Andalucía tiene una salina íbera: está en Jaén
Salinas de Don Diego está desarrollando un proyecto pionero de ecoturismo que incluye actividades que van desde visitas guiadas y catas sensoriales de sal hasta baños de ingravidez
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Salinas de Don Diego
En plena Sierra Mágina, en el municipio jiennense de Mancha Real, se alza uno de los enclaves etnográficos y arqueológicos más singulares y mejor conservados de toda la península: las Salinas de Don Diego. Se trata de las únicas salinas íberas de manantial que ... han llegado hasta nuestros días en funcionamiento, y lo han hecho gracias a una tradición salinera ancestral que ha pasado ininterrumpidamente de generación en generación, desde hace más de dos mil años.
La sal que se extrae en Salinas Don Diego proviene de un manantial subterráneo cuya origen geológico se remonta a más de 200 millones de años, al periodo Triásico Superior, cuando el Mar de Keuper o Mar de Tetis cubría la mitad occidental de la Península Ibérica. Los sucesivos ciclos de evaporación y sedimentación formaron una gruesa capa salina que, debido a los movimientos tectónicos, quedó fragmentada en el subsuelo. De esa sal fósil emana hoy la salmuera natural que aflora en estos parajes de la Andalucía oriental, ofreciendo una sal de manantial virgen única en el mundo.
Las Salinas de Don Diego utilizan un sistema de evaporación solar y eólica, en eras y calentadores tradicionales, sin intervención química ni maquinaria pesada. Este proceso, plenamente artesanal, convierte el lugar en una referencia de producción ecológica y patrimonio vivo.
La singularidad geológica de estas salinas no solo ha permitido recuperar una forma de producción milenaria, sino que ha generado un microecosistema salino único. Las aguas saturadas crean hábitats similares a las marismas costeras, donde prosperan especies halófilas, adaptadas a este entorno extremo, a muchos kilómetros del mar más cercano.
Inspirados por esta particularidad, Salinas de Don Diego está desarrollando un proyecto pionero de ecoturismo que incluye actividades que van desde visitas guiadas y catas sensoriales de sal hasta baños de ingravidez en sus calentadores de salmuera —una experiencia que evoca flotar sobre el Mar Muerto, pero en plena campiña jiennense
Ecoturismo, divulgación y bienestar
Las Salinas de Don Diego están viviendo una nueva etapa impulsada por la quinta generación de una familia que lleva más de medio siglo dedicada a esta actividad minera tradicional. Este proyecto, cien por cien familiar, apuesta por la apertura al turismo a través de un ambicioso plan de ecoturismo que permitirá compatibilizar la producción artesanal de sal con experiencias turísticas de calidad centradas en la salud, la divulgación y el respeto al medio ambiente.
Este trabajo pretende convertirla en la primera salina de la provincia que ofrezca servicios como los baños minero-medicinales, además, contempla la adecuación del espacio para hacerlo accesible y didáctico, incluyendo la restauración de los calentadores de piedra —donde se prevén los baños salinos terapéuticos—, la mejora del embalse de agua salada para su abastecimiento, así como la habilitación de recorridos peatonales y zonas de interpretación que permitirán comprender el proceso artesanal de extracción de la sal. Todas estas actividades se desarrollarán de forma complementaria a la propia labor de la salina, sin alterar su funcionamiento ni su esencia.
Así, el turismo de salud se convierte en una oportunidad para diversificar la oferta turística de Jaén y poner en valor un modelo de explotación ecológica y cultural que ha sobrevivido durante siglos.
Las Salinas de Don Diego se preparan así para ofrecer una experiencia completa que combinará el conocimiento del patrimonio con el disfrute del entorno: visitas interpretativas, talleres escolares, experiencias sensoriales vinculadas a la gastronomía local, y baños de flotación únicos que evocan al Mar Muerto.
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