Vadim Makhorov y Vitaly Raskalov son dos viejos conocidos. Su rastro se sigue, como migas de pan, mediante las fotos imposibles tomadas de forma arriesgada y sin permiso desde las grandes alturas de las ciudades. Hace varios años que van de ... aquí para allá, en busca de nuevos retos, aunque en Occidente se hicieron muy populares a raíz de su ascenso a la pirámide de Keops , en El Cairo.
La última osadía de estos «locos rusos», colgada en YouTube el pasado 12 de febrero, pone los pelos de punta. Podemos ver en primer plano, mediante cámaras GoPro acopladas a sus cabezas, el ascenso a la Torre Central de Shanghái , un rascacielos en construcción de una altura aproximada de 632 metros. Según las cuentas de los fotógrados, en realidad subieron a 650 metros, ya que, como se ve en las imágenes, trepan sin miedo por la grúa instalada en la zona más alta de la torre. Cuando esté terminado, a lo largo de este año, será oficialmente el segundo rascacielos más alto del mundo, tras el Burj Khalifa de Dubái .
Esta práctica recibe el nombre de Skywalking : consiste en escalar sin permisos y sin protección un edificio para tomar fotos o vídeos desde lo más alto. Se trata de hacer fotos desde una perspectiva que nunca se ha visto antes , habitualmente desde la esquina más peligrosa de esos grandes edificios o monumentos.
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