El ataque a la neutralidad de internet no va (sólo) contra Google
La Comisión Europea lanzará antes del verano un debate sobre la neutralidad de Internet. El propósito: decidir si las «telefónicas» pueden cobrar un peaje a los buscadores. Sin embargo, el debate va mucho más allá de Google. Se discute sobre el modelo de internet
Dos grandes boxeadores, musculosos, gallitos -Google y las «telecos»-, pueden hacernos creer que en el ring no hay nadie más, y que el debate abierto sobre la neutralidad de internet afecta de refilón a los usuarios. Un grave error. En los periódicos y en muchas ... intervenciones de los políticos se golpea contra el saco de los buscadores sin mirar alrededor. Hace unas semanas supimos que Telefónica quiere que Google pague un peaje por el uso de internet. Este martes Bruselas anunciaba un debate sobre si Google debe pagar por usar la Red . Dos boxeadores con los guantes cubriéndose las cejas, pero con el hígado desprotegido.
Neelie Kroes, la responsable de Telecomunicaciones de la Unión Europea, reconoció en su intervención que de lo que se está hablando es de dar diferentes calidades de acceso a internet. ¿Qué significa? Para los usuarios, el fin de la Red tal como la conocemos, en la que todos los internautas y todas las empresas se mueven en las mismas condiciones. En el escenario que algunos sueñan, internet tendría el aspecto de un mapa de carreteras, con autovías, vías secundarias, autopistas de peaje... Quien pague irá más rápido, llegará antes. En ese escenario volveríamos probablemente al sistema de «plataformas» que funciona en televisión, con acceso a determinados canales y no a otros.
La semana pasada, un tribunal de Estados Unidos hizo pública una sentencia que, vista en perspectiva, puede considerarse un «aperitivo» del anuncio realizado este martes por Bruselas. Los jueces le dieron la razón a un operador de cable, Comcast, que había reducido la velocidad de los abonados que utilizaban programas p2p. Algunos analistas consideraron la sentencia un problema de formas, una victoria pírrica, y esperan que el Gobierno de Obama pueda restablecer el orden y confirmar su apuesta por un internet libre. Quizá ocurra así. Pero lo cierto es que, cada vez más con más frecuencia, en el ring se suceden los golpes contra ese concepto que a muchos quizá todavía les suena a chino: «la neutralidad de internet».
Un artículo de la revista Time bajaba el debate hace unos días a la arena práctica. «Las compañías de banda ancha -leíamos- podrían cobrar más para acceder a un sitio popular (como espn.com) o a un servicio de gran ancho de banda (como BitTorrent). O es posible que decidan permitir la entrega más rápida de un archivo frente a otro, por cualquier razón. Según ellos, son servicios privados, no utilizan ondas públicas, y pueden hacer lo que quieran con su propio cable».
¿Son temores injustificados? ¿Sobrevivirá el statu quo, el mismo internet para todos? Hace unas semanas, en una conversación larga con el máximo responsable de Google España, Javier Rodríguez Zapatero, le preguntábamos sobre este asunto. «Este es el tema central que está en discusión, la cadena de valor de internet para la sociedad, si las redes van a ser cien por cien neutrales o no».
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