Los bosques de Andalucía en los que podrás desconectar y perderte este otoño: ¿En qué provincias se encuentran?

En el entorno del núcleo urbano de Torredelcampo, al oeste de Jaén, encontramos el Monumento Natural Bosque de la Bañizuela. Presenta pequeños testigos de bosques de galería como el Barranco del Megatín con decenas de chopos.

La Bañizuela es un bosque isla de carácter mediterráneo y reducida extensión que, pese a estar situado en un clima seco, posee un gran número de especies de singular belleza. Rodeado de olivar, se caracteriza por la presencia de quejigo y un sotobosque formado por durillo, adelfilla, coscoja, jazmín amarillo, madreselva,... y la interesante leguminosa denominada espantalobos.

Hay ejemplares de arrayán o mirto, generalmente de porte arbustivo, pero éste que encontramos en el Bosque de Bañizuela destaca precisamente por su gran tamaño y el grosor de su tronco, más propios de un árbol que de un arbusto.

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Los pinsapares constituyen una de las formaciones vegetales más singulares de la Península Ibérica debido a la importancia ecológica de su especie dominante (Abies pinsapo) y a su escasa extensión, estando su distribución restringida a las provincias de Málaga y Cádiz, en la Sierra de las Nieves, Sierra Bermeja y Sierra de Grazalema.

En el Parque Nacional Sierra de las Nieves destaca la presencia de masas de pinsapos en enclaves donde las condiciones ecológicas son especialmente particulares. Estos pinsapares ocupan zonas muy húmedas y umbrías sobre un sustrato edáfico rico en metales pesados. Un auténtico paraíso natural a tan sólo un paso de la Costa del Sol, a escasos kilómetros de Marbella y muy cerca de ciudades como Málaga y Ronda.

Cualquier época del año es buena para acercarse a conocer Sierra de las Nieves, cada estación trae consigo nuevos colores, olores y sensaciones. Sobre este escenario se ha desarrollado un modelo de turismo ecológico cultural donde los amantes de la naturaleza, la aventura y la cultura disponen de un sinfín de actividades e inolvidables experiencias.

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La Serranía de Ronda exhibe una de las estampas otoñales más impresionantes del interior de la provincia de Málaga. El Bosque de Cobre es una metáfora que alude al espectacular paisaje que la naturaleza regala cada año con la caída de las hojas de los castaños, cubriendo los montes de marrones, amarillos, naranjas y ocres.

Se ubica fundamentalmente en el Valle del Genal, una de las tres grandes zonas geográficas (junto a la meseta y el Valle del Guadiaro) que forman la unidad paisajística de la Serranía de Ronda, con un marcado carácter montañoso. Su relieve, formado por un conjunto de sierras agrestes y grandes pendientes, se suavizan en los espacios circundantes como el campo de Gibraltar, la Costa del Sol o los Llanos de Antequera.

Los municipios que forman el Bosque de Cobre (Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera) cuentan con una enorme tradición en torno a la castaña. Visitarlos en cualquier época del año es una oportunidad única para descubrir hermosos paisajes, una sabrosa gastronomía y numerosas fiestas, algunas declaradas de Singularidad turística por su interés provincial.

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En las últimas estribaciones de la Cordillera Penibética, entre angostos valles y estrechos riachuelos, se ocultan los últimos reductos de un pasado botánico ya casi olvidado. Una formidable joya natural sin parangón en la península, que ha permanecido intacta durante millones de años gracias a unas extraordinarias condiciones climáticas: los Canutos de la Sierra del Aljibe en el Parque Natural de los Alcornocales.

A caballo entre las provincias de Málaga y Cádiz, los canutos son un curioso tipo de bosque en galería. Se trata de formaciones vegetales que se extienden por los márgenes de ríos y arroyos, y que se caracterizan por concentrar una densa masa de vegetación subtropical, más propia de la era Mesozoica.

La abundancia de lluvias propicia la existencia de una red notable de ríos y arroyos. Los canutos, barrancos estrechos y profundos, dan cobijo a un conjunto vegetal muy singular.

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La Dehesa del Camarate, uno de los rincones más hermosos del Parque Nacional de Sierra Nevada, alberga uno de los bosques mixtos mejor conservados de toda Andalucía. Por este motivo se ha convertido en un lugar privilegiado para disfrutar de la 'otoñada', un espectáculo de colores que atrae cada año a senderistas de muchas procedencias, naturalistas y fotógrafos.

Se encuentra en la vertiente norte del macizo, en el término municipal de Lugros. La abundancia de agua y su orientación han propiciado una biodiversidad extraordinaria. En este auténtico tesoro de joyas botánicas se dan cita numerosas especies de árboles de hoja caduca y arbustos que ofrecen múltiples paisajes diferentes.

Un bosque de encinas y robles acompañados de numerosas especies de hoja caduca que lo convierten en una hermosa singularidad. Se trata de una de las pocas dehesas que podemos encontrar en el Parque Nacional. Cada otoño, abedules, quejigos, arces, serbales, fresnos, ciruelos y sauces revientan en una explosión de color que hace vibrar la cabecera del río Alhama.

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Las poblaciones de Fuenteheridos y Castaño del Robledo, por Galaroza, localizadas en pleno Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva, quedan unidas por una de las rutas más bonitas y cautivadoras de la provincia, la que discurre por el Bosque Encantado. Los meses de otoño se postulan como idóneos para visitar este fantástico paisaje de castaños y pinos.

Tonos amarillos, verdes y anaranjados se mezclan ofreciendo un auténtico espectáculo que merece la pena contemplar. Las hojas secas y los frutos caídos salpican y adornan el suelo como si de una alfombra natural se tratara. Un mágico paisaje que se enclava entre formidables árboles centenarios.

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