ESCAPADAS
Jubrique, una joya malagueña en pleno Valle del Genal
Esta población, de reminiscencias moriscas, es un destino perfecto que combina tranquilidad y naturaleza
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alberto flores
Jubrique
El valle del Genal es una zona situada en la provincia de Málaga que guarda agradables sorpresas para los visitantes más observadores. Está muy cerca geográficamente de enclaves con mucho poder turístico como la ciudad de Ronda y la Costa del Sol, pero al mismo ... tiempo está muy lejos en todos los sentidos de estos lugares. Las comunicaciones, con carreteras marcadas por interminables curvas y la accidentada orografía del terreno, han permitido que este valle permanezca casi oculto a los peligros del turismo de masificaciones, guárdandose en él agradables tesoros en los que se puede disfrutar de una pequeña aventura inolvidable.
Uno de esos enclaves es sin lugar a dudas la pequeña población de Jubrique, que en la actualidad apenas tiene medio millar de habitantes, que se encuentra a 559 metros de altitud y a unos 38 kilómetros de Ronda. Es un lugar muy agradable, tranquilo, repleto de historia y de enclaves naturales de interés para los amantes de los espacios abiertos. El verde es el color predominante en Jubrique, donde la tranquilidad del ritmo de vida de sus vecinos permite escuchar el sonido de la vida.
Sólo hay que dar un pequeño paseo por sus estrechas e intrincadas calles para comprender que la actual Jubrique nació de la unión de cuatro antiguas poblaciones moriscas. Estamos en una zona de tránsito de numerosas culturas antiguas, por aquí también pasaron los romanos, pero no está claro que se establecieran de manera permanente en el lugar exacto en el que se encuentra Jubrique.
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R. Pérez
Lo que sí ha sido reflejado en crónicas históricas, especialmente en las capitulaciones con los Reyes Católicos es que la antigua población musulmana que poblaba el entorno de Jubrique, los que posteriormente fueron denominados como moriscos, eran personas bravas que no se resistieron fácilmente al dominio de los cristianos. En varias ocasiones libraron importantes batallas y encarnizadas rebeliones con los ejércitos que trataban de recuperar el control de esta población, algo que también ocurrió en otras localidades del entorno. Y es que hay que tener en cuenta que las montañas, valles y cumbres de esta zona de Andalucía que hoy en día nos asombra por su belleza, eran los principales aliados de los defensores.
Los momentos más propicios para el desarrollo de esta encantadora localidad llegaron a lo largo de varias décadas entre los siglos XVIII y XIX, principalmente gracias a la explotación de sus viñedos, la fabricación de aguardiente y la explotación de los recursos mineros de la zona. Industrias que se mantuvieron hasta comienzos del siglo XX, dando como resultado numerosas fábricas de aguardiente, pero que poco a poco se fueron cerrando, originando la despoblación paulatina de Jubrique, un problema común al resto de municipios de Sierra Bermeja. Un fenómeno complicado al que tienen que hacer frente estas localidades, ya que en la última década han perdido más de un 30% de sus habitantes, en la mayoría de las ocasiones en favor de los municipios de la Costa del Sol, que ofrecen más posibilidades laborales, más servicios y mejores comunicaciones.
Aire puro y bonitos paisajes
Eso no quita, o precisamente provoca, que pasear tranquilamente por las calles de Jubrique sea un auténtico placer para todos los sentidos, ya que encontraremos la típicas casas encaladas de tantos pueblos de Andalucía, calles cuidadosamente conservadas, suelos empedrados y fachadas repletas con el colorido propio de las más variadas y exuberantes macetas y plantas. Lo mejor es dejarse llevar, sin mirar el reloj, mezclarse con los lugareños y tomar aire a la hora de subir alguna que otra cuesta.
Un paseo en el que no puede faltar nuestra visita a la ermita del Castañuelo, que se encuentra al paso del antiguo camino real que conectaba Jubrique con Estepona, y que se asienta sobre una construcción de origen árabe y donde se venera a la Santa Cruz. Otro de los lugares que no pueden faltar en nuestro recorrido es la Iglesia de San Francisco de Asís, también construida sobre una mezquita y que se levantó a finales del siglo XVI. Para conocer de la manera más completa posible la historia de Jubrique, sus calles, tradiciones y monumentos, lo mejor es visitar su Centro de Interpretación Turística, que se encuentra a pocos metros de la plaza de Andalucía.
La naturaleza se expresa en Jubrique de cientos de maneras, todo depende del momento del año en el que decidamos visitar esta población malagueña, que muestra diferentes encantos según la estación del año en la que acudamos. Los esbeltos pinos que pueblan Sierra Bermeja se encuentran en muchos de sus bosques, aunque si hay un árbol que define a Jubrique es sin lugar a dudas el castaño, que ha estado presente de forma especial en su término municipal desde tiempos inmemoriales. El castaño se mezcla en Jubrique con el típico bosque mediterráneo, dando como resultado interesantes paisajes y bonitas rutas. Algunas de las opciones más interesantes para los amantes del senderismo, son los recorridos que unen Jubrique con Genalguacil o la ruta denominada como Pasarelas del Genal.
Por todo ello, resulta interesante visitar Jubique durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, los momentos del año en los que tradicionalmente tiene lugar la recolección de la castaña, un fruto de una calidad excepcional por estos lares. Un paisaje que hay que cuidar de una manera extrema, ya que estuvo a punto de ser devorado por las llamas en el terrible incendio que en septiembre de 2021 asoló toda esta comarca, que poco a poco trata de recuperarse de un golpe tan duro.
Jubrique es también un enclave muy apreciado por los motoristas, que adoran estas carreteras reviradas y por los cicloturistas que pasan de manera obligada por esta localidad malagueña para afrontar una de las vertientes más populares de la subida al conocido puerto de montaña de Peñas Blancas, un lugar de referencia para los amantes de la bicicleta de toda España, ya que cuenta con una extraordinaria belleza y bellos paisajes.
Es en definitiva un lugar ideal para aquellos viajeros que tengan la intención de huir de los grandes centros turísticos y busquen enclaves más tranquilos, donde la belleza de la naturaleza y el sosiego sean las notas predominantes. Es por ello que Jubrique se convierte en una joya malagueña que brilla con luz propia en pleno Valle del Genal.
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