Hawái, las vacaciones de Noa

El triatleta toledano Pedro Tomé (45 años) encara los dos últimos meses de preparación antes de su participación en el más antiguo y prestigioso triatlón del mundo

Hawái, las vacaciones de Noa ana pérez herrera

manuel moreno

Noa es la única hija de Mari Carmen Ramírez y el triatleta toledano Pedro Tomé . Esta niña de 7 años juega a la «Nintendo» mientras su padre explica la fase de los entrenamientos en la que se encuentra para competir ... el 11 de octubre en el Ironman de Hawái , la prueba reina de la disciplina más exigente del triatlón: 3,86 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie.

Parece que Noa está ausente, pero no. Ni mucho menos. Lo que sucede es que la chiquilla se sabe la historia de su padre mejor que él, porque le ha acompañado a todas las competiciones importantes a las que Pedro Tomé (45 años) ha acudido desde que en 2012 debutó en el Ironman de Lanzarote , catorce años después de comenzar en el triatlón.

Precisamente en la isla de los volcanes, el triatleta logró en mayo el pasaporte a «La Meca» de esta exigente disciplina al ganar en su grupo de edad (45-49 años). Y lo hizo bajando una hora el tiempo que había invertido dos años antes en la misma prueba.

Noa estuvo en la isla canaria y también estará en Hawái , donde ella podrá disfrutar de unas vacaciones y su padre, entrenador personal, verá cumplido un sueño «con el esfuerzo de todos», recalca Pedro mientras acaricia la cabeza de su hija y recuerda el comienzo de verano tan duro que ha tenido por una operación de corazón a su madre.

Desembolso económico

Al Ironman de Hawái , el más antiguo y prestigioso triatlón del mundo, no va cualquiera. Hay que ganarse la clasificación y, además, tener unas buenas espaldas para aguantar el desembolso económico que requiere la prueba. Solamente la inscripción le ha costado a Pedro 650 euros.

Y es aquí donde los patrocinadores juegan un papel muy importante, esencial, para cubrir los 4.000 euros que al triatleta toledano le costará el viaje. El deportista de Carrasco es Ciclismo viajará a la isla estadounidense también con el apoyo de Ceepo , una marca japonesa de bicicletas cuyo dueño está enamorado del Ironman de Hawái; del Restaurante Abrasador , del Hotel Beatriz y de Damasquinados Suárez , sus principales mecenas.

En Hawái, a Pedro no le faltará el apoyo directo de su mujer y nutricionista de cabecera. Desde Toledo, Diego Carrasco, dueño del club Carrasco es Ciclismo, también le apoyará. «Sin él, no hubiera sido posible este premio gordo», confiesa el triatleta.

Y Noa podrá bañarse en las mismas aguas donde su padre tendrá que competir sin neopreno. La organización lo prohíbe en la prueba de natación, al estar la temperatura del océano por encima de los 21 grados centígrados en Kailua-Kona, donde se disputa la competición. Por ese motivo, el preparador físico del toledano, Pablo Cabeza ( www.dorsalcero.net ), está machacando este segmento. Así, Pedro nada diariamente tres kilómetros, cinco días a la semana.

El triatleta reconoce que el entrenamiento para el Ironman de Hawái le está costando mucho esfuerzo, porque su temporada generalmente comienza en noviembre y termina en mayo. No obstante, este agosto ha tenido un pequeño incentivo en Agramón (Albacete) -su última competición antes de Hawái-, donde logró el tercer puesto en el Campeonato Regional de Triatlón Sprint para Veteranos.

Ahora por delante, agosto y septiembre para «meter» kilómetros al cuerpo, tanto en bicicleta como en carrera, hasta Hawái, la próxima parada. Allí Noa podrá seguir entreteniéndose con su «Nintendo» .

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