El hotel con un teatro histórico en su interior que está en el centro de Madrid

El Hotel y Teatro Albéniz, que tiene dos entradas, una por el número 11 de la calle de la Paz y otra por la de Carretas (donde estaba el hotel Madrid), a 230 metros de la Puerta del Sol, es en cualquier caso un lugar especial: un hotel en un teatro histórico. El Albéniz fue construido en los años 40 del pasado siglo (abrióen 1945, con la obra 'Aquella noche azul', de Alfonso Paso hijo), y alberga en su interior un enorme patrimonio arquitectónico y cultural. En realidad, son dos edificios unidos: el de Paz, donde está el teatro, tiene seis plantas y terraza; el de Carretas, cinco.

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Jesús Nieto Jurado

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El Albéniz cerró hace quince años, y desde entonces fue deteriorándose, alojó a 'okupas', soportó la amenaza de una demolición y hasta se pensó que iba a terminar como centro comercial o como un inmueble de pisos de lujo, o las dos cosas. Así, hasta que se hizo cargo de la rehabilitación la compañía Espirea, tras el encargo de Mazabi Gestión de Patrimonios, la firma que adquirió el edificio en 2016. Aquel año precisamente fue declarado Bien de Interés Patrimonial por la Comunidad de Madrid.

En principio, el nuevo hotel iba a ser de Iberostar (que se hubiera sumado en Madrid al Iberostar Las Letras Gran Vía), que abandonó el proyecto. Finalmente fue UMusic Hotels quien se hizo cargo de la gestión, una nueva marca ligada al grupo Universal Music que pretende recuperar edificios ligados al mundo del entretenimiento, como el pabellón Arena del Río, en Barranquilla (Colombia), donde también habrá un hotel. Por ahora, UMusic Hotel Madrid es su primera propiedad en funcionamiento.

Los dos edificios que componen el nuevo hotel ocupan el solar en el que en tiempos estuvo la Imprenta Real. En 1867 se convirtió en Casa de Correos y Telégrafos. El inmueble de Carretas fue el hotel Poymar (inaugurado en 1930), luego bautizado como Madrid. Al de la calle de la Paz le llegaría su época como teatro, un diseño de los arquitectos José Luis Durán de Cottes y Enrique López-Izquierdo firmado en octubre de 1942. Y luego, en el siglo XXI, el cierre y el abandono. Y las manifestaciones para 'salvar el Albéniz'.

Tras casi seis años de obras se ha recuperado la fachada original, donde hoy vuelven a lucir las esculturas de madera de Ángel Ferrant (1891-1961), que representan a diferentes personajes de todas las regiones de España. La rehabilitación ha llegado, por supuesto, al teatro, enorme, para 898 espectadores, al que se accede desde el lobby, una experiencia desconcertante en este siglo donde cae el telón para tantos cines y teatros. Desde algunas salas de reuniones y desde el gimnasio se ve el patio de butacas y el escenario. Dice Raúl Palomo que huéspedes y espectadores conviven sin mayor problema en los espacios comunes, conscientes ambos de la singularidad del edificio que pisan.

El hotel inaugurado hace un mes (el 14 de noviembre entró el primer cliente) es un cinco estrellas con 130 habitaciones y suites (desde 189 euros la noche) decoradas en tonos claros. En los pasillos hay fotos de artistas españoles y obras de arte relacionadas con el mundo de la música. Y en las plantas superiores, dos sorpresas: en la cuarta, una piscina tentadora, un rectángulo pronunciado que en los días de verano probablemente sea lo que ahora llaman un 'must'. Y en la sexta, una amplia terraza con vistas a la parte posterior del reloj de la Puerta del Sol. En Nochevieja allí se brindará por primera vez con uvas y cava, con vistas a esta faz poco conocida del reloj creado por José Rodríguez Losada en 1866.

UMusic Hotel se hizo cargo del proyecto en julio de este año, pero ya quedan pocos detalles por cerrar. Algún altavoz Marshall en las habitaciones, algún rincón en la decoración de un pasillo, la carta de la terraza… poco más. En cuanto a la programación del teatro, tras Banderas y su espectáculo 'Company' llegará David Bisbal, con tres semanas de conciertos (del 7 de marzo al 8 de abril). Y luego se acumulan los proyectos de Raúl Palomo, que básicamente se centran en lo que ahora se llama 'experiencias'. Y en la recuperación en uno o dos años de la sala de fiestas Xairo, en el sótano del edificio, que cerrará el círculo.

Palomo cree que pronto podrán ofrecer paquetes que incluyan alojamiento, entradas para el espectáculo programado en el teatro y cena. Mientras tanto, parece convencido de que, con la musculatura del grupo Universal detrás, la nueva marca hotelera encontrará con rapidez otros edificios y ciudades para crecer. Claro que pocos podrán ser tan especiales como este hotel creado alrededor de un teatro. O este teatro que además es hotel.