Quién sigue a quién: así es el enmarañado entramado de las relaciones entre partidos en Twitter

«Es común que los CEOs de diferentes empresas de un mismo sector se sigan entre ellos como una suerte de respeto profesional y fuente de información», señala Jose Blanco Oliver , fundador de Trendinalia.com , empresa dedicada al estudio de tendencias en redes sociales.

Sin embargo, asegura Blanco, en la política española no sucede lo mismo. Así se observa cómo, por poner algunos ejemplos, el líder de VOX, Santiago Abascal , de todos los dirigentes de partidos nacionales, sólo sigue en Twitter a Pablo Casado o que a Albert Rivera no le interesa lo que Pablo Echenique o Irene Montero puedan decir en la red social, pese a que esta última sí es su ‘ follower ’.

«Estratégicamente hablando es un error, hoy por hoy Twitter se ha convertido en el mayor canal de comunicación del electorado , pero también una de las mejores maneras de conocer a la competencia », subraya Blanco.

En este sentido, el analista ha desarrollado una serie de representaciones gráficas - grafos - que permiten descubrir los entramados más profundos en las relaciones de los distintos partidos, organismos, medios, asociaciones, periodistas y líderes de opinión. Así, la imagen superior muestra cómo se seguían entre sí algo más de dos mil cuentas en el momento en el que Pedro Sánchez anunció las elecciones generales para el 28 de abril.

«Hay datos curiosos como el hecho de que cuentas institucionales como @desdelaMoncloa interior o congreso, pese a ser comunes a todos, las siguen sobre todo partidos de derecha», comenta Blanco. « Los extremos del grafo muestran las cuentas entre las que no existe relación alguna , por ejemplo, entre Ada Colau y el PP Andaluz».

Para la elaboración del grafo, el equipo de Trendinalia llevó a cabo un arduo proceso manual de recorrer todas las listas de los distintos partidos y buscar sus cuentas en Twitter. Una vez completaron la tarea, de manera automática se fueron estudiando cómo se relacionaban entre ellas y las interacciones que existían entre estas y otras cuentas , así se pudo llegar a las más de 2000 que componen la representación.

« El tamaño con el que aparece cada cuenta (nodo) es importante porque es una muestra de su autoridad, es decir, la cantidad de páginas que la enlazan y la cantidad y calidad de nodos que se conectan con ese en particular», explica Blanco. «En este sentido, el primer político en aparecer es Pedro Sánchez , por detrás está Mariano Rajoy, Pablo Iglesias, Albert Rivera o Manuela Carmena ».

El grafo muestra además cuatro bloques (pintados en diferentes colores) que ilustran el grupo de cuentas afines en función de los perfiles que siguen en Twitter y que se denominan «cluster». En el primero (en azul), se hallan representantes del Partido Popular además de periodistas y medios como ABC , La Razón , Herman Tertsch o Paco Marhuenda .

El segundo grupo aglutina a cuentas de izquierda afines a Pablo Iglesias , su partido y aliados presentes o pasados como Íñigo Errejón , Alberto Garzón o Manuela Carmena . También aparecen perfiles personales –o institucionales– catalanes como Ada Colau , Gabriel Rufián o Xavier Domènech .

Entres los periodistas y medios más afines a este grupo se encuentran Ignacio Escolar , eldiario.es, Público , Jordi Évole … muchos de ellos también en la frontera con el grupo del Partido Socialista.

En lo que se refiere al PSOE, las cuentas de políticos con más peso serían la del actual presidente, Pedro Sánchez , Alfredo Pérez Rubalcaba , Susana Díaz , Miquel Iceta … Mientras que la lista de periodistas y medios asociada la encabeza Ana Pastor , seguida por la Cadena SER , Julia Otero o Fernando Garea entre otros.

El grafo finaliza con el grupo de Albert Rivera y Ciudadanos , donde destacan cuentas como la de Inés Arrimadas , Begoña Villacís o Toni Cantó . En este caso, la lista de periodistas y medios afines, teniendo en cuenta los perfiles que los siguen, se encuentran El País y El Confidencial , en el límite con el PSOE. También aparecen Arturo Pérez-Reverte o Josef Ajram .

El analista ha realizado también un estudio pormenorizado de las cuentas de los líderes de los principales partidos. El examen, elaborado el 18 de febrero, mostraba como Pablo Iglesias, con 2,26 millones de seguidores era el más popular en la red, por detrás en este orden se encontraban Albert Rivera (1,1 millones), Alberto Garzón (1,04 millones), Pedro Sánchez (982 mil), Pablo Casado (211 mil) y Santi Abascal (180 mil).

Sin embargo, este hecho no quiere decir que haya 5,75 millones de cuentas distintas de Twitter detrás de estos seis políticos, ya que como puntualiza Blanco «aunque hay usuarios que siguen en exclusiva a cualquiera de los candidatos, hay 63 combinaciones de seguimiento y encontramos 10.000 cuentas que los siguen a los seis» . De este modo, y según cálculos del fundador de Trendinalia, en total son tres millones y medio de cuentas distintas las que están detrás de estos líderes.

«Hay gente, como los periodistas, que siguen a todos, pero el ciudadano de a pie suele sentirse identificado con el político al que va a votar », apunta Blanco. «Los follows y los likes de alguna forma clasifican a la ciudadanía en función de sus intereses».

Atendiendo a estos datos, el candidato con más followers exclusivos (aquellos que no siguen a otros candidatos) es Pablo Iglesias (Podemos) con 1,2 millones de cuentas de Twitter en su haber. En segunda posición, encontramos a Albert Rivera (Ciudadanos), con 401 mil. El actual presidente, Pedro Sánchez (PSOE) ocupa la tercera posición con 252 mil seguidores exclusivos, Santiago Abascal (VOX) se cuela en la quinta posición con 66 mil y en el último puesto se encuentra Pablo Casado que atesora 52 mil seguidores exclusivos.

De este modo, en Twitter, al menos, la batalla electoral la gana la izquierda con 2,24 millones de seguidores frente a los 602 mil de la derecha .

En este aspecto, el analista recuerda que en todos los países las redes sociales cuentan con una serie de características «políticamente hablando» y que en el caso de España «son más de izquierdas».

Ante estos datos, sólo queda una pregunta: ¿Quién ganará las próximas elecciones generales?