Diez pistas para un Londres de altos vuelos
ABC recomienda algunos de los restaurantes, tiendas, mercados y rincones de moda para descubrir lo más «in» de la capital británica
Diez pistas para un Londres de altos vuelos
1. Restaurante de moda : La Bodega Negra (16 Moor Street)
Situado en un antiguo sex shop, mantiene en sus vitrinas neones rojos de «Adult video» y «peep show». Tiene aire de club de jazz arriba y decoración intensa de lucha mexicana y ... el Día de los Muertos en el restaurante de abajo. Lo han abierto los responsables de La Esquina, la taquería más cotizada de Nueva York. Y es, sin duda, el último restaurante de moda en Londres. Su menú es rico, más o menos mexicano, la carta de vinos, reducida, y las margaritas, siempre a mano. Si prefieren italiano, Locanda Locatelli es el preferido de Gwyneth Paltrow (8 Seymour Street).
2. Cenar en un clásico : Restaurante J Sheekey (28-32 St Martin's Court)
De los mismos dueños que el Scott’s en Mayfair -clásico entre los clásicos-, este restaurante de pescado y marisco es un impagable reducto amable en el bullicio teatral de Leicester Square. Su horario se adapta a las largas horas de función, y la simpatía y calidad reinante atraen desde hace tiempo a rostros conocidos del “quién es quién” londinense. Quienes prefieren no asumir riesgos, y no les preocupa la cartera, tienen también en el River Café (Thames Wharf, Rainville Road, W6 9HA) una apuesta segura.
3. Hoteles que envejecen bien : Claridge's (55 Brook Street)
Es quizás el hotel por excelencia en la ciudad en la que una tarde de té puede elevarse a maravilla de la Humanidad. Y los salones Art Déco del Claridge’s, con su espectacular escalera y la Caramel Room, son el lugar en el que se inventó el arte de mezclar infusión y conversación. En la categoría de hoteles londinenses clásicos que ganan con la edad estaría también The Berkeley (Wilton Place, Knightsbridge), que alberga el restaurante del mismo nombre del chef francés Pierre Koffmann y el Blue Bar («el favorito de Madonna», dicen).
4. Terrazas de hotel : Boundary Hotel (2-4 Boundary street)
La noche ya no requiere de antros subterráneos desde que los hoteles modernos descubrieron el encanto de los bares «rooftop». Y la terraza del Boundary Hotel congrega a la tribu «bohemia chic» por sus espectaculares vistas sobre el Este de la ciudad y la presencia habitual de personajes deseados como Alexa Chung, reina «it» y pareja de Albert Hammond Jr. de «The Strokes». Compite por la etiqueta de hotel “más cool” con el Zetter (86-88 Clerkenwell Road), lugar de reunión de diseñadores y publicistas que pueblan la zona.
5. De caza en el barrio emergente : Bermondsey Antique Market
El Bermondsey Antique Market es el destino clásico donde restaurantes y bares de Londres encuentran las antigüedades que decoran sus locales. Abre los viernes de 4 de la mañana a 1 del mediodía. Y ha tenido la suerte de que el barrio a su alrededor se ha convertido en la zona emergente más cotizada. A la sombra del nuevo rascacielos «Shard», al sur del Támesis y muy cerca del famoso Borough Market, la simpática calle Bermondsey alberga además la nueva sede de la White Cube Gallery y los dos restaurantes del chef español José Pizarro.
6. Decoración con encanto : Labour and Wait (85 Redchurch Street)
Desde el año 2000, esta pequeña tienda en el corazón de Shoreditch representa una celebración del buen gusto aplicado a la vida cotidiana, y una reivindicación del arte funcional frente al artificio pasado de rosca. Aquí una jarra de agua, una escoba o la espuma de afeitar se convierten en elementos esenciales del estilo decorativo inglés. Quienes no se atrevan a adentrarse en el Londres oriental pueden encontrar todo aquello en lo que nunca habían pensado en Mint (2 North Terrace, Knightsbridge), la delicada selección de objetos de Lina Kanafani.
7. Más que ir de «shopping» : Dover Street Market (17-18 Dover street)
Son seis plantas de espacio comercial multi-marca concebidas por Rei Kawakubo, fundador de Comme des Garçons. Y la importancia del concepto artístico es tal que cierra unos días cada seis meses para reinventarse. Los precios son los propios del corazón de Mayfair. La creatividad de sus tiendas y escaparates, una atracción turística en sí misma. Y las opciones van desde Givenchy y Lanvin a Celine o Azzedine Alaia. Atención a los cambiantes horarios de cierre. Para un estilo masculino menos postmoderno, los zapatos, jerseys y accesorios (¿el mítico silbato de los “bobbies”?) de Present (140 Shoreditch High Street).
8. La esencia de la vida : Miller Harris (21 Bruton street)
No tiene el misticismo de la farmacia de Santa María Novella de Florencia, pero quienes creen que en la vida es importante alimentar el olfato tienen en Miller Harris una versión joven y urbana, con biblioteca de esencias incluida, de templo del perfume. Situada junto a Berkeley Square (Mayfair) tras su traslado desde Notting Hill, combina muy bien con la atención a las necesidades del estómago en Hakkasan (el mejor chino de Londres, con una estrella michelín) o en el legendario pub Guinea Grill. Quienes prefieran Chelsea como epicentro pueden satisfacer varios sentidos a la vez en The Bluebird, la tienda-café-club-restaurante de Kings Road.
9. Lo tiene todo : Liberty (Regent Street)
Harrods tiene demasiados turistas. Lo mejor de Harvey Nichols es su restaurante de arriba, para alejarse del bullicio consumista de Knighstbridge. Fortnum and Mason es la mejor opción para los amantes lo inglés por sus tés, sus pastas, sus mermeladas o sus vajillas. Pero Liberty es diferente, porque tiene lo mejor de todo. Fundado en 1875, su fachada de arquitectura tudor es uno de los iconos de Regent Street. Pero estos grandes almacenes han abrazado hace tiempo el futuro con la mejor selección de firmas de moda (es el mejor sitio para buscar vaqueros), la papelería más selecta o una zona de decoración y hogar imbatible.
10. Noche clandestina : Experimental Cocktail Club (13A Gerrard Street)
Dicen que es el garito preferido del Príncipe Enrique, aunque no conviene creerse estas pistas de «caza a la celebrity». Pero es sin duda uno de los bares «secretos» más atractivos de la ciudad, con una barra de cócteles perfecta para quienes acuden a un barman buscando el consuelo que otros encuentran en un sacerdote. Como en todos los «speak easy», la entrada no es fácil. Como alternativa, se puede reservar una mesa antes de las 11 en el Milk&Honey, la reputada coctelería convertida en club global.
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