Ciudades saludables, ciudades felices

Un año más se celebra el Día Mundial de la Arquitectura, primer lunes del mes de octubre. Este año la Unión Internacional de Arquitectos (U.I.A.) ha propuesto el lema «Ciudades saludables, ciudades felices» para que en todo el mundo se lleven a cabo actividades que entre otras cosas pongan de manifiesto el papel de la arquitectura y el urbanismo, también el de los arquitectos, en la vitalidad de los asentamientos urbanos y el bienestar de sus habitantes.

De esta forma los arquitectos mostramos nuestro apoyo responsable a las instituciones internacionales que velan por la salvaguarda del planeta, a través de la defensa de la calidad del aire, el agua, la tierra y demás elementos que contribuyen a la salud de los asentamientos urbanos.

La arquitectura, que siempre ha sido reflejo del momento y de la sociedad en la que se desarrolla, no es ni puede ser ajena al hecho de que para propiciar la salud, la felicidad y la calidad de vida de los ciudadanos. Resulta necesario diseñar y construir espacios, instalaciones, edificios públicos, viviendas y paisajes urbanos dotados de los elementos necesarios, conceptuales y materiales, que permitan conformar ciudades cada día más saludables.

También es de vital importancia la labor desarrollada desde el urbanismo al diseñar la ordenación y ocupación del territorio, así como los nuevos desarrollos urbanos proyectando las áreas de crecimiento de nuestras ciudades. Densidad de población, infraestructuras, comunicaciones, intermodalidad, climatología, ruido, espacios públicos, zonas verdes, tráfico, contaminación, calidad del aire, etc. son conceptos que han de ser tenidos en cuenta cada vez más ya que inciden directamente en la salud, bienestar y felicidad futuras de los ciudadanos.

Y todo ello dentro del marco de unas políticas de desarrollo sostenible, como se puso de manifiesto en la pasada edición del Día Mundial de la Arquitectura, donde cultura y arquitectura deben actuar como motores del desarrollo social, económico y cultural, potenciando además aquellos aspectos que en temas de salubridad, sanidad, seguridad y sostenibilidad medioambiental, tienen tanta importancia para la salud de la ciudad y por tanto para facilitar la felicidad de sus habitantes.

Para lograr estas metas las ciudades han de crecer saludablemente en sus zonas de desarrollo, con nuevos formatos y políticas de análisis, proyecto, y gestión del territorio y del paisaje, pero también han de someterse a un inexcusable proceso de reciclado en sus áreas consolidadas y construidas.

En esa línea de actuación y en aras de estos objetivos, desde el Colegio de Arquitectos se están apoyando decididamente las políticas de fomento de la «Rehabilitación Arquitectónica integral de barrios y edificios» como un paso imprescindible para la salud urbana, al mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en cuanto a seguridad, eficiencia energética y accesibilidad.

Los arquitectos hemos de seguir trabajando en el diseño de un entorno construido sostenible, mediante una práctica profesional ética y responsable en las áreas de energía y materiales, diseño y ejecución. Para ello necesitamos la colaboración de la administración y el entendimiento de la sociedad, pero sólo de esta forma infundiremos energía y vida a nuestras ciudades, aseguraremos su viabilidad, evitaremos su degradación y nos anticiparemos a su posible deterioro. Solo de esta manera nuestras ciudades serán cada vez más saludables y los que las habitamos tendremos argumentos para ser algo más felices.

Manteniendo el compromiso social adquirido desde hace un siglo como organización profesional, las demarcaciones provinciales del Colegio de Arquitectos de Castilla La Mancha han programado diversos actos que se van a llevar a cabo con motivo del Día Mundial de la Arquitectura.