Nyepi o el 'turismo del silencio' en Bali

Durante la celebración del Nyepi , toda la isla queda sumida en la calma y la ausencia de ruidos. Las tiendas cierran, los vehículos y distinta maquinaria no deben ser usados, se suspende el trabajo y se recomienda que el flujo de electricidad permanezca apagado... incluso el aeropuerto se queda bajo mínimos. Sin embargo, aunque pueda parecer que el aburrimiento se adueña del escenario, en realidad se trata de un gran momento para visitar Bali puesto que son muchas las ofertas y las actividades culturales que se orquestan en honor al Nyepi.

Silencio, ayuno y meditación. Sin lugar a dudas, un nuevo prisma para conocer Bali. Desde las seis de la mañana hasta 24 horas más tarde, prácticamente tan sólo los Pecalang (fuerzas de seguridad) balineses se convierten en los únicos presentes en las calles, además de los vehículos que puedan transportar a alguien en peligro de muerte o a alguna parturienta. El origen de esta tradición tan arraigada es hindú, pero incluso los que no profesan la fe también son observantes.

El día después del Nyepi se conoce como Ngembak Geni . La vida vuelve a fluir y es el momento para que las familias y amigos se encuentren y se pidan perdon por las ofensas del pasado año, a fin de arrancar el nuevo año en paz (1934 según el Calendario Saka). El Festival se prolonga durante tres días, justo después de la luna nueva del equinoccio de primavera, para otorgarle un significado místico y religioso.

LAS ESTATUAS MÁS MONSTRUOSAS

Las ceremonias de ofrendas a los dioses, a la Madre Tierra y a los poderes del infierno constituyen quizás el elemento más atractivo para el turista. Las estatuas Ogoh Ogoh , construidas para el desfile Ngrupuk de la víspera de la fiesta, sólo son visibles una vez cada doce meses. El ritual de yoga Brata también es una cita para no perderse.