El hotel escondido en un monasterio de Andalucía al que se escapan los sevillanos para un fin de semana

Nos vamos a trasladar a la provincia de Cádiz, sin lugar a dudas una de las provincias ya no sólo andaluza sino también española que más joyas por descubrir ofrece al visitante. En esta ocasión nos vamos al término municipal de un municipio que ya por sí mismo merece una visita, como es el caso de Castellar de la Frontera. Estamos en una zona privilegiada, marcada por el parque natural de Los Alcornocales, su cercanía a la costa y a comarcas también muy interesantes como es el Campo de Gibraltar.

Nuestro objetivo concreto se focaliza concretamente en el Hotel Casa Convento La Almoraima, un lugar espectacular al que se escapan los sevillanos para disfrutar de un fin de semana. Es un enclave perfecto para desconectar en la naturaleza más salvaje, pero además disfrutando de una construcción de un valor indudable.

Alojarse en este hotel es hacerlo en edificio cuya historia comenzó nada más y nada menos que en el año 1603, pero que ha sido adaptado para su función actual, respetando su bonita esencia, pero ofreciendo todas las comodidades que el viajero busca.

El edificio cuenta con una bonita torre de estilo neogótico que nos da la bienvenida desde la distancia y un tranquilo patio central ajardinado donde nos podremos relajar con el murmullo del agua que mana de una fuente. Un lugar de ensueño, en el que el antiguo convento y la belleza del paisaje se dan la mano.

Para localizar nuestro destino hay que dirigirse a la confluencia entre la carretera A-405 y la carretera CA-P-5131 que asciende desde el viejo cuartel de la Guardia Civil hasta la conocida y visitada villa-fortaleza de Castellar de la Frontera.

El parque natural de Los Alcornocales, entorno en el que se sitúa el hotel, constituye uno de los más espectaculares parajes naturales que existen en toda Andalucía. El hotel supone un lugar perfecto como base para disfrutar las diferentes opciones que ofrece lo que ha sido denominado por muchos expertos como 'la última selva mediterránea'. Desde el propio hotel es posible tomar parte en experiencias que nos van a llevar al corazón del parque, entre las que destacan rutas en 4x4 y paseos y rutas a caballo. Además, nos movemos en una zona con una climatología privilegiada, con muchas horas de sol al año y temperaturas templadas.

Todas las habitaciones del complejo hotelero se convierten en un verdadero remanso de paz, están equipadas con baño y con todos los servicios que el cliente pueda necesitar. Y para rematar la estancia es posible también darse un gusto al estómago en el restaurante que se encuentra en el propio hotel, que se llama La Gañanía y donde se ofrecen algunas de las especialidades más famosas de la gastronomía gaditana, destacando los platos elaborados con carnes de caza.

Un paraíso muy bien conectado tanto con Sevilla capital como con Cádiz y Málaga, que se convierte en un refugio ideal para aquellas personas que van buscando una experiencia diferente, en la que se pueda disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.