El salto de Falete y otros momentos de la primera gala de «Splash»

Las dificultades de Toñi Salazar (no sabía nadar), el bañador de Falete o las acrobacias de Gervasio Deferr, eran los platos fuertes anunciados para la primera gran noche. Y no defraudaron. La ex de Azúcar Moreno no fue capaz de saltar más de tres metros al estilo «palito» y con cara de auténtico pánico; el gimnasta demostró que por algo tiene tres medallas olímpicas; y el cantaor hizo lo que iba a hacer, lucir modelito.

Porque semejante bañador de flamenca tenía que tener sus minutos de gloria en «prime time». « Se habla más en Twitter del bañador de Falete que del estreno del programa», decía él antes de quitarse el albornoz, consciente de la expectación que se había creado en torno a su estilismo. Al final saltó, como una reina, con volantes y lunares, desde la plataforma de cinco metros y en el mismo depurado estilo que Toñi, aunque con mucha más dignidad.

Entre las sorpresas de la noche, el humorista Miki Nadal y el hiperactivo actor Juan José Ballesta, que se tiraron desde lo más alto (diez metros) y, por supuesto, la exuberante Daniela Blume, que desde la plataforma de los siete metros y medio ejecutó uno de los saltos más valientes.

La modelo Elisabeth Reyes, sin embargo, no fue capaz de sorprender a los miembros del jurado con su salto «croqueta» desde los cinco metros. Aunque el enternecedor recuerdo de su padre ayudó algo en la puntuación («con tanto drama ahora no puedo hacer un chiste», decía Santiago Segura), al final los miembros del jurado fueron justos.

La de este lunes ha sido también noche de presentaciones para los miembros del jurado, cuyos papeles ya se han perfilado con las primera valoraciones.

Emilio Ratia: es el auténtico experto de la disciplina. Hace de profesor y padre de los concursantes y les juzga en función de su esfuerzo y evolución. Fue especialmente duro con Toñi y Elisabeth porque no se esforzaron lo suficiente en los entrenamientos.

Anna Tarrés: hizo su papel de dura y se convirtió en la castigadora del jurado que no pasa ni una. No le gustan los «pies de pollo», ni las rodillas puntiagudas. Tuvo su primer enfrentamiento con Toñi Salazar y se mostró bastante rehacia a los encantos de Blume. Su palabra favorita es «satisfactorio».

Guti: ahora le llaman José, lleva pajarita y jamás sonríe. Promete dar juego porque parece decidido a decir lo que piensa sin sutilezas. Como apuntó su compañero de la izquierda, anoche fue vestido de Filemón.

Santiago Segura: la guinda del pastel, el toque de humor entre tanto profesional de la alta competición. Como él mismo advirtió, juzga una cosa que ni él mismo sería capaz de hacer, así que su criterio es ajeno a la disciplina. Como ya sospechábamos, se divierte llevando la contraria a los demás, sobre todo a Tarrés.