«No somos esclavos de la audiencia»

-¿La belleza es un arma de doble filo?

-Raquel Martínez: Tiene sus pros y sus contras. Esto también es imagen; no trabajamos en un periódico o una radio. Es bueno para captar la atención, pero también puede distraer.

-Oriol Nolis: Estamos más tiempo preparando el contenido que la imagen.

-Circula el estereotipo de que su trabajo es de meros bustos parlantes.

-O. N.: Más que leer, los presentadores deben explicar lo que ocurre y para eso, antes hay que entenderlo.

-R. M.: Tenemos suerte, porque el fin de semana hay un grupo más reducido y en las reuniones existe más comunicación. Eso juega a nuestro favor.

-¿El fin de semana es especial?

-O. N.: La actualidad baja y podemos proponer más temas propios.

-R. M.: Nos da pie a tener un telediario más de autor. Hay más cultura y sociedad. Se ha introducido el cierre, como un resumen en imágenes, además de la agenda cultural.

-O. N.: Permite tener un sello propio.

-Aunque la información sea más suave, habrá límites que no puedan pasar, pese a que lo hagan otros.

-R. M. También ocurre en programas de corte rosa. TVE no va al morbo.

-O. N.: Nos obsesiona el rigor, la honestidad y el servicio público.

-¿Y las presiones políticas?

-O. N.: Sólo noto la de hacer las cosas bien. Esa presión existe y es buena porque seguimos teniendo los informativos de referencia cuando pasa algo.

-¿Cómo encajan las acusaciones de manipulación que hace la oposición?

-O. N.: A mí me preocupa hacer los mejores telediarios de España.

-R. M.: No podría trabajar en un medio en el que no me sintiera con la confianza para decir lo que pienso.

-¿Es peor la presión de la audiencia?

-O. N.: A todos nos gusta ganar, pero sin renunciar al servicio público.

-R. M.: Aquí se opta antes por la calidad que por la audiencia. Y nosotros no nos podemos quejar. Somos líderes.

-Pero por la mañana, ¿buscan antes el desayuno o las audiencias?

-O. N.: Yo espero al lunes.

-R. M.: No me voy a la cama angustiada. No somos esclavos de la audiencia.

-O. N.: Lo más importante es irse a dormir conscientes de que se ha hecho un buen telediario. La audiencia depende de factores que nadie controla, como que vuelva la Fórmula 1.

-¿Los ajustes se notan?

-O. N.: Se intenta hacer las cosas lo mejor posible con lo que hay.

-R. M.: Todo tiene un límite. A un peral no le puedes pedir castañas, pero no hemos llegado a eso.

-O. N.: Hay cosas a las que esta casa no renuncia, como una red de corresponsales y unos centros territoriales que otras cadenas no pueden ofrecer.

-La Academia de TV no parece pensar lo mismo en sus últimos premios.

-R. M.: Me parece muy injusto. Me gustaría preguntar a los académicos. Los telediarios llevan líderes 65 meses seguidos, porque los premios son de 2012, y ni siquiera están nominados.

-¿Debería volver la publicidad?

-R. M.: Yo también me lo pregunto.

-O.N.: La gente agradece ver una película sin cortes, pero se me escapa cómo ha influido. La fórmula debe ser la que garantice un servicio público.

-R. M.: Pero la línea es muy delgada. La gente también demanda cosas que por presupuestos no se pueden dar, como determinadas series o programas más caros.