Fotos aéreas: La «marea del siglo» convierte el Monte Saint-Michel en una isla

La alineación del Sol, la Luna y la Tierra ha provocado el eclipse solar este viernes. El astro ha quedado oculto tras la Luna, sobre todo en el norte de Europa. Sin embargo, tras el eclipse llega otro acontecimiento excepcional: la llamada «marea del siglo», generada por la influencia de la luna y el sol, alineados de manera que ejercen una atracción especial sobre las aguas del mar.

En los mares pequeños o cerrados, como el Mediterráneo, el mar subirá unos 20 centímetros. Pero en el Pacífico o en el Atlántico tendrá un impacto mucho mayor. En esta zona del Oeste de Francia, la diferencia entre la marea baja y la alta llegará según los técnicos hasta 14,6 metros, a las 20.03 h. (en términos técnicos, un coeficiente de 119 sobre un máximo de 120). Como un edificio de cuatro plantas. Y en muy poco tiempo.

El momento cumbre llegará a partir de las 19.30 del viernes. Pero la abadía estará completamente rodeada de agua -como una isla-desde las 19.00 hasta las 20.30, aproximadamente. El programa se repetirá el sábado, con alguna variación en el horario: momento máximo a las 20.07, y el monte aislado por el agua de 19.30 a 21.30 h. Una marea de estas características no se repetirá hasta 2033. No es, pues, única en el siglo, pero sí extraordinaria.

Este fenómeno está causado por un cambio en la órbita de la Luna que ocurre cada 18 años. El satélite se alinea con el sol provocando el eclipse, a la vez que llega el equinocio de primavera, cuando la estrella está más cerca del ecuador. «Imagine al sol y la luna como imanes aplicados a los océanos», ha explicado Eric Langlois, un científico del Servicio Nacional Hidrográfico francés. «Ahora se produce el momento en el que el Sol y la Luna están en la misma línea con la Tierra, por lo que aumenta el efecto magnético».

En el Mont-Saint-Michel , edificado sobre un islote rocoso numerosas, encontramos muchas joyas arquitectónicas: Iglesia pre-románica, iglesia abacial de los siglos Xl y XV, edificios convencionales románicos y góticos. Transformada en cárcel desde la Revolución francesa hasta el Segundo Imperio, la abadía está gestionada, desde 1874, por el departamento de los Monumentos Históricos. Desde 1969, una comunidad monástica asegura también una presencia espiritual permanente. Es el sitio turístico más concurrido de Normandía y uno de los primeros de Francia, con unos 3,2 millones de visitantes cada año. Declarado monumento histórico en 1862, figura desde 1979 en la lista del patrimonio de la humanidad de la Unesco.