Cómo «E.T.» precipitó la primera crisis de los videojuegos

El proyecto del videojuego, creado y publicado por la empresa estadounidense en 1982, nació con numerosas deficiencias, posteriormente considerados como despropósitos. Atari pagó una cantidad inédita por los derechos, estimada en 20 millones de dólares, y retrasada por largas negociaciones. Atari quería lanzar el videojuego para la campaña de Navidad, así que apremió a sus desarrolladores. Howard Scott Warshaw, el reputado programador de éxitos como « Yars’ Revenge », fue el encargado de diseñarlo. Sin embargo, el corto periodo otorgado, tan solo cinco semanas, resultó ser fatal para la calidad final.

El director de la película, Steven Spielberg, sugirió hacer un juego similar al popular « Pac-Man », el comecocos. Warshaw, sin embargo, se empeñó en realizar un videojuego más elaborado, incluso captar la sentimentalidad de la película; pero las limitaciones técnicas y las urgencias dieron como resultado un juego de gran dificultad, prácticamente incomprensible y de una calidad gráfica baja incluso para el estándar de la época. «E.T.» debe buscar las piezas de un teléfono para poder llamar a su hogar mientras el tiempo corre en su contra y su vida se acorta por todo, incluso por andar, con el peligro de caer a abismos sin solución.

Atari sobrevaloró las posibilidades del videojuego y produjo cuatro millones de copias, pero solo vendió un millón y medio; aún así está entre los diez juegos más vendido de la historia de la compañía. Las pérdidas fueron enormes. « The New York Times » escribió en 1983 un reportaje sobre un cementerio de desechos de Atari en Alamogordo (Nuevo México, EE.UU.), corroborado por las autoridades de la zona. Medios locales informaron de que allí se enterraron los cartuchos sin vender de «E.T.», aunque la historia nunca se confirmó.

La fabricante de consolas, tocada ya también por las copias sin vender de otros juegos sobreestimados, sumado a la pérdida de talento, pasó de beneficios millonarios en 1982 a 500 millones de dólares de pérdidas al año siguiente. La poderosa Warner, entonces propietaria de Atari, se deshizo de la compañía en 1984. Desde entonces, Atari ha vivido los últimos 30 años con continuas crisis de supervivencia , dificultades financieras y falsos comienzos, a pesar de ser la primera compañía de videojuegos con éxito comercial y una pionera en la industria.

El fracaso de «E.T.» supuso el ocaso de Atari y, con ella, de un modelo de industria basado en el «boom» de juegos de producción barata, muchos plagiados unos de otros, en una infinita diversidad de consolas. Parte de la industria juguetera consideró que los juegos electrónicos habían sido solo una moda. Sin embargo, durante la llamada crisis de los videojuegos, entre 1983 y 1984, nunca dejó de jugarse, ni en máquinas recreativas ni en ordenadores personales, ni en la cada vez más pujante Nintendo, con su consola de gran éxito NES, lanzada en EE.UU en 1985. La compañía japonesa, de hecho, fue la gran responsable de la inmediata revitalización de los videojuegos.