¿Cómo demuestra un alpinista que ha coronado un ochomil?
La conquista de las cimas del mundo está llena de curiosas historias y orgullos nacionales
Un ochomil para un alpinista puede ser sinónimo de un grand slam para un tenista o un Tour de Francia para un ciclista. Pero probablemente sea mucho más que eso. Se trata del mayor reto y a la vez sueño al que puede aspirar un ... montañista de élite. Un logro excepcional que la mayoría de las veces ha traspasado los límites personales y deportivos para convertirse en un auténtico duelo entre naciones.
Existen catorce ochomiles en todo el mundo y absolutamente todos se encuentran en la cordillera del Himalaya:
Everest, de 8.848 metros, situado entre China y Nepal, coronado el 29 de mayo de 1953 por Edmund Hillary (Nueva Zelanda) y Tenzing Norgay (Nepal).
K2, de 8.611 metros, situado entre Chinay Pakistán, coronado el 31 de julio de 1954 por la expedición italiana compuesta por Achille Compagnoni y Lino Lacedelli.
Kanchenjunga, de 8.586 metros, situado entre India y Nepal, coronado el 25 de mayo de 1955 por la expedición británica compuesta por George Band y Joe Brown.
Lhotse, de 8.516 metros, situado entre Chinay Nepal, coronado el 18 de mayo de 1956 por la expedición suiza compuesta por Fritz Luchsinger y Ernst Reiss.
Makalu, de 8.463 metros, situado entre China y Nepal, coronado el 15 de mayo de 1955 por Jean la expedición francesa compuesta por Couzy y Lionel Terray.
Cho Oyu, de 8.201 metros, situado entre China y Nepal, coronado el 19 de octubre de1954 Joseph Joechler (Austria), Pasang Dawa Lama (Nepal) y Herbert Tichy (Austria).
Dhaulagiri, de 8.167 metros, situado en Nepal, coronado el 13 de mayo de 1960 por Kurt Diemberger (Austria), Peter Diener (Alemania), Nawang Dorje (Nepal), Nima Dorje (Nepal), Ernst Forrer (Suiza) y Albin Schelbert (Austria).
Manaslu, de 8.163 metros, situado en Nepal, coronado el 9 de mayo de 1956 por Toshia Imanishi (Japón) y Gyalzen Norbu (Nepal).
Nanga Parbat, de 8.125 metros, situado en Pakistán, coronado el 3 de julio de 1953 por Hermann Buhl (Austria).
Annapurna, de 8.091 metros, situado en Nepal, coronado el 3 de junio de 1950 por la expedición francesa compuesta por Maurice Herzog y Louis Lachenal.
Gasherbrum I, de 8.068 metros, situado entre China y Pakistán, coronado el 5 de julio de 1958 por la expedición estadounidense compuesta por Andrew Kauffmany Pete Schoening.
Broad Peak, de 8.047 metros, situado entre China y Pakistán, coronado el 9 de junio de 1957 por la expedición austriaca compuesta por Hermann Buhl, Kurt Diemberger, Marcus Schmuck y Fritz Wintersteller.
Gasherbrum II, de 8.035 metros, situado entre China y Pakistán, coronado el 8 de julio de 1956 por la expedición austricada compuesta por Josef Larch, Fritz Moravec y Hans Willenpart.
Shisha Pangma, de 8.027 metros, situado en China, coronado el 2 de mayo de 1964 por la expedición China, compuesta por Hsu Ching, Chang Chun-yen, Wang Fu-zhou, Chen San, Cheng Tien-liang, Wu Tsung-yue, Sodnam Doji, Migmar Trashi, Doji y Yonte.
Desde entonces,el resto de alpinistas que han llegado al Himalaya han tratado de superar las hazañas ya realizadas ascendiendo por vías más complejas, eliminando las ayudas artificiales como el oxígeno, realizando ascensiones invernales o siendo los primeros en ascender las 14 cimas de más de 8000.
De hecho, la primera persona en completar la ascensión a los catorce ochomiles fue el italiano Reinhold Messner, haciendo su última cima en 1986 y lo mejor de todo, sin utilizar oxígeno en ninguna de sus ascensiones. Un año después, el polaco Jerzy Kukuczka fue el segundo en lograrlo y así hasta hace dos días, momento en el que sólo diecinueve alpinistas, todos hombres, habían conseguido escalar las 14 montañas más altas del planeta. A ese selecto grupo aspiraban a entrar dos mujeres, la surcoreana Oh Eun-sun y la española Edurne Pasabán; ambas pugnaban durante los últimos meses en un vertiginoso duelo por conseguir ser la primera mujer en conseguirlo.
Finalmente ha sido la surcoreana, la encargada de entrar en los anales de la historia, no sin cierta polémica . Oh Eun Sun ha coronado el Annapurna aprovechando el buen tiempo y ganando la batalla a nuestra querida e incansable Edurne , a quien todavía le queda el Shisha Pangma. Pero según los sherpas consultados por el equipo de la española, la coreana no llegó a la cima del Kangchenjunga (uno de sus ochomiles anteriores) y hasta llego a admitir que las fotografías no fueron tomadas en lo más alto, ya que las condiciones eran malísimas.
Llegado este punto, nos parece adecuado recuperar una excelente anotación del blog "Desequilibros" que explica las rivalidades y disputas que siempre han existido entre las expediciones de distintos países y los habituales desencuentros que han surgido a la hora de demostrar que sus alpinistas habían coronado realmente las cimas. El ejemplo de la historia del trípode que hay en la cima del Everest es de lo más clarificador:
En 1960, tras la segunda Guerra Mundial, China organizó una ambiciosa expedición que coronó el Everest por su cara más difícil, la norte. Sin embargo muchos medios internacionales dudaron de la veracidad de la hazaña argumentando la nula tradición himalayística, la falta de fotografías o que lo hicieran con nocturnidad...y alevosía. Nada se pudo hacer para frenar el orgullo Chino, que en un intento de despejar cualquier duda, volvió a la carga quince años más tarde organizando una descomunal expedición cuyo objetivo principal era establecer la medición más exacta de la altura del pico jamás realizada. Para demostrar fehacientemente que habían estado allí, dejaron un objeto, un trípode, que los siguientes alpinistas en conseguir hacer cima encontrarían.
Así es como en 1980, un solitario y sin oxígeno Reinhold Messner (que os hemos presentado unos párrafos más arriba), se encontró aquel trípode chino en el punto más alto del planeta y no dudó en autorretratarse con él.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete