclave natural lleno de calas que se abren entre los acantilados. Una de las más amplias y populares es la del Cañuelo. Y el difícil acceso ha permitido que permanezca prácticamente inalterada por la presencia humana.

De hecho, para llegar hay que dejar el coche sobre la colina que rodea a la playa y bajar andando o en un servicio de autobús de la Junta de Andalucía cuyo billete de ida y vuelta tiene un precio de dos euros. Pero el esfuerzo para llegar hasta esta playa merece la pena. Sus aguas cristalinas la convierten en uno de los mejores espacios de la provincia en los que practicar buceo.

Se recomienda llevar escarpines para caminar por las rocas y no olvidar una buena sombrilla, ya que la sombra natural es escasa.

Las Alberquillas es una playa de medio kilómetro situada también en Maro. Este lugar es famoso por sus aguas transparentes y limpias, ideales para el snorkel y el buceo debido a la abundancia de vida marina y formaciones rocosas. Además, la playa está rodeada de cuevas submarinas que se pueden explorar en un día activo. Esta playa es opcionalmente nudista, ofreciendo un espacio para todos los gustos. Las Alberquillas es un destino perfecto para quienes buscan una conexión más íntima con la naturaleza en un entorno tranquilo y poco frecuentado.

Se accede desde la N‑340 (salida 295) y, tras una zona de aparcamiento para unos 50‑100 coches, se baja caminando por un sendero con tramo empinado. Aunque no es un acceso sencillo, esa dificultad asegura que la playa no se masifique, ni siquiera en verano.

En el término municipal de Marbella, la Playa de Cabopino destaca por su belleza salvaje. Flanqueada por el Monumento Natural Dunas de Artola, espacio protegido por su valor ecológico, es una playa ideal para disfrutar de un entorno natural sin renunciar a ciertos servicios. Una pasarela de madera permite recorrer las dunas sin dañarlas, mientras que su arena fina y dorada invita al baño y al relax. El cercano puerto deportivo de Cabopino ofrece además una interesante oferta gastronómica.

Así, esta playa destaca por un ambiente tranquilo a pesar de su proximidad a Marbella y entre sus atractivos figura la Torre Ladrones, una almenara de época romana y reconstruida por los musulmanes junto a la playa.

Para quienes buscan algo más que sol y arena, la Playa de los Álamos, en Torremolinos, es sinónimo de ambiente y diversión. Esta zona del litoral de Torremolinos es una de las que más «beach clubs» reúne en toda la costa de Málaga. Tumbonas, camas balinesas, restaurantes y reservados se extienden a lo largo de este arenal que destaca por un ambiente siempre animado, tanto por los malagueños como por los miles de turistas que cada verano y durante todo el año acuden a Torremolinos.

Pero a pesar de su carácter festivo, cuenta con zonas tranquilas para quienes simplemente quieren tumbarse al sol. Su cercanía al aeropuerto la hace especialmente popular entre turistas internacionales. Y, además, cuenta con una parada de Cercanías muy próxima que permite llegar hasta Los Álamos desde la capital y otros municipios de la costa.

A pocos pasos del centro histórico de Málaga, la Malagueta es la playa más representativa de la ciudad. Rodeada por el moderno Muelle Uno y próxima a museos como el Pompidou o el Centre d'Art Contemporani, esta playa urbana permite combinar cultura, gastronomía y baño en una misma jornada. Aunque no es la más salvaje, su ambiente cosmopolita y su accesibilidad la hacen ideal para quienes visitan la capital por unos días y quieren darse un chapuzón sin salir de la ciudad