Un pequeño «secreto» entre Valencia y Alicante para jugar al golf o ir a la playa

El campo, diseñado en 1995, es un recorrido largo (6.312 m) pero muy llano y agradable de caminar, con calles anchas, greenes suavemente ondulados y obstáculos de agua. Aunque los golpes de salida no presentan grandes dificultades, para llegar al objetivo hay que estar acertado, pues la brisa marina condiciona la forma de atacar cada bandera. El compromiso medioambiental se cumple con sus diez lagos artificiales flanqueados por palmeras que acogen a numerosas especies de peces y pájaros, un complemento perfecto al exquisito cuidado del recorrido y de sus zonas ajardinadas.

Otro factor importante a favor de este destino es la situación geográfica y el entorno que lo rodea, pues el golfista tiene otros campos cercanos (como La Sella, La Galiana o Don Cayo ) que lo convierten en una estancia perfecta para un viaje de golf por esta costa mediterránea. En cuanto a las infraestructuras de Oliva Nova, son cómodas en todos los aspectos y por ello son elegidas cada año por miles de golfistas europeos, que no sólo aprovechan las referidas al golf, sino también al tenis, pádel, rugby, fútbol, hípica o ciclismo . Las específicamente destinadas al legado de Ballesteros en sus 50 hectáreas de extensión, están vigiladas por una casa de club de 3.000 metros que alberga la cafetería, el restaurante y el salón social, así como la tienda, los vestuarios, el cuarto de palos y un parking para buggies.

La zona de prácticas cuenta con capacidad para 40 jugadores, donde pueden dar bolas, aprochar, sacar de búnker o disfrutar de un agradable pitch & putt de 5 hoyos, con una longitud de 50 a 90 metros. Mas, si para los amateurs se trata de un lugar interesante para el descanso y el ocio, para los profesionales significa todo un reto, como han reconocido los participantes de los Circuitos Nacionales masculino y femenino en los dos últimos años, que jugaron allí con éxito sus torneos.