Los medios de comunicación estadounidenses informaron de que X, propiedad de Elon Musk, había enviado una carta al Center for Countering Digital Hate (CCDH) y amenazó con demandar a la organización sin ánimo de lucro por daños y perjuicios no especificados.
En respuesta a esa carta, los abogados del CCDH acusaron a X de «intimidar a quienes tienen el valor de abogar contra la incitación, la incitación al odio y los contenidos nocivos en línea», según informó Reuters. También afirmaron que las acusaciones de X carecían de base fáctica.
La demanda tiene su origen en un informe publicado en julio en el que se exponían las conclusiones de la investigación del CCDH, según las cuales había aumentado la incitación al odio hacia las comunidades minoritarias en la plataforma.
La CEO de X, Linda Yaccarino, tachó de falso el informe y dijo que se basaba en «una colección de métricas incorrectas, engañosas y obsoletas, la mayoría del periodo poco después de la adquisición de Twitter».
En una entrada de blog publicada el lunes, X afirmó que el CCDH había accedido a sus datos sin autorización y le acusó de 'scrapear' datos de su plataforma, violando los términos de X. Reiteró que las métricas contenidas en la investigación se utilizaron fuera de contexto para hacer afirmaciones infundadas sobre la plataforma. Además, la red social ha demandado recientemente a cuatro entidades anónimas de Texas y a Bright Data, de Israel, por el robo de datos.
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