Charlie Sheen: 200 millones por 100 capítulos de «Anger Management»

—¿Es «Anger Management» una terapia personal para usted?

—Me siento muy orgulloso de esta serie. Por un lado, puedo demostrar mi capacidad como actor y por otro conseguir rodar cien episodios para que me paguen. No todos los actores a los que echan tienen en media hora un nuevo trabajo. Estamos embarcados en grabar cien capítulos. Este año tenemos una gran oportunidad, la confianza del estudio, de mis socios, la energía en la serie es completamente distinta a la que existía cuando grababa «Dos hombres y medio».

«Mi consejo para Selma Blair es que deje la actuación»—Se ha hablado mucho de cómo salió Selma Blair de la serie. ¿Cual es su consejo para ella, ya que ha pasado por su situación? .

—Mi consejo es que deje la actuación. Va a necesitar mucha suerte. Entre nosotros la cosa no acabó bien, pero no quiero hacer esto mas grande. Ojalá se divierta más en su próximo trabajo. Cuando me echaron, mi situación era muy particular. Les dije que me iba a llevar todo el dinero y eso fue lo que hice. Ella debería estar agradecida, porque su despido no ha sido diseccionado públicamente como el mío.

—Su contrato le obliga a rodar cien episodios para cobrar 200 millones de dólares. ¿Qué hará después?

—Ese puente hay que cruzarlo. Para mí es una tonelada de trabajo. Estoy muy contento con el esfuerzo porque me divierte, aunque sacrifico otras cosas en mi vida. Mis hijos me odian porque no me ven. Cuando llegue a cien consideraré rodar unos 25 o 50 más.

—¿Cuál es su secreto para mantener la energía?

—Cuando no ruedo una escena, preparo la siguiente. Definitivamente necesito tomarme vacaciones de vez en cuando. Es un trabajo agotador, pero es la única manera de hacerlo. Me frustro cuando no me aprendo los diálogos de un día para otro, por eso necesito hacer ensayos, prepararme bien. Lo mas importante es divertirme.

—¿Cómo consiguió convertir «Anger Management» en un éxito?

—Se lo debo a mi representante, Mark Burg. Él me ayudó a crearla junto con Lionsgate. Empezó al salir de la otra serie. Poco a poco ha ido tomando forma y ahora tenemos un gran equipo de actores.

—¿Qué tipo de personajes busca? Acabo de ver «A Glimpse Inside the Mind of Charles Swan III».

—Siento que hayas tenido que ver ese filme. Te devuelvo el dinero si pagaste por ello. Es una locura, terrible. Lo siento por el director, pero es malísima. Esa película apesta. Siento no ser diplomático. Quiero hacer drama, cambiar de registro. No voy a decir que vaya a retirarme mañana, pero no creo que haga otra serie. Al menos me voy a tomar dos años de descanso.

—¿Estaba seguro del éxito de «Anger Management»?

—No estaba seguro en absoluto. Ha sido una colisión cósmica conjugada con una gran idea.

—¿Tuvo miedo de equivocarse?

—No. Siempre he tenido confianza en el trabajo. Me frustraba pensar que no estaba transmitiendo el mensaje que quería al publico. FX y Lionsgate hicieron un gran trabajo a la hora de promocionar «Anger Management». Eso ayudó muchísimo. Es una serie en la que me dan 22 minutos para hacer lo que a mí me de la gana.

—Usted se ha reinventado en su carrera un par de veces. ¿Es capaz de prepararse para el éxito?

—Es imposible. Nada ni nadie puede adoctrinarte. Escuchas de tus amigos lo que es y un día te encuentras metido de pleno en ello. Nada te prepara. Pero detesto a la gente que se queja de la fama porque nadie te pone una pistola en la cabeza y te pide que te dediques a esta profesión. El éxito y la fama tienen muchas ventajas.

—Usted interpreta al presidente de Estados Unidos en «Machete Kills» . Su padre lo hacía en «El ala Oeste de la Casa Blanca». ¿Quién es mejor presidente?

—Yo soy más interesante. Él sabe mucho más que yo, pero yo entiendo mejor la condición humana. En mi película, en un día en el despacho oval me acuesto con tres mujeres, saco una ametralladora, bebo y fumo. Mi padre en siete años en la serie no hizo lo que yo hago en un día. Rodríguez es un genio.