En este faro histórico de la Costa da Morte acaba de abrir un nuevo hotel

La torre, de entre diez y quince metros de altura -según se midan las antenas o no-, con una óptica que tardó en llegar, no se inauguró hasta 1921 . Y fue en 1947 cuando se conectó la luz eléctrica. En la actualidad, gestionado por la autoridad portuaria de Villagarcía de Arosa, aún emite una luz blanca y roja que alcanza unas 30 millas.

Cien años después de la inauguración, el también conocido como faro de Punta Insua (Carnota, La Coruña) , comienza una nueva vida alentada por los hosteleros Jesús y Jacinto Picallo, padre e hijo, responsables de la transformación de este espacio en un hotel de nueve habitaciones y un espacio gastronómico, la Taberna el Ariete.

«Esta es una concesión de la autoridad portuaria. Presentamos un proyecto y, si los informes medioambientales son favorables, la adjudicación se aprueba en Consejo de Ministros. A nosotros nos ha llevado cinco años de documentación y otro de obra», explica Jesús Picallo. Este emprendedor ya tenía la experiencia del hotel-faro de O Semáforo, en Finisterre , al final del Camino de Santiago , convertido «en un mascarón de proa de esta zona. Por eso nos animamos a presentarnos a coger este segundo faro en Carnota, en la Costa da Morte».

Cada habitación de O Semáforo fue tematizada. Y lo mismo se ha hecho en Lariño. «Esta vez hemos querido reflejar los estados de la mar . Hay habitaciones dedicadas al atardecer, al amanecer, a una noche de tormenta, a las estrellas», explica Picallo, convencido de que «pasar una noche de tormenta en un faro es una experiencia inolvidable».

La reconversión de faros en hoteles es una idea bastante nueva en España. De hecho apenas hay unas pocas instalaciones dedicadas a esta nueva vida: Punta Cumplida, en La Palma; O Semáforo y Lariño, en manos de los Picallo, e Isla Pancha, en Ribadeo . «No todos sirven para ser hoteles. Para empezar, tienen que tener tomas de agua, luz, desagüe... Y tampoco son hoteles al uso, sino espacios para amantes del mar y de sus historias».

El faro está en el límite de Costa da Morte, a pocos metros del Monte Pindo , con sus características rocas graníticas, y de la conocida cascada de Ézaro, el único río atlántico de Europa que desemboca en el mar en forma de cascada. Al lado está la playa de Lariño y, cerca, hacia el norte, la de Carnota, con su peculiar forma de medialuna, de siete kilómetros de longitud llenos de dunas y marismas y con una laguna interior que acoge comunidades vegetales y animales de gran interés.

El precio de las habitaciones oscila entre 250 (estándar) y 300 euros (superior).