Cinco pequeños pueblos de España con grandes monasterios en ruinas

Hortigüela (Burgos)

En el valle del río Arlanza , a 41 km de Burgos, se encuentra el pueblo de Hortigüela , una localidad cuyos primeros pobladores se remontan a épocas prehistóricas según se ha datado a los restos arqueológicos encontrados en las cuevas de la zona como cueva Millán o La Ermita además de un dolmen a orillas del río San Martín.

Pero si algo dio vida y renombre al pueblo fue el monasterio de San Pedro de Arlanza , fundado en el año 912 y considerado como la Cuna de Castilla y uno de los cenobios más impresionantes que tuvo la Castilla condal. De la iglesia, comenzada en el año 1080 y hoy en ruinas, se conservan los tres ábsides semicirculares, con amplios presbiterios. También se conserva la torre, levantada a finales del siglo XII, así como parte del claustro, la sala capitular y el óculo de doble abocinamiento.

Retiendas (Guadalajara)

Retiendas , una localidad de Guadalajara de tan solo 44 habitantes, invita a los visitantes a recorrer sus calles y contemplar sus casas de muros con sillarejo o mampostería. Atravesado por el Jarama, el pueblo de origen medieval está íntimamente ligado al monasterio de Bonaval , fundado en 1164 por la Orden del Císter. En el siglo XVII se reformó y amplió una parte del edificio. Posteriormente los monjes que lo habitaban se trasladaron a Toledo y la propiedad pasó a manos privadas.

Actualmente del monasterio solo se conserva parte de su iglesia -cabecera, crucero y nave meridional-, además de una sacristía adosada al ábside del Evangelio y algunos paredones de lo que debieron ser dependencias monacales, celdas, refectorios o salones.

Melón (Orense)

En Galicia existen pueblos con mucho encanto que esconden tesoros dignos de visitar. La localidad de Melón, en Orense , en la comarca del Ribeiro, tiene el monasterio de Santa María , declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional. El monasterio y el templo fue fundado en el año 1158 por la Orden del Císter y habitado hasta 1835 cuando se produjo la desamortización de Mendizábal.

La iglesia, que se conserva como lugar de culto, tiene planta de cruz latina con dos capillas en su ábside y una girola con grandes columnas. El monasterio, en estado ruinoso, está en fase de restauración.

Villalba de los Alcores (Valladolid)

Villalba de los Alcores , a tan solo 28 kilómetros de Valladolid, es uno de los pueblos más grandes y con más historia de la provincia. Sus orígenes, según los restos arqueológicos encontrados en la zona, se remontan a los vacceos, pueblo prerromano. Romanos, musulmanes y cristianos fueron dejando su huella.

Quien visite esta localidad descubrirá su castillo , románico-cisterciense y construido entre los siglos XII y XIII. Fundado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén está declarado Monumento Histórico-Artístico (1931). Hoy, pertenece a la familia de Manuel Azaña (en 1929, la hija del entonces propietario, María Dolores Rivas Cherif, se casa con Manuel Azaña) y no está abierto al público.

Además del castillo, de la antigua villa medieval , hoy en día queda parte de su muralla, las dos iglesias -la de Santa María y la de Santiago Apóstol- y sus encantadoras calles rodeadas de casas construidas en su gran parte con piedra. A solo 4 kilómetros de Villalba de los Alcores está el despoblado medieval de Fuenteungrillo de la que solo quedan las ruinas de una muralla, un pequeño castillo y su centro señorial, además de varias iglesias con su necrópolis.

Granja de Moreruela (Zamora)

En la provincia de Zamora, se encuentra Granja de Moreruela , una población de apenas 280 habitantes que está íntimamente relacionada con el monasterio de Santa María de Moreruela , un edificio que, aunque está en ruinas, es su principal atractivo turístico.

El conjunto que puede observarse es una mezcla de estilos arquitectónicos que van desde el románico tardío, pasando por el gótico y finalizando en una arquitectura del siglo XVIII.

Destaca el cenobio del siglo XII que perteneció a la orden del císter y cuyos restos tienen un gran valor patrimonial, estando declarado Bien de Interés Cultural.