Las razones que han llevado a Zuckerberg a despedir al 13% de sus trabajadores
Meta no piensa desistir en su plan para conquistar el metaverso, según anunció el ejecutivo
Meta, propietaria de Facebook, anuncia 11.000 despidos
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg
27.000 puestos. Ese es el número de empleos que Meta, esa empresa conocida como Facebook hasta el año pasado, creó entre 2020 y 2021, esos años de hiperconexión en los que, al calor de la pandemia de Covid-19, muchas empresas tecnológicas crecieron ... sin freno. Apenas un año después, la situación de la compañía es notablemente diferente. El valor de sus acciones ha caído un 70% y el principal desvelo de su director ejecutivo, Mark Zuckerberg, ya no son esas redes sociales con las que comenzó a transformar el mundo hace cosa de 18 años.
A finales de 2022, el futuro de la compañía, o eso cree el ejecutivo, depende de esa suerte de nuevo mundo virtual conocido como metaverso. Y mientras este sigue generando pérdidas de miles de millones trimestre tras trimestre, y el negocio publicitario en sitios como Facebook y Instagram se resiente, a la empresa le toca realizar recortes. Algunos, además, inauditos en su historia, como es el caso de los 11.000 puestos de trabajo que, según anunció, Meta piensa destruir próximamente. O lo que es lo mismo: el 13% total de la plantilla.
Crisis postpandemia
Efectivamente, muchas grandes empresas tecnológicas han sufrido los efectos de la vuelta a la normalidad después de los momentos más duros de la pandemia. Entre los ejemplos encontramos a Netflix, con la caída en las suscripciones y sus nuevos planes destinados a atraer a nuevos usuarios. También a Microsoft, compañía que, recientemente, también tuvo que hacer importantes recortes en la plantilla. Incluso Stripe, nueva plataforma de procesamiento de pagos por Internet, ha despedido a 1.000 empleados. Y, además, utilizando unos argumentos muy parecidos a los esgrimidos por Meta hace unas horas.
En su carta compartida con los empleados, Zuckerberg apuntó que al comienzo del Covid, el aumento en el comercio electrónico condujo a un crecimiento descomunal de los ingresos de numerosas empresas: «Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo hice, así que tomé la decisión de aumentar significativamente nuestras inversiones».
No obstante, el plan no salió como el ejecutivo esperaba. «No solo el comercio en línea ha vuelto a las tendencias anteriores, sino que la recesión macroeconómica, el aumento de la competencia y la pérdida de señales de anuncios han provocado que nuestros ingresos sean mucho más bajos de lo que esperaba», señala Zuckerberg.
La principal fuente de ingresos de Meta, la publicidad, lleva en desaceleración desde hace meses. La compañía culpa de la situación a Apple y sus nuevas herramientas enfocadas en la privacidad y el surgimiento de nuevas redes sociales con las que se disputa la atención del usuario, como es el caso, especialmente, de TikTok.
En el trimestre pasado, la empresa tuvo el 50% de ingresos netos que en el mismo periodo de 2021. Sin embargo, los gastos aumentaron un 20%. Con este panorama, los inversores han comenzado a alzar la voz sobre la necesidad de redirigir el rumbo de la compañía realizando cambios drásticos en las inversiones, especialmente en lo que afecta a la construcción del metaverso. Cambios que, por el momento, parece que no se van a dar.
Todo al nuevo negocio
El futuro de Meta pasa por el nuevo mundo virtual. Y eso Mark Zuckerberg lo tiene claro y meridiano. Da igual que Reality Labs, la división de la empresa encargada de su desarrollo, pierda miles de millones cada trimestre. La hoja de ruta marcada por el ejecutivo hace apenas un año, cuando anunció que su empresa sería «primero metaverso y después redes sociales» no cambia.
El propio Zuckerberg reconocía en la carta que, durante los próximos meses, la inversión de la compañía va a estar destinada en concreto «a un número menor de áreas de crecimiento de alta prioridad». Entre ellas, evidentemente, se encuentra el metaverso. No importa que durante los últimos meses las pérdidas generadas por la inversión en este nuevo segmento, que se espera -o eso se decía hace no tanto- que mueva cientos de miles de millones para finales de la década, no hayan dejado de aumentar.
En 2022, la sangría ya supera los 10.000 millones de dólares. Y para 2023 todo indica que las pérdidas continuarán creciendo. También es previsible que el número de empleados dedicado a su construcción crezca próximamente, y es que Meta tan solo ha anunciado que piensa congelar las contrataciones hasta inicios del próximo 2023.
Cabe recordar que durante los últimos meses la empresa no ha realizado grandes progresos en la creación del metaverso. Las plataformas que ha diseñado y que prometen ser claves para la extensión de la experiencia generan dudas y, además, sus flamantes gafas de realidad mixta, las Meta Quest Pro, tienen un precio de 1.800 euros, lo que las coloca fuera del alcance del grueso de usuarios.
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La cosa, además, se puede poner más complicada para Zuckerberg en los próximos meses, cuando Apple, como esperan numerosos analistas, presente su primer visor de este tipo y pase a competir directamente con Meta dentro del terreno del hardware.
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