Apple queda en evidencia tras prescindir del cargador y auriculares en la caja de los iPhone 12

Vayamos al grano: la postura de los de Cupertino al respecto es realmente triste, porque le deja en evidencia de una forma tan clara y rotunda que da casi pereza denunciarlo. Pero hay que hacerlo. Apple, una compañía sobresaliente, posiblemente de las más exitosas del planeta, ha decidido dejar de incluir el cargador y los auriculares en la caja del iPhone como parte de su compromiso con el medio ambient e.

La multinacional norteamericana presume de ser una empresa neutra en carbono en todas sus operaciones corporativas mundiales y, para el año 2030, espera haber alcanzado el impacto climático cero en todo su negocio, incluyendo las cadenas de suministro de fabricación y los ciclos de vida de todos los productos. Esto significa que todos los dispositivos vendidos por Apple serán 100% neutros en carbono, desde la extracción de los materiales, la fabricación de los componentes, el montaje, el transporte, el uso por parte del cliente y la carga, hasta el reciclaje y la recuperación de los materiales. Para ello se ha decantado por prescindir en la caja del cargador (adaptador de corriente) y los auriculares (argumentando que "los EarPods que a menudo no se usan"). En su lugar ha optado por incluir un cable de USB-C a conector Lightning . El motivo expuesto por la multinacional estadounidense es que gracias a prescindir de estos dos elementos va a reducir las emisiones de carbono y evitar la extracción y el uso de metales preciosos, con lo que se consigue fabricar embalajes más pequeños y ligeros, y se pueden enviar un 70% más de cajas en un solo palé. "Gracias a todas estas iniciativas, 2 millones de toneladas menos de carbono acaban cada año en la atmósfera, el equivalente a retirar unos 450.000 coches de la carretera al año". Encomiable.

El caso es que la oportunidad para Apple era fantástica, pero al final, entre los usuarios y el dinero, lo segundo ha sido lo primero . Y es que, como era de temer, el precio de los teléfonos se mantiene pese a no contar con dos elementos que de querer adquirlos le costarán al usuario, que va a pagar entre 809 y 1.609 euros , un extra de 44 euros más . Los EarPods son 19€ , y el cargador 25€ , siendo especialmente sangrante lo de esto último porque es que a no ser que cuentes con un iPad Pro actual ni siquiera vale el cargador de cualquier iPhone anterior al tener este entrada de USB estándar en lugar del USB-C.

Los hay que argumentan que Apple no saca más beneficio económico con esta decisión, ya que el coste de fabricación de los iPhone 12 sube notablemente con respecto al iPhone 11 por el 5G. La misma característica que ya está presente en Android de menos de 400 euros...

Uno lo analiza con detenimiento y se lleva las manos a la cabeza pensando la nefasta gestión a nivel de marketing que ha llevado a cabo la firma de la Manzana. Pero claro, después lo piensa en frío y se da cuenta que es indiferente, que esto quedará pronto en el olvido asumiéndose como normal. Sin espíritu crítico y exigencia a los gigantes del sector poco se cambiará. Y lo peor es que con esta decisión posiblemente Apple consiga crear tendencia y termine imponiéndose esta postura en el resto de fabricantes con el consiguiente perjuicio para el usuario.

Y por si hubiera alguna duda vamos a finalizar dejando claro un asunto: los iPhone 12, como la mayoría de los productos de Apple, son unos teléfonos sobresalientes , que estarán un año más entre los mejores terminales del año. Negar eso es tan ridículo como obviar la falta el respeto que supone escuchar a Apple decir que "los modelos de iPhone 12 Pro se han diseñado pensando en el medio ambiente". O lo mismo es eso, que Apple piensa mucho en el medio ambiente pero muy poco en sus clientes, sabedor que desde su posición, desgraciadamente, puede hacer prácticamente lo que le de la gana. Y claro, uno no puede evitar preguntarse, con todos los beneficios de los que ya disfruta, ¿hay necesidad de esto? Sinceramente, con la que está cayendo este 2020 (y que por supuesto Apple no tiene culpa alguna), parece que no, la verdad.