Cuando Yoshi salvó a Mario

Yoshi no fue el primer compañero animal del fontanero. El primitivo Donkey Kong, al fin y al cabo, era la mascota del primer Mario, entonces conocido simplemente como Jumpman. Pero la relación los dos animales con el héroe de Nintendo es muy diferente. En «Donkey Kong» (1981), el juego que supuso la primera aparición de Mario , el gorila escapaba de su jaula y secuestraba a la novia del entonces carpintero. En «Donkey Kong Jr.» (1982), Mario directamente tenía engrilletado al animal, era el villano del juego (algo insólito ahora), mientras que el protagonista era un pequeño gorila que debía liberar a su padre.

La relación de Mario con los animales ya no volvió a ser tan tortuosa, al contrario. Y mucho menos con Yoshi. El dinosaurio, creado por Shigefumi Hino, ha ido evolucionando en función de las necesidades de los juegos. De intenso color verde para distinguirlo del rojo y azul de Mario, sus brazos cortos al inicio se alargaron para darle mayor capacidad de movimiento; el color de los zapatos cambió del rojo al naranja; y aumentaron sus habilidades: lengua protráctil como un sapo, convertir personajes en huevos para lanzarlos, frutas que le permiten escupir fuego o volar, puertas que lo transforman… Sin contar con que sabe conducir vehículos (saga Mario Kart), pelear (saga Smash Bros), jugar al golf o al béisbol o practicar cualquier actividad explotada por Nintendo sobre el universo Mario, para crear juegos sin parar con los mismo personajes.

El dinosaurio nunca dejó de pronunciar simplemente la palabra «yoshi», el nombre que le da a él (o ella) y a su especie, los yoshis. Los fantásticos ejemplares salvaron a los hermanos Mario y Luigi cuando eran solo unos bebés, según la historia general creada poco a poco por el corpus de videojuegos, no exenta de lagunas.

El último título, «Yoshi’s New Island», publicado esta semana para Nintendo 3DS, presenta una nueva aventura del dinosaurio como protagonista salvador de un Mario en pañales. Habitualmente presentado como compañero de viaje del fontanero, está considerado por numerosas revistas especializadas como el mejor o entre los mejores compinches de los héroes de los videojuegos de todos los tiempos. Ahora el dinosaurio revive de nuevo como el protagonista de la aventura, un rol que ha vivido intermitentemente desde su creación, con títulos considerados entre los grandes de la historia de las plataformas, como «Yoshi’s Island» (1995) y «Yoshi: Touch & Go» (2005), ambos también ambientados en la época de un Mario recién nacido.