Las aguas termales en España que no tienen nada que envidiar a los balnearios del Imserso

Se trata de un espacio de baño a orillas del río Miño y que se sitúan al pie de un molino de madera restaurado. Como indica su página web, cuenta con cinco piscinas: un vaso principal de 200 m2, un segundo de 130 m2 y otros dos más pequeños de 55 y 45 m2, además de un vaso de agua fría para baños de contraste.

A pesar de estar en el norte de España, las aguas en ese punto rondan los 40 grados y son de mineralización débil y alcalina. Aunque el acceso es gratuito sí que hay que tener en cuenta que el aforo es limitado. Asimismo, si se producen fuertes crecidas en el río es posible que, por seguridad, pueden estar cerradas.

En esta localidad, existe un paseo de aproximadamente dos kilómetros donde se pueden encontrar otras termas como las Termas de Outariz o las de A Chavasqueira.

Aunque este lugar no es gratuito, sí es posible pasar el día con la familia y que es una visita casi obligada ya que es el segundo lago termal más grande de Europa.

Se trata de un lago que se nutre de varios manatiales por los que el agua fluye a 32 grados. Cada 32 horas, el agua es renovada de forma natural, motivo por el que las aguas tienen un aspecto cristalino.

Por otro lado, aunque esta masa de agua está integrado en las instalaciones del balneario Termas Pallarés, se puede visitar sin ser cliente por 21 euros por una entrada diaria de adulto y gratis para los menores de 4 años.

En esta localidad murciana es posible disfrutar de un tratamiento de lodoterapia al aire libre sin pagar nada por el acceso.

Como indica la plataforma de turismo de la Región de Murcia, «los lodos de Las Charcas de las Salinas, son fruto de siglos de acción del sol y de las aguas de elevada salinidad del Mar Menor». De esta situación, resulta un lodo arcilloso con «gran valor terapéutico» con el que complementar el baño en el Mar Menor.

A este balneario se puede acceder mediante una ruta natural entre las sierras de la Mola y el Crestall. Las aguas son una fuente termal caliente a unos 28 grados.

Además, en este caso, el balneario tiene una gran historia ya que en el siglo XVI un grupo de frailes trinitarios inició una comunidad aunque esta no pudo progresar, pero sobre la que quedan algunas leyendas.