En el momento más difícil

María Dolores de Cospedal espera llegar a alcanzar pactos de Estado por el empleo o la regeneración pero lo importante es la actitud que Pedro Sánchez tome con el presidente Rajoy respecto al reto soberanista catalán

por antonio regalado

15/07/2014
Actualizado a las 14:28h.

Los socialistas han abierto un camino sin retorno para democratizar los partidos. Es un gran paso en la dirección correcta. La votación para nombrar secretario general ha permitido a los militantes expresarse en libertad. Y volverán a hacerlo para elegir candidatos a las generales, a ... las autonómicas y a las alcaldías importantes. El resto de partidos tendrá que abrir las puertas de par en par para que se ahuyente la corrupción interna y, con transparencia, se regenere la vida política. Ha ganado Pedro Sánchez, el mejor de los tres candidatos según la mayoría. En Castilla-La Mancha ha vencido a Madina por un estrecho margen. Ciudad Real y Guadalajara apostaron por el joven vasco. Pedro Sánchez ha pateado las principales ciudades de la región. Apadrinado por José Bono que le cedió a su hombre de confianza José Luís Peña, para que le centrara el mensaje, ha alcanzado una suficiente mayoría. El secretario general de los castellano-manchegos, Emiliano García-Page, está contento porque «el PSOE sigue en el centro de las grandes decisiones, aunque siempre con el corazón a la izquierda».

La presienta de la Junta de Comunidades y de los populares María Dolores de Cospedal también se ha pronunciado al respecto; «Esperamos encontrar –ha dicho- una persona con la que poder hablar de pactos» mientras el portavoz parlamentario en el Congreso, Alfonso Alonso ofrece diálogo a Sánchez para negociar «empleo y regeneración». Tras su encuentro con Susana Diez, Pedro Sánchez visitará al rey Felipe VI y será recibido en lo Moncloa. Allí tiene su cita más importante con Mariano Rajoy porque lo que hay que definir sin ambigüedades es, si el Partido Socialista Obrero Español apoya sin fisuras la unidad de España frente a los separatismos vasco y catalán o nos entretiene un rato más con la milonga de la España federal (asimétrica) mientras sus socios catalanes del PSC se decantan por el derecho a decidir. Luego, llegarán los pactos por el Empleo, por la reforma de la Carta Magna, por la Educación, el Agua, la regeneración y contra la corrupción. Pero lo primero es la unidad nacional.

Que el PSOE comenzara a apuntalar sus siglas nacionales frente a la sopa de letras de la actualidad (PSCLM-PSOE, PSA-PSOE ó PSC, sin PSOE) nos tranquilizaría a muchos españoles que no queremos un PS a la deriva. ¿Por qué no dar una nueva imagen con las siglas PSOE como referente abandonando los reinos de Taifas? Lo sabremos pronto. Si el joven secretario general quiere conservar los valores del partido debe recordar que los pactos anti-natura (el del Tinel o el del Tripartito) terminaron por asfixiarlo entre el fuego cruzado de los izquierdistas y los nacionalistas. Otros ejemplos de destrucción masiva los predicó y practicó en las islas Baleares o en Galicia. Chunda, recuérdalo tú y recuérdalo al inquilino de Ferraz 80.

Algunas de las propuestas de Sánchez parecen razonables: acabar con la financiación privada de las organizaciones políticas y de sus fundaciones, tanto en el PSOE como en el resto de formaciones políticas y promover el cambio de la Ley Electoral y de la de Financiación de Partidos Políticos para eliminar la financiación privada superior a 2.000 euros por persona y año. Democracia es saber dónde va cada peseta/euro del contribuyente.

La gran tentación de escorarse a la izquierda –la tiene ya en nuestra tierra- sería ocupar poder en las autonómicas y locales de mayo/2015, con IU y Podemos, lo que el propio secretario general define como «empezar a ganar. Esperemos que sepa elegir bien a los compañeros de viaje.

Sería deseable que los inicios sean modestos: consolidar el partido, retrasar las primarias presidenciales que podrían desestabilizar más al PSOE y aprovechar su fuerza parlamentaria actual para frenar con PP y UPyD el proyecto soberanista de Artur Mas.

Pedro Sánchez, accede por vez primera al cargo de forma democrática directa. Y marca un camino. Llega en los momentos más difíciles. Que aprenda de los presidentes del Gobierno don Práxedes Mateo Sagasta y don José Canalejas Méndez, dos liberales progresistas que gobernaron en tiempos de desesperanza y desencanto, como hoy. En política un hombre vale lo que vale su palabra. Pero rectificar a tiempo (como en su promesa de convocar las primarias en noviembre) es de sabios. El diputado madrileño ha adquirido voluntariamente una responsabilidad enorme para cambiar de cuajo su partido, el PSOE y España. Nada más. Nada menos. En los próximos cien días tendrá que desvelar su programa. Su futuro es nuestro futuro. Le otorgamos cortésmente los cien días de gracia para que aterrice e inicie el despegue. Y le deseamos lo mejor porque será bueno para todos nosotros. ¡Que nuestro amigo Chunda le centre el mensaje aunque su corazón siga a la izquierda! Como el de todos, por cierto.