Nacido el 4 de julio

El cambio socialista ha comenzado. Los populares han conseguido 17 de los 33 escaños. Insuficientes. El apoyo de Podemos ha sido relevante para la investidura pero que nadie tema aquí, en nuestra tierra, la creación de un Frente Popular . Cumplirá sus compromisos pero la esencia del Programa será socialista. Su apuesta por los medios digitales durante la campaña ha sido de proximidad y cercanía. No debe olvidarlo cuando se instale en el Palacio de Fuensalida.

Estoy seguro de que el presidente EGP recordará las palabras de Indalecio Prieto «Lo primero es España». Empezando, lógicamente, por Castilla-La Mancha.

Page llega a la cumbre del poder regional con 47 años y con una experiencia y madurez acreditadas para que nuestras gentes puedan despejar incertidumbres. Incertidumbres y miedos. Es necesario ilusionar a los ciudadanos tan castigados por la maldita crisis. Recibe una herencia más desahogada que la que recibió María Dolores de Cospedal , la presidenta de los tiempos difíciles.

Sin ataduras

Page lo ha sido todo en la región. Y aterriza «con mucha humildad». Que nadie espere de él hacer seguidismo de sus antecesores. Tiene criterio propio y, a pesar de ser un alumno muy aventajado de José Bono –su discurso improvisado de 120 minutos ante las cortes fue un modelo de oratoria- «va a gobernar» –me confirma uno de sus colaboradores- «sin ataduras». Va a ser un presidente «pegado a la calle», dialogante y con el despacho abierto de par en par. Son buenas intenciones pero los ciudadanos necesitamos hechos.

Este «radical de la moderación» quiere una Castilla-La Mancha «libre de corrupción». ¿Y quién no? Una actitud elemental de las personas decentes para olvidar los eternos días de despilfarros que nos han llevaron hasta el «austericidio». La transparencia será otro de los ejes de su mandato. Saber a dónde va cada euro del contribuyente. Entronca esta idea con el gesto de entregar al presidente de las Cortes el programa del partido con el que ha concurrido a las elecciones y su declaración de la Renta. Con ello, ha firmado un contrato de cuatro años con el pueblo soberano que le obliga a ser fiel a su palabra. Un discurso en la mejor tradición del extinto CDS de Adolfo Suárez . Para un castellano de Toledo (o de Ávila) no hay mayor honor que cumplir la palabra dada.

Serán necesarias «políticas de precisión» muy valientes para mejorar el bienestar de los castellano-manchegos sin endeudarse demasiado. El empleo es la gran asignatura pendiente de España entera (y en especial de C-LM). Ese Plan de Choque para los 60.000 parados a los que se les han agotado las prestaciones, la creación de empleo juvenil y la dependencia son prioridades para emplear bien los dineros públicos. Tiene una ventaja; no se encontrará con facturas sin pagar como le sucedió al PP.

Este 4 de julio tan simbólico comienza una nueva era política. La era E (de Emiliano). El único punto en común con Cospedal es que sus experimentos sociales serán examinados con lupa por Madrid. Lo que haga de hoy en adelante -en especial en sus relaciones con Podemos- estarán en el punto de mira de Ferraz por si en noviembre las urnas se llenan de otros votos emergentes.

Es una lástima que Ciudadanos no tenga ni un escaño en las Cortes con más de 50.000 votos. Ya hemos visto cómo ha propiciado cambios de largo alcance sin mercadear con las poltronas. Hoy la moderación que predica el presidente EGP –el extremo centro- es el cauce más adecuado para avanzar hacia adelante. En eso consiste ser progresista: en no detenerse ante las adversidades. Al igual que hicimos hace cuatro años, al nuevo presidente le deseamos lo mejor. Emiliano es el político más avezado de la región. De firmes convicciones constitucionalistas. Y un referente ya para los socialistas españoles. Un político honrado. Hoy 4 de julio ha nacido un presidente. Un toledano con horizontes… muy lejanos.