Cuadradas o en medio del pueblo: las plazas de toros más raras de España están en Andalucía

No hace falta ser un apasionado de la tauromaquia para interesarse por estas plazas. Algunas sorprenden por su arquitectura, otras por su ubicación, y muchas por lo que representan para los pueblos que las rodean. Es por eso que hoy te proponemos descubrir algunas de las plazas de toros más singulares de Andalucía. No se trata de las más grandes o famosas, sino de las que tienen algo especial, ya sea por su forma, su entorno, su historia o su encanto visual.

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Plaza Ochavada de Archidona (Málaga)

Aquí no hay gradas, ni burladeros, ni toriles. No se trata de una plaza de toros como tal, pero durante mucho tiempo se usó con este fin. Es una plaza octogonal rodeada de casas, donde antiguamente se celebraban corridas. La gente miraba desde los balcones, y el ruedo era simplemente el centro de la plaza. Hoy hay bares, terrazas y vida cotidiana, pero sigue teniendo ese toque curioso que te hace pensar en cómo eran las corridas hace décadas.

2

Segura de la Sierra (Jaén)

Esta plaza no tiene nada que ver con lo que imaginas. Está en el patio de armas de un castillo medieval, en plena sierra, y es cuadrada. Sí, cuadrada. No hay gradas, ni sombra, ni entradas monumentales. La gente se sienta en las laderas que rodean el castillo para ver el espectáculo. Es uno de esos sitios que sorprende por lo simple, por lo rústico, y porque de verdad parece que no ha pasado el tiempo por allí. Muy recomendable para quienes buscan algo auténtico.

3

Plaza de toros de Mijas (Málaga)

Si buscas una plaza con encanto, pequeñas dimensiones y unas vistas de escándalo, la de Mijas es tu lugar. Inaugurada en 1900, esta coqueta plaza rompe con el diseño circular tradicional y opta por una forma ovalada. Se encuentra en la parte alta del pueblo, lo que permite disfrutar de una panorámica excepcional de la Costa del Sol y del caserío blanco que caracteriza a Mijas. Su fachada está decorada con carteles taurinos antiguos, que aportan un toque nostálgico y muy andaluz.

4

Campofrío (Huelva)

En este pequeño pueblo de Huelva se encuentra una de las plazas más antiguas del mundo, construida en el siglo XVIII. Su humilde aspecto no le resta valor; todo lo contrario. Está hecha con materiales sencillos, como la mampostería, y fue diseñada para engrandecer las fiestas patronales. Aunque ha sufrido varias restauraciones, conserva ese aire auténtico de los cosos rurales andaluces.

5

Plaza de toros de Granada

El estilo neomudéjar de la plaza de toros de Granada no deja indiferente a nadie. Desde sus arcos hasta sus detalles ornamentales, todo recuerda la herencia árabe de la ciudad. Su estructura de tres pisos permite albergar a un gran número de espectadores, y durante la Feria del Corpus, se llena de vida y se convierte en uno de los lugares más animados de la ciudad.

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Linares de la Sierra (Huelva)

Terminamos con una de las más singulares: la plaza de toros de Linares de la Sierra, un pueblo precioso en plena sierra de Aracena. Esta plaza es casi una extensión de la calle: no está cerrada del todo, está abierta al pueblo, y sus gradas están encaladas y apoyadas directamente en la base de la iglesia. Lo más llamativo es que hay un alcornoque dentro del tendido, que da sombra a los que se sientan allí. Hoy en día, se usa más para teatro al aire libre y otros actos culturales que para toros. Además, hay un par de bares con terraza dentro del mismo espacio, lo que le da un ambiente muy de pueblo, muy auténtico.