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POR CARRETERAS SECUNDARIAS

La casa del wolframio se la comió la maleza

El palacio de Las Poyatas nos subyugó de tal manera que cuando nos quisimos dar cuenta el sol ya se había subido al cénit

corina arranz

ALFONSO ARMADA

El palacio de Las Poyatas que devino en sanatorio de tuberculosos nos subyugó de tal manera, gracias a Juan Gordillo y a Boby , su perro, que cuando nos quisimos dar cuenta el sol ya se había subido al cénit, ... y cuando se instala en esa azotea no hay quien le interpele: quema las fotografías, incendia el mundo y derrite la voluntad. ¿Será por eso que no triunfa la ética protestante y el genio del capitalismo en los países tropicales y adyacentes? Entramos en Puebla de la Reina porque la carretera se mete en ella. El río Palomillas tiene más de sediento ued africano que de otra cosa y como tal en agosto se parece más al pellejo reseco de una muda de serpiente por la que no corre ni gota que a otra cosa.

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