Diez comedores únicos para turistas en Toledo

Parador: cena, teatro y las mejores vistas

El Parador Nacional «Conde de Orgaz» de Toledo merece una visita. Una noche, un café, una copa o una cena teatralizada con Don Quijote de la Mancha, son solo algunas de las veladas que se organizan este verano. Es un lugar único, un espacio que emula a los antiguos cortijos empleados por la burguesía toledana llamados cigarrales, y situado en el cerro del Emperador, desde el que se puede ver todo el esplendor de la Ciudad Imperial mientras disfrutas de un menú castellano-manchego. En el restaurante del Parador de Toledo, -con elementos que combinan tradición y modernidad-, se puede disfrutar de un espacio tranquilo con suaves tonos y ventanales por donde divisar la impresionante panorámica de la ciudad. Y en el menú no pueden faltar platos típicos como la perdiz estofada, el cordero asado y embutidos tradicionales. Como postre, los mazapanes toledanos.

«Colección Perdiz»: tradición y calidad en plena Judería toledana

Situado en una de las zonas más turísticas de la ciudad de Toledo, en plena Judería, se encuentra «Colección Perdiz», un restaurante típico en el que se pueden saborear auténticos platos castellanos. Hay menús desde doce euros y su cocina es tradicional y casera, con una carta que contiene platos estrella como la perdiz a la toledana o las setas confitadas. «Colección Perdiz» pertenece al importante grupo Adolfo, del conocido restaurador toledano Adolfo Muñoz que es propietario de varios restaurantes de prestigio en Toledo y Madrid, y que lleva más de 35 años dedicado a la hostelería.

El restaurante tiene dos plantas, su decoración es castellana moderna. Dispone de dos salones con capacidad para 120 y 80 personas respectivamente y una bodega con 150 referencias y deenominaciones de origen.

El cenador del Doménico: menús de 20 euros con vistas a Toledo

Dentro del Hotel Cigarral Doménico, se encuentra el restaurante «El Cenador del Doménico», con una cuidada oferta de platos de carta y una extensa carta de vinos, pero también platos de cuchara diarios, jornadas gastronómicas y menús especiales para grupos. Así, se puede elegir un menú de 20 euros (con salmorejo, ensalada de ahumados, revuelto de ajetes, pescado de temporada, lomo de ternera o solomillo de cerdo), una parrillada o menú de arroz caldoso con bogavante, por 25 euros. Sus amplias terrazas panorámicas con capacidad para más de 270 personas son el lugar perfecto para celebrar un banquete con unas vistas espectaculares. También dispone de grandes salones en el interior.

Restaurante «El Olivo», en el Cigarral El Boque

En el interior del Hotel Cigarral «El Bosque» se encuentra el restaurante El Olivo, que dispone de un gran salón de unos 145 metros cuadrados y un enorme ventanal con espectaculares vistas al casco histórico de Toledo con capacidad para 70 comensales. Se puede degustar lo mejor de la cocina tradicional toledana con un toque moderno, elaborada con productos típicos de la región castellano-manchega. Algunas de las especialidades de la casa son el bacalao, la perdiz, la hamburguesa de foie y manzana, la carcamusa (carne guisada con tomate, guisantes y salsa picante), etc. El local ofrece comidas y cenas a la carta. Además, en verano se instala una terraza al aire libre para cenar.

Hay un menú degustación con 5 platos más postre y café por 35 euros. El horario de apertura del restaurante para el almuerzo es de 13:30 a 16:30 horas, mientras que para la cena abre habitualmente de 20:30 a 23:00 horas.

El restaurante El Olivo, dirigido por Daniel Camuñas, cuenta con una moderna decoración y con salones privados en una de las más bonitas posesiones de la nobleza toledana.

Venta de Aires, todo un clásico

Un clásico. La Venta de Aires abrió sus puertas en la última década del siglo XIX siendo, hoy en día, el único restaurante centenario de Castilla-La Mancha. Fundado en 1891, a la Venta acudían, en sus primero días, los obreros de la cercana Fábrica de Armas, los devotos del Cristo de la Vega, los pescadores y bañistas del Puente de San Martín y algún que otro trajinante en busca de alivio. Desde entonces, y gracias al buen hacer de su cocina casera, todo tipo de personajes conocidos se han sentado en sus mesas, entre los que se encuentra el rey Don Juan Carlos, atraídos también por la excelente calidad de sus productos y la amabilidad en el servicio. Hoy como ayer, en sus gratos comedores decorados con artesonados se sigue apreciando todo el sabor tradicional. En su interior podrá apreciar una exquisita mezcla del sabor histórico del paso del tiempo con las últimas tendencias contemporáneas.

Sus salones y terrazas pueden albergar todo tipo de celebraciones, banquetes, convenciones y pequeños grupos privados. Además disponen de una excelente bodega donde se puede encontrar una amplia selección de vinos. Cualquier día de la semana es normal que se mezquen grupos de turistas, con empresarios y toledanos.

La Hacienda del Cardenal, un jardín en pleno centro de Toledo

En el h otel Hacienda del Cardenal, se encuentra el restaurante del Cardenal, con capacidad para 250 personas, que ocupa la parte alta de esta quinta de recreo de la ciudad instalada en un palacio del siglo XVIII. Los cinco comedores del restaurante son sobrios y acogedores a la vez, con un toque de modernidad y siempre con las mejores materias primas. En época estival, el restaurante se traslada a los extensos jardines de tradición musulmana, inundados por el aroma de sus flores, adornados con fuentes y cipreses, que nos permiten contemplar los incomparables atardeceres mientras solo se escuchan el trinar de los pájaros y el tañir de campanas de las innumerables muestras de arte religioso. Su fama le viene de su gran cocina con horno de leña de encina permite la preparación a la antigua usanza castellana de los inconfundibles asados de cochinillo y cordero, así como los populares guisos de perdices etfadas a la toledana.

Restaurante Palacios, comida casera a buen precio

En Toledo se puede comer bien y barato. El restaurante Palacios lleva toda la vida dando menús a turistas y toledanos. En este rincón del Casco Hisótico se puede comer desde desde 6,50 euros y también se hacen encargos para grupo. Su éxito radica en la comida casera con platos típicos de Toledo con especialidades en cochinillo al Palacios, pisto manchego, cordero Asado, perdiz a la toledana y su famosa tarta de queso. Es uno de los sitios en los que se mezclan a diario los turistas con los toledanos que trabajan en el Casco y que buscan un lugar cómodo, asequible y de calidad para comer.

Monterrey: 50 años de historia

En una las zonas más bonitas de la ciudad se encuentra el restaurante Cigarral de Monte Rey, un lugar increíble por las maravillosas vistas de Toledo. Lleva más de 50 años dedicado a dar servicio a los turistas que visitan la ciudad en un precioso edificio que cuenta con capacidad para 500 comensales, distribuidos en dos grandes salones disfrutando de la vista de Toledo, un salón en planta baja y dos terrazas. Tiene, además, una terraza ajardinada al aire libre para verano y un mirador panorámico, un local moderno y elegante de uso privado en la parte superior del restaurante, acristalado y climatizado, con ascensor panorámico y una gran vista sobre toda la ciudad Imperial. En la mesa destacan las cremas y sopas naturales, las ensaladas y quesos, los revueltos y embutidos, los arroces y pescados, así como todas las carnes de la sierra de Toledo.

La Fábrica de Harinas, en la Judería Mayor

En la misma Judería Mayor toledana, ubicado dentro del céntrico Hotel San Juan de los Reyes, se encuentra el restaurante «La Fábrica de la Harinas» en una apuesta por la cocina tradicional toledana con aires de vanguardia. En este auténtico territorio histórico se ofrecen propuestas culinarias como el pastel de verduras al natural gratinado con muselina de ajo, la suprema de salmón sobre tallarín de puerro a la crema agria y la tarta de yema tostada con helado. Todos los platos revelan ser amantes de la gastronomía castellana y perseguidores de las nuevas tendencias. «La Fábrica de Harinas» ofrece también una selección de tapas innovadoras para disfrutar en una bonita terraza o en el interior de este restaurante que tiene una capacidad máxima de 150 comensales y un salón privado.

Alfonso VI, un viaje al pasado

El restaurante Alfonso VI está situado en el recinto del hotel que le da nombre, en una localización privilegida entre lo barroco y lo neoclásico de la histórica y artística ciudad de Toledo, frente al Alcázar. Su decoración clásica y su exterior recuerdan a un castillo medieval. Especializado en carnes y pescados, ofrece una cocina castellana elaborada cuidadosamente con productos autóctonos y de mercado. Entre sus platos destaca la famosa perdiz de tiro a la toledana y para acabar con un toque dulce, el delicioso postre de arroz con leche y canela. De lunes a domingo, se puede disfrutar de un completo menú del día, formado por un primer plato (con 3 opciones para elegir), un segundo plato (también con 3 opciones) y postre.