Descubre el pasado histórico de la provincia de Sevilla visitando estos destinos

Es cierto que la ciudad de Sevilla cuenta con tantos lugares que resulta difícil abarcarla, pero debemos pensar a la hora de planificar el viaje en, o bien aumentar el número de días y lanzarnos a recorrer la provincia, o incluso mejor, volver para dedicarnos exclusivamente a descubrir una Sevilla más desconocida.

Y es que la provincia de Sevilla es mucho más que su capital. Cualquiera que esté interesado en viajar a la capital hispalense no puede dejar pasar la oportunidad de visitar algunos de los pueblos más bonitos de la provincia que, del mismo modo que la capital, cuentan con un gran patrimonio, mucha historia, cultura y tradición.

En este sentido, la Diputación de Sevilla ha elaborado recientemente una guía a través de la cual proponen rastrear las huellas históricas del pasado de la provincia y, en especial, el sello plasmado por la dilatada presencia de culturas primitivas en el territorio de lo que hoy día es la provincia sevillana. A todo este cóctel de atracción para el visitante hay que sumar también los demás recursos turísticos de la provincia, como la gastronomía, el patrimonio natural, sus fiestas y tradiciones, su cultura… en definitiva, su singularidad.

Podrás consultar todos los detalles sobre los pueblos de la provincia accediendo a la guía de la Diputación de Sevilla. En cualquier caso, desde ABC, te proponemos algunos de los más singulares:

Situado sobre un estratégico montículo al sur de la población, el Castillo de Alanís ha sido testigo mudo de los aconteceres de la historia del pueblo desde finales del siglo XIV. De planta hexagonal, con una única puerta de acceso por su cara norte, dispone de sólo un torreón en el noroeste.

A las afueras del municipio, por el corto camino que conduce al camposanto en su margen izquierda, se encuentra la Fuente de las Pilitas, de gran valor etnográfico local. Es una antigua fuente árabe en ladrillo, con una alberca, del mismo origen y estilo, que aún hoy sigue cumpliendo su primordial función de riego de las huertas cercanas y abrevadero de ganado.

Aprovecha la visita a esta localidad para conocer su maravilloso patrimonio monumental (Iglesia Parroquial Nuestra Señora de las Nieves, Ermitas de San Juan Evangelista, de Nuestra Señora de las Angustias y de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Casa de las Artes, Fuentes…), sus fiestas y eventos (Fiestas de las Candelitas, Romería en honor a María Auxiliadora, Jornadas Medievales…), así como las rutas y senderos de la zona.

De Alcalá de Guadaíra destaca principalmente su castillo, situado en un alto sobre el río Guadaíra, de traza almohade y con construcciones bajomedievales, y que comprende una serie de edificaciones. Está flanqueado por once torres, con detalles arquitectónicos y decorativos de gran valor.

Los principales elementos del Castillo son: el Patio de la Sima, delimitado por seis torres o, la que es sin duda la pieza más relevante de este espacio: los baños árabes o Hamman del siglo XII, cuya importancia radica en que se conservan sólo tres o cuatro baños como éstos en toda Andalucía.

También destaca el Patio de los Silos, es el primer recinto edificado en el Cerro del Castillo, delimitado por 7 torres y bajo cuyo perímetro existen restos de un poblado de la Edad del Bronce (II m. a. C.); y el Alcázar Real, situado en el extremo noroccidental del Patio de los Silos, donde en su interior pueden verse restos de estancias abovedadas y del aljibe del Alcázar, con bóvedas de medio cañón y potentes pilares cruciformes.

En definitiva, un municipio que en torno a su castillo guarda algunos de los mayores trazos históricos de la provincia.

Al filo del farallón de los Alcores, justo en el punto más alto, se eleva Carmona, formando un extraordinario conjunto amurallado cuajado de monumentos. El acceso occidental de la ciudad amurallada está protegido por el Alcázar de la Puerta de Sevilla, imponente baluarte de sillería que se asienta sobre un bastión del siglo VIII a. C. En el extremo oriental del casco antiguo se localiza el Alcázar de Arriba o del rey Don Pedro.

Otro de los lugares más destacables de Carmona es la Casa Palacio Marqués de las Torres, donde se encuentra el museo de la ciudad, un espacio muy interesante que introduce al visitante en el relato de la historia de la localidad desde el paleolítico hasta la actualidad. También destaca de su conjunto las excavaciones arqueológicas en la que apareció un complejo de estructuras pertenecientes a tres edificios datados entre los siglos VII y V a. C.

Además, junto a la conocida Iglesia de San Felipe se encuentra un santuario subterráneo de época romana dedicado al dios Mercurio. De hecho, no son los únicos trazos de la época romana ya que dentro de Carmona también podemos encontrar la Vía Augusta, el Anfiteatro Romano y la Necrópolis.

Los vestigios arqueológicos más antiguos aparecidos en Écija se remontan a la Edad del Bronce final y la cultura tartésica, viviendo más tarde un brillante periodo de esplendor en época romana, convirtiéndose en el mayor punto exportador de todo el Imperio Romano. Además, en época visigoda llegó a ser sede de un obispado, y en época islámica, Istiŷa, fue capital de provincia durante el emirato y el califato.

En los Reales Alcázares, se encuentran restos tartésicos, turdetanos, romanos y restos de la muralla de un castillo andalusí, pudiéndose observar los niveles ocupacionales de Écija desde sus orígenes, hacia el IX a. C. Otro de los grandes lugares de interés de Écija es el Palacio de Benamejí, donde se halla el Museo Histórico Municipal. Entre los restos arqueológicos exhibidos en el museo destacan la Placa de Écija, una pieza singular de orfebrería tartésica, la gran sala de mosaicos y esculturas romanas como la Amazona Herida.

Además, el Museo Arqueológico Parroquial de la Iglesia de Santa María muestra una interesante colección de restos arqueológicos de la prehistoria, época romana y árabe. Una ciudad de gran tradición e historia que a día de hoy conserva grandes vestigios de aquellas épocas, que hacen de Écija uno de los municipios más atractivos a nivel turístico-cultural de la provincia de Sevilla.

Desde el punto de vista arqueológico y etnológico este municipio es uno de los lugares más interesantes de la Baja Andalucía. Bajo el caserío de la ciudad se localizan restos de diferentes asentamientos humanos desde la prehistoria a nuestros días. En la actualidad está abierta al visitante en la Casa de la Juventud, la sala arqueológica Lebrija Romana, donde se puede pasear por un importante fragmento de la antigua ciudad romana, Nabrissa Veneria. Próximos a estos restos se conservan también vestigios de la fortaleza islámica de Lebrija, un castillo medieval del que se mantienen distintos lienzos de murallas repartidos por un cerro de alto interés paisajístico.

Conoce su gran patrimonio monumental así como sus fiestas y eventos (Cruces de Mayo, la Caracolá Lebrijana, Feria y Fiestas Patronales…). Además, también suele ser muy recomendada la visita la Reserva Natural Complejo Endorreico de Lebrija-Las Cabezas, además del Parque de San Benito y sobre todo, algunas de las bodegas de la zona como González Palacios.

Esta villa señorial cuenta con restos arqueológicos que nos remontan a la prehistoria y a la historia antigua (presencia fenicia, tartesa, cartaginesa, romana…), como el cerro de Montemolín, uno de los principales yacimientos arqueológicos de Andalucía.

El casco urbano se conformó en época musulmana y se cerraba con una muralla de época almohade (siglo XII) que aún sigue en pie insertada en el casco antiguo. Una de las entradas principales del recinto amurallado es la Puerta de Sevilla conocida popularmente como Arco de la Rosa, uno de los monumentos mas emblemáticos de la ciudad. De doble puerta con patio y torre que la defiende se encuentra la Puerta de Morón. Y dentro del recinto Ronda de la Alcazaba está la Puerta de Carmona, defendida por una torre poligonal conocida como la Torre del Oro.

Junto al cementerio se encuentra el yacimiento arqueológico El Lavadero, con restos de edificaciones romanas y cerámica.

La turdetana Urso, situada en un cerro en medio de la llanura, ha sido testigo del paso de la historia del municipio de Osuna desde hace más de tres mil años. En la zona arqueológica del municipio se ven indicios de obras diversas como la Necrópolis Tardorromana excavada en la roca, las Cuevas, de amplia cronología.

Hacia la ermita del Calvario están las Canteras, de donde se sacaba la piedra para las construcciones desde antes de la ocupación romana. En el caserío nos encontramos con el Museo Arqueológico Torre del Agua, un bastión militar almohade del siglo xii reformado en el xiv, donde se expone una síntesis de la arqueología de Osuna: desde hallazgos prehistóricos, ibéricos y romanos a una interesante colección de ladrillos visigodos con temas cristianos.

Se trata de otro de los municipios con mayor tradición e historia de la provincia, gracias al esplendor alcanzado durante épocas pasadas por otras civilizaciones.

Dos excepcionales muestras de nuestra historia se encuentran en esta localidad: el Dolmen de la Pastora, un tholos en el que se halla el corredor más largo de la Península Ibérica; y el Dolmen de Matarrubilla, que posee igualmente un largo pasillo que culmina en una cámara circular donde resalta especialmente la localización de un monolito de piedra de gran tamaño interpretado como pila o mesa de ofrendas.

Aprovecha la visita a esta localidad para conocer su rico patrimonio monumental, del que además de los dolmenes destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Estrella o la Capilla Hacienda de Torrijos.