El coqueto viñedo de Córdoba donde puedes hacer catas de vinos desde 15 euros

La historia de Pérez Barquero comenzó en 1905, cuando tres hermanos del norte de España, José, Julián y Emilio Pérez Barquero, decidieron fundar una bodega en Montilla, una región ya famosa por la calidad de sus vinos. Desde entonces, la bodega ha conservado una fuerte tradición vitivinícola, transmitida a lo largo de generaciones. En 1985, las familias Córdoba, Ruz y Gracia asumieron la gestión de la bodega, impulsando la marca a nivel nacional e internacional.

Gracias a este esfuerzo, los vinos de Pérez Barquero se exportan actualmente a más de 50 países, y su prestigio ha alcanzado el reconocimiento global. Un ejemplo de este éxito es el Amontillado 1905 Solera Fundacional, que en 2016 recibió los codiciados 100 puntos Parker, un hito que confirma la calidad excepcional de sus vinos.

La región de Montilla-Moriles, situada entre colinas al sur y al este de Montilla, ofrece un paisaje ideal para el cultivo de la vid. El clima cálido y seco, con más de 3.000 horas de sol al año, es propicio para la maduración lenta y equilibrada de las uvas. Las cepas de esta bodega crecen sobre suelos de albariza, ricos en calcio y altamente permeables, lo que permite a las raíces de las vides desarrollarse profundamente, aportando a los vinos una complejidad única.

En este viñedo, la uva estrella esla Pedro Ximénez, una variedad que produce vinos tanto dulces como secos, conocidos por su alto contenido en azúcares y su capacidad de generar vinos de 15 grados de alcohol de forma natural. Aparte de la Pedro Ximénez, también se cultivan otras variedades de uva minoritarias como el airén, torrontés y moscatel, que aportan una mayor diversidad a la oferta de vinos jóvenes.

La elaboración del vino en Pérez Barquero sigue métodos tradicionales combinados con innovaciones tecnológicas. La fermentación de los vinos se lleva a cabo inicialmente en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura. Sin embargo, la verdadera magia ocurre en las tinajas de cemento, donde los vinos jóvenes se someten a un proceso de decantado y limpieza que culmina con su clasificación final. A partir de ahí, algunos vinos se embotellan como blancos jóvenes, mientras que otros pasan a barricas de roble para su crianza.

Uno de los aspectos más singulares de los vinos generosos de Montilla-Moriles es la «crianza biológica» bajo velo de flor, un proceso en el que una capa de levaduras se forma en la superficie del vino durante su envejecimiento. Este fenómeno natural aporta características únicas a vinos como los finos y los amontillados.

Además de la calidad de sus vinos, Pérez Barquero destaca por su oferta enoturística. Los visitantes pueden sumergirse en el apasionante mundo de los vinos de Montilla-Moriles a través de catas guiadas y visitas a las bodegas. Desde solo 15 euros, es posible descubrir el proceso de elaboración de estos exquisitos vinos y disfrutar de una selección de las mejores añadas.

Para aquellos que buscan una experiencia aún más exclusiva, la bodega ofrece actividades singulares como paseos en globo y espectáculos ecuestres, lo que convierte cada visita en algo más que una mero 'tour' por una bodega. Además, cada mes de mayo, durante el evento Patios de Bodega, los visitantes pueden explorar los hermosos patios de la bodega mientras degustan vinos de primera calidad.

Si deseas conocer de cerca esta joya del vino cordobés, puedes reservar tu visita a través de su página web o contactar directamente con ellos por teléfono (957 650 500). La experiencia promete ser un viaje sensorial a través del tiempo, la naturaleza y el saber hacer vinícola, todo por un precio accesible y con una calidad que solo una bodega con más de un siglo de tradición puede ofrecer.