
Los videojuegos de carreras de coches que hicieron historia
El género ha marcado en todas las épocas es listón técnico. El último ejemplo es «Gran Turismo 6», lanzado esta semana
Actualizado: GuardarEl género ha marcado en todas las épocas es listón técnico. El último ejemplo es «Gran Turismo 6», lanzado esta semana
12345678910Primeras carreras
Space Race Las primeras carreras en los videojuegos llegaron desde el espacio, como tantos otros pioneros. «Space Race» (1973) está considerado como el primer juego de velocidad de competición. Los dos jugadores corrían en una pantalla partida, moviendo la nave de izquierda a derecha para sortear meteoritos y otros vehículos en un entorno en blanco y negro. A lo largo de la década de los setenta los nuevos títulos añadieron las novedades que conformaron el género: «Speed Race» (1974) es el primero en utilizar coches, «Road Race» (1976) fue el primer juego con vista trasera del vehículo, y «Night Driver» fue la vanguardia de la vista primera persona, donde el jugador adopta el punto de vista del piloto.
Pole Position
«Pole Position» (1982) supuso toda una revolución en los videojuegos en general, no solo en los de carreras, por su calidad técnica y jugabilidad. Popularizó la vista por detrás del coche y la estableció como punto de vista habitual, un criterio seguido en los demás juegos hasta hoy. El clásico fue el primero en correr sobre la recreación de un circuito real (Fuji, Japón) y el primero en utilizar el sistema de clasificación por tiempos. Los gráficos de este videojuego de Fórmula 1 estaban por encima de los demás títulos. Creó una auténtica sensación de velocidad con el cuidado de las perspectivas para adelantar vehículos, unas bases que ya había fijado «Turbo» (1981), pero que «Pole Position» llevó a un nivel superior.
Out Run
Out Run «Out Run» (1986) marcó una época con su estilo «arcade», es decir, los juegos donde no prima la simulación, sino que el realismo en la conducción pasa a segundo plano en favor de la jugabilidad (coches más resistentes a golpes, curvas menos pronunciadas para poder mantener la velocidad, saltos increíbles...). En «Out Run» los jugadores debían pasar por las metas volantes antes de que el contador llegara a cero para poder seguir avanzando, subido a un Ferrari rojo en unas carreteras de California llenas de detalles en las aceras y con una rubia de copiloto. Estableció también una de las constantes en los juegos de coches: el cuidado de la música; en «Out Run» se podía elegir entre tres pistas de radio diferentes. La elección del camino determinaba finales diferentes, toda una novedad en una época que no salía del desarrollo lineal de los juegos.
Indianapolis 500
Inidanapolis 500 «Indianapolis 500» (1989) está considerado como el primer simulador de carreras real (al menos todo lo real que era posible a finales de los ochenta), con un número auténtico de coches en competición y un número de vueltas al circuito también fiel (hasta 200, aunque se podían correr menos para evitar el tedio). El juego permitía modificaciones en el vehículo (frenos, depósito, aerodinámica..) que luego tenían incidencia en la conducción, así como los daños repercutían en la velocidad. La vista en primera persona no era nueva, pero nunca hasta entonces se había visto con tanto detalle el cuadro de mandos y el retrovisor.
Velocidad futurista
F-Zero La ciencia ficción enseña que los coches del futuro no tendrán ruedas, sino que flotarán sobre carreteras sin asfalto a un ritmo vertiginoso. «F-Zero» (1990), ambientado en un lejano siglo XXVI, ofrecía una velocidad nunca vista en medio de unos circuitos llenos de imaginación, giros y trampas. «F-Zero», uno de los títulos de lanzamiento de la consola Super Nintendo, demostró la potencia de la nueva máquina. Igual que otro juego del mismo estilo de carrera futurista hizo años más tarde: «Wipeout» (1995) marcó en la recién nacida PlayStation el límite de la velocidad en un juego vertiginoso como nunca, animado en la cultura de club con una música DJ que imprimía el ritmo de las carreras.
Mario Kart
«Mario Kart» (1993) abrió un nuevo estilo dentro del género de juegos de carreras. Los personajes de la saga Mario Bros competían en un circuito cerrado donde la velocidad y la habilidad al volante no era el único factor para ganar. La novedad del juego era la cantidad de elementos en el recorrido para obtener ventaja: objetos para lanzar a los rivales, premios para aumentar la rapidez… «Mario Kart» abrió una nueva rama: las carreras de combate, muy explotada posteriormente.
Daytona USA
Daytona USA Cuando «Daytona USA» (1993) entró por primera vez en las salas recreativas la diferencia de calidad con el resto de juegos era enorme. El mejor de la época visualmente con diferencia: coches en 3D con textura, vibración en la cámara, interacción real con la pista (humo en derrapes, partículas despedidas del suelo...). La compañía Sega dominaba el género y fijaba el listón técnico. Un año antes ya marcó el camino tridimensional con «Virtua Racing» (1992) y un año después daría otro título para la historia, «Sega Rally Championship» (1994). «Daytona USA» completaba la experiencia en los salones de juego con la caja de cambios y la agitación del asiento.
Need for Speed
Need for Speed «Need for Speed» (1995) supuso una revolución por el nivel de detalle de los coches y de la carretera, con tráfico incluido, los sonidos del vehículo en un estilo ambientado en la cultura del «tunning». Y, sobre todo, por la jugabilidad de un título «arcade» marcado por las vertiginosas persecuciones policiales en entornos urbanos. La franquicia todavía sigue viva después de casi una veintena de entregas (ya dispone también para PS4 y Xbox One) con su habitual equilibrio entre la simulación de conducción y, su principal punto fuerte, las frenéticas misiones a,más de 200 kilómetros por hora con una gama de potentes vehículos reales.
Gran Turismo
Gran Turismo 1 El mercado de juegos de coches «arcade» estaba saturado cuando surgió el título de simulación de carreras por excelencia, «Gran Turismo» (1997), el juego con más copias vendidas en PlayStation. El realismo de los vehículos no tenían comparación: coches auténticos cien por cien, desde deportivos a utilitarios; conducción creíble, más aún con el sistema de licencias para la evolución del piloto. Su estilo hiperrealista ha alcanzado una nueva cota con la sexta entrega, lanzada esta semana, aunque otros títulos rivalizan técnicamente con él, como la serie «Forza Motorsports».
Midnight Club Street Racing
Midnight Club Street Racing La última década no ha sido revolucionaria en el sistema de juego del género de carreras de coches, sino que ha estado marcada por una sucesión de nuevas entregas de alta calidad de sagas ya reconocidas (Need for Speed se acerca a la veintena, ya son seis los Gran Turismo y cinco los Forza Motorsports...). La última gran variedad notable está en «Midnight Club: Street Racing» (2000) que permite elegir el camino para alcanzar la meta en un mundo abierto.
Menciones de honor. Para la historia también quedarán los «Test Drive» (1987), y sobre todo los títulos de la década de los noventa, muy fecunda en juegos de coches como demuestran las sagas de «Ridge Racer» (1993), «Destruction Derby» (1995), «Collin McRae» (1998), «Driver» (1999). Ya en el siglo XXI destaca la serie «Burnout» (2001).