La herencia de Steve Jobs para el mundo de los videojuegos

La vida de Steve Jobs siempre estuvo relacionada, de una manera o de otra, con el mundo de los videojuegos. Para ello basta con remontarnos a los años 70 cuando Atari , empresa líder de los videojuegos en aquel entonces, contrató a un joven desconocido llamado Steve Jobs . Su primer trabajo en Atari fue ayudar en la programación de Basketball , que junto a Pong fueron los juegos más clásicos de la empresa estadounidense.

Poco después Atari empezaría con un nuevo proyecto llamado Breakout , comúnmente conocido como Arkanoid . La placa prevista para este nuevo título fue encargada a una empresa llamada Cyan Engineering pero Al Alcorn , jefe del proyecto, decidió ofrecerle a Jobs la oportunidad de crear un prototipo mejorado, por el que le pagaría 100 dólares extra por cada circuito integrado que fuese capaz de eliminar con respeto al diseño original.

Tras cuatro días, y con la ayuda de su amigo Stephen Wozniak , consiguió eliminar 50 circuitos del diseño base que posteriormente sería rechazado por Atari por ser demasiado compacto y no ajustarse a la producción de la empresa. Esta primera colaboración entre Jobs y Wozniak les animo a unir sus fuerzas y crear un ordenador casero que daría nombre a la empresa que ha revolucionado el mundo de la tecnología, Apple.

Tras ciertos cambios directivos, que pasaban por alto su pasión por la innovación, Jobs dejó Apple y durante ese periodo de tiempo tomó dos decisiones realmente notables. Compró una compañía procedente de LucasArts que había contratado por Disney y que acabó siendo el actual sinónimo de la animación tridimensional, PIXAR . Por si fuera poco fundó una nueva firma de tecnología llamada NeXT , la cual se llevó en su vuelta a Apple y con la que crearía uno de los sistemas operativos más robustos concebidos hasta la fecha, OS -X.

Tan solo dos años después de la vuelta de Steve Jobs , Apple volvía a estar en la cima. Ya habían lanzado el primer Ipod , que supuso toda una revolución en el campo de ocio portátil y de la venta de productos multimedia, convirtiendo lo que entonces se conocía como descarga ilegal de música en el modelo de negocio más exitoso de la actualidad, la descarga de música firmada a través de iTunes .

Pero el verdadero punto de inflexión que cambio por completo el mercado portátil de videojuegos fue la llegada del iPod Touch y su hermano mayor el iPhone . Un dispositivo que en aquel entonces parecía un capricho al alcance de muy pocos pero que, a día de hoy, forman parte de nuestra vida cotidiana, el llamado Smartphone . Jobs vio el potencial de estos dispositivos más allá de un centro multimedia portátil y distribuyo las herramientas de desarrollo para sus nuevas creaciones.

Fue entonces cuando pasamos de jugar a juegos para móviles desarrollados con programación Java , que poco tenían que ofrecer, a disfrutar de juegos realmente elaborados. En algunos casos con mejor apartado técnico y jugable que en las portátiles de aquel entonces, Nintendo DS o PSP .

De este modo, Jobs no solo revolucionó el mundo del contenido multimedia sino que había roto por completo el mercado de los videojuegos portátiles, gracias a un dispositivo móvil que ofrecía horas de diversión sin necesidad de un soporte físico y con unos precios por aplicación completamente imbatibles. Todo esto sumado al App Store , una tienda donde por fin podíamos acceder a los juegos de manera fácil y ordenada, sin necesidad de promociones telefónica que nos hacían enviar incontables mensajes de texto para conseguir un único título a cinco euros.

La potencia alcanzada en la actualidad por estos dispositivos ha permitido que desarrolladoras de prestigio, como Id Software o Epic Games , hayan adaptado sus motores gráficos de última generación a aparatos móviles que caben en cualquiera de nuestros bolsillos, y gracias a ello juegos como Rage o Infinity Blade son capaces de mostrar gráficos muy similares a los vistos en las consolas de la actual generación o PC. Pero la mayor fuente de ingresos en aplicaciones digitales vienen de la mano de otras mentes creativas, capaces de crear juegos cuya simpleza sea solo comparable a su diversión e ingenio. Juegos como Angry Birds o Cut The rope que han trascendido más allá del ocio y se han convertido en una marca, en un icono que forma parte de la cultura actual.

Steve Jobs fue, sin el menor atisbo de duda, sinónimo de innovación y progreso, un ejemplo de que si nos proponemos algo y ponemos nuestra vida en ello todo es posible. Se va el propulsor de la nueva generación de juegos para móviles y la mente que nos puso sobre la mesa el mejor y más asequible sistema para adquirirlos, pero todo continúa y otros tomarán su relevo.