año greco
Una exposición única e histórica para encumbrar a Toledo
El Museo de Santa Cruz, un espacio único para la muestra «más relevante, más importante y más significativa» que se ha hecho hasta hora del Greco, en palabras de Marañón. «El Griego de Toledo», con obras llegadas de 27 ciudades de todo el mundo, ya se puede disfrutar
Una exposición única e histórica para encumbrar a Toledo
«El Griego de Toledo: Pintor de lo visible y lo invisible» es un montaje perfecto que se abre con el gran «Vista y Plano de Toledo» y, a su izquierda, con el «Autorretrato», que ha llegado desde Nueva York para participar en la muestra ... más importante que se ha hecho sobre el Greco y que encumbra a Toledo como capital mundial de la cultura. Unos pasos más adelante, el visitante se sorprende con la «Vista de Toledo», recién llegado también de Estados Unidos, y el mítico «Caballero de la Mano en el Pecho», de Museo del Prado.
Estos últimos días han sido de muchas emociones para los que llevan cuatro años trabajando en la Fundación y han luchado denodadamente por traer las obras. Pero también para muchos toledanos que han vivido con emoción poder contemplar, la mayoría por primera vez, cuadros como «Vista de Toledo» o el «San Martín y el Mendigo», que también aterrizó en Madrid hace unos días desde la National Gallery de Washington o «la Adoración del Nombre de Jesús», de Londres. Y es que, como dijo Marañón el día de la presentación, «solo en Toledo podíamos hacer esta exposición».
La entrada a la muestra ya impresiona. Una luz tenúe para encontrarse con el mundo greco. Es la primera impresión que conduce a un lugar mágico para los enamorados del Greco, pero también para muchos toledanos que van a ver cuadros que abandonaron la ciudad y que vuelven a casa, aunque sea por unas semanas. En esta primera parte están el pintor, su hijo y su ciudad de adopción.
La exposición continúa con sus iconos cretenses y venecianos, sus tablas, como la ya popular «La dormición de la Virgen», protegida por unos cristales por su importante valor religioso. Es importante porque hace cien años, en su III centenario de 1914, en la que se tenían de él solo 37 documentos, no había ni una sola obra de su época de cretense, ni de sus años griegos o venecianos. Es en esta parte de la muestra en donde se han instalado sus lienzos y sus grandes retratos. El centro de la sala está animado por una videoinstalación de Joaquín Bérchez. De ahí parte el brazo norte del hospital, que está dedicado a sus lienzos españoles para la devoción de privados y feligreses, «una actividad que le permitió multiplicar su producción, menos lúgubre y dramática, menos expresionista y torturada, de lo que se nos ha hecho pensar», según se explica en la información facilitada por la Fundación Greco 2014.
El brazo del fondo nos lleva a sus nueva profesión toledana, más lucrativa con su taller. «Y nos muestra que Doménico pensaba también en sus espectadores, y en establecer lazos entre su visión y sus obras colocadas en el espacio, a veces sorprendentemente en sitios inesperados, no solo dispuestos frontalmente o a nuestra altura, como si fueran obras de museo, que no lo eran», afirman. Se ha reconstruido para la ocasión el retablo de la iglesia de San Vicente Mártir, presidido por la impresionante «Inmaculada Ovalle», flanqueada por «San Pedro» y «San Ildefonso».
El último brazo nos inserta de lleno en ese mundo de lo visible, sus retratos, sus imaginaciones de lo numérico o solo revelado y las formas de su interacción, en un cuerpo femenino o en un nocturno portal destartalado. Pone un importante énfasis en su labor como retratista, la única con la que obtuvo fama y el reconocimiento de sus clientes contemporáneos, incluso a pesar de su contraste con el tip de retrato vigente en la España de Felipe II. «El Griego de Toledo» presenta al Greco como pintor de imágenes devocionales en España, vinculándose esta actividad con sus estrategias comerciales y su tendencia a la réplica seriada de sus composiciones, así como a la difusión final de las mismas a través de la estampa, medio que le permitía ampliar su oferta y diversificar sus clientes
El Museo de Santa Cruz es la sede, junto a los llamados Espacios Greco, de la mayor exposición jamás realizada de la obra del pintor: la Sacristía de la Catedral de Toledo, la Capilla de San José, el convento de Santo Domingo el Antiguo, La Iglesia de Santo Tomé y el Hospital Tavera. Estos espacios conservan los lienzos originales, lo que ofrece a la exposición un carácter único e irrepetible fuera de Toledo.
Las obras que se pueden ver
Entre las obras que se pueden ver en el Museo de Santa Cruz a partir de hoy destacan: El arquitecto Andrea Paladio (Copenague. Dinamarca. National Gallery of Denmark); Vista de Toledo (Nueva York, USA. The Metropolitan Museum of Art); San Martín y el mendigo (Washington, USA - The National Gallery); Cristo en la Cruz con dos donantes (París, Francia. Museo de Louvre); San Lucas pintando a la Virgen (Atenas, Grecia. Benaki Museum); La Dormición de la Virgen (Syros,Grecia. Iglesia de la Kolmesis); Tríptico de Módena (Modena, Italia. Galleria Estense); El soplón (Nápoles, Italia. Museo di Capodimonte); La Adoración de los pastores (Roma, - Galleria Nazionale dŽArte antica Palazzo Barberini); La Adoración del Nombre de Jesús (Londres, UK -The National Gallery); San Pedro y San Pablo (San Petersburgo, Rusia. The State Hermitage Museum), que llegará el día 19-; Retrato de un escultor (Ginebra, Suiza. Colección particular); San Pedro y San Pablo (Barcelona. Museo Nacional de Arte de Cataluña); La Coronación de la Virgen (Guadalupe, Cáceres. Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe); El caballero de la mano en el pecho (Madrid - Museo Nacional del Prado): La Adoración de los pastores de Sto. Domingo el Antiguo- (Madrid. Museo del Prado); La Anunciación (Madrid. Fundación Thyssen- Bornemisza); San Sebastián (Palencia. Obispado de Palencia) y Jorge Manuel Theotocópuli (Sevilla. Museo de Bellas Artes de Sevilla).
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