El imponente castillo con más de 725 años que está incrustado en una montaña

Su origen se remonta al siglo XIII, cuando los caballeros templarios construyeron esta fortaleza tras la conquista cristiana del territorio. Su ubicación estratégica, sobre un peñasco de piedra caliza y a casi 900 metros de altitud, permitía controlar el valle del Guadalquivir y los caminos que comunicaban Cazorla con el interior del Reino de Granada. Tras la desaparición de la orden del Temple, el castillo pasó a manos de la Orden de Santiago, que reforzó sus defensas y amplió las murallas.

Durante siglos, fue una pieza clave en la defensa de la frontera entre los reinos cristiano y nazarí. Aunque sufrió daños con el paso del tiempo y algunos terremotos, la torre del homenaje -la estructura más alta y representativa del castillo- sigue en pie y se puede visitar. Desde ella se obtienen vistas panorámicas de gran parte de la sierra y del propio pueblo de La Iruela.

El castillo está formado por tres recintos amurallados adaptados al relieve de la montaña. El primero, el más amplio, servía de refugio para la población en caso de ataque; el segundo albergaba dependencias militares, y el tercero protegía la torre del homenaje, que se encuentra en la parte más alta del conjunto. En la base del castillo aún se conservan restos de una iglesia y de un cementerio medieval, que se pueden recorrer durante la visita.

Uno de los aspectos que más llama la atención es su perfecta integración con el entorno. Las murallas parecen surgir de la roca, como si la fortaleza formara parte natural de la montaña. Esta fusión explica por qué se considera uno de los castillos más espectaculares de la provincia.

El acceso al castillo se realiza a pie, subiendo por las calles empinadas del casco histórico de La Iruela. A medida que se asciende, la vista del peñasco y la fortaleza se hace más impresionante. El recorrido hasta la torre permite disfrutar tanto de la historia como de la naturaleza, con el fondo del parque natural más grande de España.

El castillo de La Iruela fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1985 y actualmente es uno de los principales atractivos turísticos del municipio. En los últimos años, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han impulsado trabajos de conservación y mejora del entorno, con el objetivo de garantizar su mantenimiento y facilitar las visitas.

Hoy, el castillo recibe miles de turistas cada año, especialmente en primavera y verano. Además de las visitas guiadas, el recinto acoge actividades culturales, conciertos y recreaciones históricas que ayudan a divulgar su patrimonio y su historia.

Más allá de su valor monumental, el castillo de La Iruela es un símbolo del pasado fronterizo de la provincia de Jaén, que conserva la mayor concentración de castillos y fortalezas de Europa.

Su visita supone es asomarse a la historia y al mismo tiempo disfrutar de una de las vistas más espectaculares del interior de Andalucía y del corazón de la Sierra de Cazorla.