Invierno submarino: aventuras de buceo en las aguas de La Herradura

En efecto, los fondos marinos de la costa granadina son de los más apreciados de todo el litoral español por los aficionados al buceo. Especialmente en Almuñécar, cerca ya del límite con Málaga, es donde se concentran tanto los amantes del buceo en profundidad, con equipo especializado y demás, como los del esnórquel, el que se practica en aguas menos profundas con la sola ayuda de un tubo.

Los puntos más interesantes están en el parque natural de Cerro Gordo, así que estaríamos hablando más bien del núcleo poblacional de La Herradura, que pertenece administrativamente a Almuñécar. Cerro Gordo, que también incluye la zona más oriental de la provincia de Málaga, ofrece doce kilómetros cuadrados de costa de la que en rigor no puede decirse que sea virgen, porque esas cosas ya apenas quedan, pero sí ofrece a los fondos marinos una protección específica.

Según los entendidos, los puntos de inmersión más interesantes están en ese parque natural y también en dos sitios cercanos: en la Punta de la Mona y en la bahía de La Herradura, sobre todo en la playa de Los Berengueles. En todos ellos es posible encontrar corales y una fauna y flora endémicas. Todo ello, por supuesto, hay que dejarlo donde está porque ese pequeño paraíso no debe desaparecer bajo ningún concepto.

Es una zona rocosa, con acantilados en la superficie y cuevas submarinas. Eso último es también un aliciente sobre todo para los que gustan de inmersiones más profundas. A unos veinte metros, en Los Berengueles, hay una variedad de peces realmente difíciles de encontrar en otros lugares.

Muchos aficionados ya conocen esos sitios y no necesitan mayores explicaciones. Pero a los que quieran engancharse seguramente les gustará saber que en la Costa Tropical existen varios lugares donde enseñan a bucear, tanto lo que se conoce como nivel recreativo como en un plano más profesional, lo que permite realizar trabajos subacuáticos.

Esos cursos, que normalmente van dirigidos a personas de más de doce años, incluyen el obligatorio 'bautismo', el primer contacto más o menos brusco con el mundo submarino, que a una minoría le hace desistir –viene a ser como una criba- pero que fascina definitivamente a otros muchos.

A partir de ahí, los recién iniciados pueden recibir clases para aprender a manejarse en aguas abiertas. El de scuba diver habilita a los alumnos a manejarse en aguas de aproximadamente 12 metros de profundidad. Pero para quienes aspiren a algo más completo y sumergirse hasta los 30 metros, está también el curso de aguas abiertas.

En función de lo que se quiera aprender, los precios oscilan entre los 60 y los 300 euros. Hay al menos cinco empresas, todas ellas ubicadas en La Herradura y Almuñécar, con capacidad contrastada. Son los centros de buceo La Herradura, Natura, Marina, Open Water y Aqualia.