Diez lugares únicos de Aracena que tienes que visitar si vas a la Feria del Jamón

Cada otoño, Aracena se viste de gala para celebrar la Feria del Jamón, un evento que atrae a miles de visitantes que buscan degustar lo mejor de la gastronomía local y que este año tendrá lugar del 18 al 20 y del 25 al 27 de octubre. Pero más allá de su famoso jamón, este encantador municipio ofrece una amplia variedad de lugares de interés que no te puedes perder. Si planeas visitar la Feria del Jamón, aprovecha para conocer estos diez rincones únicos:

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Casco antiguo de Aracena

El casco antiguo de Aracena es una joya histórica que ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1991. En sus rincones se encuentran construcciones emblemáticas que destacan por su valor histórico y arquitectónico, como el Cabildo Viejo, un edificio del siglo XV que es uno de los más antiguos de la localidad. También se puede admirar la iglesia de Santa Catalina, de estilo mudéjar, y el Ayuntamiento, una obra de principios del siglo XX diseñada por el célebre arquitecto Aníbal González, que también diseñó el antiguo lavadero público.

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Castillo de Aracena

Ubicado en lo alto del pueblo, el Castillo de Aracena es el símbolo más icónico de la localidad. Sus orígenes se remontan al siglo XIII, cuando formaba parte de la Taifa de Niebla. A lo largo de los siglos, la fortaleza fue reformada y utilizada como defensa contra invasores portugueses y bereberes. Desde su ubicación privilegiada, podrás disfrutar de unas vistas impresionantes de la sierra y de la localidad. En su interior, se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, un templo mudéjar que es una auténtica joya arquitectónica.

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Gruta de las Maravillas

Bajo el cerro del castillo se esconde una de las mayores maravillas naturales de España: la Gruta de las Maravillas. Descubierta a principios del siglo XX, esta cueva es una de las primeras en abrirse al público en España y ofrece un recorrido de 1.200 metros a través de estalactitas, estalagmitas, lagos subterráneos y formaciones de piedra que parecen sacadas de otro mundo. La constante temperatura de la cueva (entre 16 y 19 grados) y su altísima humedad (cercana al 100%) la convierten en un refugio fresco y fascinante, perfecto para una visita tanto en verano como en otoño.

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Museo del Jamón

Si visitas Aracena durante la Feria del Jamón, no puedes perderte el Museo del Jamón, un espacio dedicado al producto estrella de la zona: el jamón ibérico de Jabugo. Este museo no solo ofrece una exposición sobre la crianza del cerdo ibérico y el proceso de elaboración del jamón, sino que también cuenta con degustaciones y una tienda donde podrás adquirir productos de la mejor calidad. Aprender sobre la tradición del jamón y la importancia de la bellota en su alimentación te permitirá apreciar aún más cada bocado de esta delicia.

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Iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor

En la cima del cerro del castillo se alza la Iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, la más antigua de Aracena. Este templo, de estilo mudéjar, fue construido entre los siglos XIII y XV y ofrece una vista privilegiada sobre la ciudad y sus alrededores. Su torre mudéjar, inspirada en la Giralda de Sevilla, y su retablo mayor del siglo XIX son algunos de sus elementos más destacados. Pasear por sus alrededores es una experiencia único, no solo a nivel visual sino también espiritual.

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Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Situada en la parte baja del pueblo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es el templo más importante de Aracena. Esta edificación del siglo XVI, construida en piedra y ladrillo, destaca por su robustez y la elegancia de sus líneas arquitectónicas. A pesar de los daños sufridos durante el terremoto de Lisboa de 1755, la iglesia fue restaurada y sigue siendo un ejemplo del esplendor arquitectónico de la época.

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Convento de Aracena

A los pies del castillo, se encuentra el Convento de Jesús, María y José, una edificación barroca del siglo XVII que ha tenido diferentes usos a lo largo del tiempo. En su momento, fue un convento dominico, pero hoy en día ha sido transformado en un balneario de lujo, ofreciendo a los visitantes un espacio de relajación y bienestar en un entorno histórico único. Su claustro, de dos alturas y blanqueado, es uno de los rincones más fotogénicos del pueblo.

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Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche

Aracena no sería lo que es sin su impresionante entorno natural. El Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, con casi 200.000 hectáreas de superficie protegida, es un paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Aquí, podrás disfrutar de la belleza de sus dehesas y bosques, hogar de especies tan emblemáticas como el lince ibérico, el buitre negro o la cigüeña negra. Con más de 600 kilómetros de senderos, el parque ofrece numerosas rutas que permiten explorar sus paisajes. Algunas de las más recomendadas son el sendero que conecta Aracena con Linares de la Sierra o el que lleva a Los Marines y Fuenteheridos.

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Centro de Visitantes del Cabildo Viejo

Antes de lanzarte a explorar el parque natural, una parada obligatoria es el Centro de Visitantes del Cabildo Viejo. Este edificio histórico, que fue el antiguo ayuntamiento de Aracena, alberga hoy un centro de interpretación donde podrás informarte sobre las rutas de senderismo y las actividades disponibles en la Sierra de Aracena y otros parques naturales de Andalucía. Aquí te ofrecerán toda la información necesaria para que disfrutes al máximo de tu experiencia en la naturaleza.

10

Confitería Rufino

Ninguna visita a Aracena estaría completa sin hacer una parada en la emblemática Confitería Rufino, un lugar con más de un siglo de tradición que ha endulzado la vida de locales y turistas desde 1875. Situada a pocos pasos de la plaza del Marqués de Aracena, este establecimiento es famoso por su pastelería artesanal, donde la crema es la gran protagonista. Sus milhojas, bizcochos y hojaldres han mantenido viva una receta que ha pasado de generación en generación. Y es que además de la calidad de sus productos, el local en sí es una joya, conservando el encanto de las confiterías de antaño