Cómo Elon Musk ha hundido todavía más a Twitter en su pozo de pérdidas
La red social ha perdido un tercio de su valor en los últimos tres meses. La perspectiva para el futuro es incluso peor, a la espera de lo que ocurra en el juicio que la enfrentará al empresario
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Madrid
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Iniciar sesiónLa no compra de Twitter por parte de Elon Musk le está saliendo muy cara a la red social. Después de que el magnate compartiese su decisión de romper el acuerdo, de 41.000 millones de euros, el valor de las acciones de ... la tecnológica se han desplomado.
Primero, el pasado viernes, cuando la cotización bajó de los 38 dólares a los 36. La caída continuó ayer, superando el 11% dejando la acción de la 'app' por momentos, rondando los 32 dólares. Lejos, cada vez más, del montante que el empresario, dueño de otras compañías como Tesla o SpaceX, acordó pagar por la aplicación el pasado 25 de abril, fecha en la que se hizo público el trato.
Efectivamente, en menos de tres meses, Twitter ha perdido, aproximadamente, un tercio de su valor en bolsa. Las acciones de la compañía se dispararon el 4 de abril, momento en el que se hicieron públicos los planes de Musk de adquirir la aplicación. Entonces, el valor de la acción pasó de los 39 dólares a los 50. El pico llegó con el acuerdo, el 25 de abril, cuando se alcanzaron los 51,70 dólares.
La caída arrancó apenas un par de semanas después, cuando Musk comenzó a sembrar dudas sobre la adquisición debido a a la prevalencia de cuentas falsas en la red social. De los 45 dólares por acción del jueves 12 de mayo se pasó a 37,39 el lunes 16 del mismo mes. Y de ahí, hasta la sangría del lunes.
Mientras, la red social sigue empeñada en que se cumpla el acuerdo, sin que se rebaje ni un dólar del montante total, al empresario las cuentas no le salen. Y cada vez menos.
Pase lo que pase en los próximos meses, digan los tribunales lo que digan, lo que ya es un hecho es que Musk ha conseguido dejar Twitter en una situación económica más comprometida de la que tenía en el momento en el que comenzó a amenazar con adquirirla. Por entonces, la 'app' tampoco se encontraba entre las herramienta más rentable dentro del competitivo campo de las redes sociales. Pero vamos, ni de lejos.
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Durante los nueves años que Twitter lleva operando como compañía pública ha registrado pérdidas en siete. Y si los tribunales no lo remedian, atendiendo a las perspectivas, todo indica que 2022 se convertirá en el octavo.
«Su compromiso (el de Musk) con Twitter ha afectado gravemente a la empresa», expresó Jason Goldman, miembro del equipo fundador de Twitter, en declaraciones recogidas por el medio estadounidense 'Wired'. «Los empleados, los anunciantes y el mercado en general no pueden tener convicción en una empresa cuyo camino es desconocido y que ahora irá a los tribunales para completar una transacción con un actor de mala fe».
La sangría podría continuar
Efectivamente, la no compra por parte de Elon Musk, sumada a las dudas que despierta el trabajo de la empresa a la hora de combatir el número de bots y cuentas falsas y la mala imagen proyectada durante los últimos meses, amenaza con acentuar en el corto plazo el enorme daño que están sufriendo las arcas de Twitter.
«La credibilidad de la compañía está muy dañada. Los próximos meses van a ser muy complicados. La incertidumbre es enorme y la situación puede acabar siendo dramática», apunta en conversación con ABC Fernando Checa, profesor de Comunicación en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y expertos en redes sociales.
Más, teniendo en cuenta, que la compañía piensa mandar al magnate a los tribunales. Allí es esperable que tenga que compartir más información respecto al número real de cuentas maliciosas que pululan por su interior, y que la empresa cifra por debajo del 5% del total. Algo que Musk, según afirma, no se cree.
«Hay un número mayor, sin duda», apunta Checa. «Sin embargo, lo de utilizar la excusa de los bots para paralizar la compra no deja de ser un movimiento extraño. Él debía haberlo pensado antes y haberlo valorado detenidamente», prosigue.
Una compañía «en declive»
Cuando se anunció el movimiento, los expertos en redes sociales encontraban problemas a la hora de justificar el desembolso en una red social como Twitter. En las semanas posteriores al acuerdo, medios de comunicación estadounidenses, como 'The New York Times', apuntaron que el plan de Musk para hacerse con el control de la plataforma había nacido de la absoluta improvisación. El magnate no había contado con el consejo de nadie más allá de un reducidísimo grupo conformado por no más de diez personas que, además, suelen estar siempre de acuerdo con su opinión.
La posibilidad de que la difícil situación económica actual, sumada a las previsiones para el futuro de Musk y a la delicada situación en la que se encuentra Twitter, en concreto, podrían haber provocado que el magnate haya terminado optando por intentar romper el acuerdo. O, en el peor de los casos, por intentar renegociar el precio de venta; algo a lo que la red social puede estar algo más abierta en el futuro si los costes del juicio y el daño a su imagen se incrementan.
Los abogados del empresario ya dejaron caer que las «perspectivas comerciales y financieras en declive de la compañía», haciendo referencia a Twitter, podría darle a Musk una segunda razón de peso para rescindir el acuerdo de fusión.
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