Cinco pueblos de Andalucía que merece la pena visitar en invierno: ¿qué ver en ellos?

Es por eso que, desde ABC, te proponemos cinco pintorescos pueblos andaluces que son auténticos tesoros invernales, y que ofrecen una experiencia única que combina cultura, historia, naturaleza y tranquilidad. En artículo, te mostraremos algunas de las maravillas que ofrecen los municipios de Ronda, Aracena, Vejer de la Frontera, Setenil de las Bodegas y Úbeda, destinos que merecen ser descubiertos durante la temporada invernal.

Ronda, situada en las colinas de la Serranía de Málaga, se presenta como una joya invernal de Andalucía. Más allá de la imagen tradicional de un destino cálido, Ronda revela una faceta emocionante en invierno. La Cueva de la Pileta, con restos históricos que remontan a los períodos más antiguos de Europa, ofrece una experiencia única. A pocos minutos en coche desde Ronda, este sitio es perfecto para explorar las profundidades de la tierra y disfrutar de la rica tradición gastronómica local.

Para los amantes de la nieve, la Sierra de las Nieves, en pleno parque natural, ofrece emocionantes opciones de rutas y un paisaje invernal encantador. Por su parte, dentro de la propia Ronda, monumentos como el Puente Nuevo y el Palacio de Mondragón, adquieren una magia especial en invierno, invitando a explorar la historia y la arquitectura de la ciudad. Además, el Museo del Bandolero revela la historia de los personajes más famosos de la Serranía.

Sumérgete en la tradición vinícola de la región con catas de vino en bodegas locales, combinando ocio y gastronomía. De hecho, la gastronomía local, rica en tradición vinícola, ofrece una experiencia única para los amantes del buen vino.

Cuando el frío llega a Huelva, los atardeceres en Aracena se transforman en impresionantes cuadros anaranjados y violetas. La Sierra de Aracena y Picos de Aroche se convierte en un atractivo imperdible con una variedad de actividades para todos los gustos. Desde rutas al aire libre hasta ascensosal Cerro de San Cristóbal, Aracena cautiva a los visitantes con su historia, cultura y gastronomía.

El Castillo de Aracena, de origen musulmán y datado en el siglo XIII, domina la ciudad desde su posición elevada. Coronando el recinto del castillo se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, de estilo mudéjar y considerada la más antigua de la localidad. Visitando el castillo se ofrece la posibilidad de explorar de forma conjunta la Gruta de las Maravillas, la famosa cueva con estalagmitas y estalactitas del municipio que consta de un recorrido circular de 1,4 km a través de tres niveles de galerías.

Otro de los puntos de interés de Aracena es el Museo del Jamón, que sirve como Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la crianza del cerdo ibérico, la vida en la dehesa y los intricados procesos de elaboración del famoso jamón de Jabugo. Aracena, en invierno, se convierte en un escenario donde la naturaleza y la tradición se entrelazan.

Los inviernos suaves de los pueblos blancos de Cádiz, como Vejer de la Frontera, suelen ofrecer días soleados y noches frescas. Este rincón andaluz, con su pasado árabe evidente en sus estrechas callejuelas y antiguas fortalezas, se convierte en una experiencia única en invierno.

Caminar por sus calles en invierno revela nuevos encantos, mientras que los miradores como el de la Casa del Mayorazgo ofrecen vistas impresionantes de la ciudad. Vejer, en cualquier época del año, invita a explorar sus rincones históricos y a disfrutar de la serenidad de sus plazas, como la Plaza de España del siglo XVI.

Muchas personas prefieren ir en verano para aprovechar el esplendor de la playa, el Palmar y todo lo que trae consigo el calor costero. Pero, sin embargo, hay otro grupo que aprecia ir en invierno. Las actividades que se suelen hacer en verano pasan a un segundo plano y se abren nuevas experiencias. Como es de esperar, con un paisaje natural alrededor, los amantes de la naturaleza aprovechan para hacer senderismo. También, se abren nuevas rutas de bicicletas gracias al clima, menos asfixiante que en verano, aunque dependiendo de las condiciones climatológicas algunos caminos no están aptos.

Por las tardes, ver caer el sol en la orilla de la costa sigue siendo un espectáculo. Aunque debes estar bien abrigado porque puede haber mucha brisa fría. No olvides que caminar por el pueblo y pasear por sus calles es una grata experiencia. Los restaurantes abren en su horario habitual, el mercadillo estará instalado los jueves y puedes disfrutar de la ruta nocturna con cantada, aun con frío.

Setenil de las Bodegas, en la provincia de Cádiz, se alza como un pueblo único con su entramado urbano declarado Conjunto Histórico. Incrustado en el tajo formado por el río Guadalporcún, Setenil es un tesoro de los pueblos blancos andaluces. Sus calles en pendiente, el castillo, las cuevas y los puentes ofrecen vistas dignas de un anuncio televisivo.

Explorar Setenil significa perderse en sus callejones, descubrir miradores como el de la Villa, y maravillarse con la fortaleza nazarí. Además, las rutas de senderismo que puedes emprender por la zona revelan la diversidad de este pueblo. La gastronomía local, centrada en vinos blancos y productos autóctonos, añade un toque exquisito a la visita invernal.

Las casas cueva, una de las características más singulares de Setenil, ofrecen un refugio peculiar contra el frío. Estas viviendas excavadas en la roca ofrecen una experiencia única, brindando a los visitantes la oportunidad de experimentar la fusión de la arquitectura con la naturaleza. Además, la Colada de Venta de Leche, un antiguo camino de trashumancia, es ideal para una caminata tranquila, donde los paisajes rocosos y los campos de olivos se fusionan en un escenario pintoresco.

Si la idea de sumergirse en el legado cultural de Andalucía en invierno te seduce, Úbeda es el destino ideal. Esta ciudad, junto a Baeza, se erige como un crisol de civilizaciones con una arquitectura renacentista impresionante. Declarada Patrimonio de la Humanidad, Úbeda despierta la majestuosidad del Renacimiento en cada rincón adoquinado.

Pasear por la Plaza Vázquez de Molina, visitar el Palacio de las Cadenas, la Sacra Capilla del Salvador y otros monumentos renacentistas hace que la historia cobre de la ciudad cobre vida. Los miradores como la Torre del Reloj ofrecen vistas panorámicas, mientras que la oferta de hoteles y hostales asequibles invita a explorar esta ciudad sin preocupaciones presupuestarias.

Úbeda, en invierno, adquiere una atmósfera especial. Los jardines y plazas que rodean el Palacio de las Cadenas se vuelven lugares perfectos para disfrutar de la serenidad y la arquitectura renacentista. La Cava del Pópulo, una calle que ha conservado su trazado medieval, invita a pasear entre edificaciones históricas y a descubrir la esencia de Úbeda en invierno.