12 años con WhatsApp: la aplicación que cambió la forma en la que nos comunicamos

La aplicación de mensajería ha transformado la forma en la que nos comunicamos con los demás. Pero también se ha visto envuelta en la polémica por culpa de sus nuevas políticas de privacidad

Y, de repente, WhatsApp . El 24 de febrero de 2009, cuando la mayoría todavía nos comunicábamos mediante el empleo del SMS, y los más afortunados utilizaban el sistema de mensajería de las (recordadas) Blackberry, los desarrolladores Jan Koum y Brian Acton lanzaron una ... herramienta que, con el paso de los años, se ha convertido en el medio predilecto de muchos para comunicarse con los demás. Así lo demuestran los 100.000 millones de mensajes que, en estos momentos, se vierten en la plataforma cada día. O los más de 2.000 millones de internautas con los que cuenta; 30,5 millones de los cuales son españoles .

«WhatsApp aparece en 2009 como algo extraño y diferente. También como algo gratuito, en comparación con los SMS. Con el paso de los años ha cambiado nuestras vidas en lo que se refiere al empleo de la comunicación escrita. También ha facilitado que nos comuniquemos con los demás mediante otras herramientas, como la videoconferencia, y ha cambiado la competencia en el mercado de la mensajería. A día de hoy hasta una llamada de teléfono puede resultar incómoda y esperamos un mensaje que no nos interrumpa. Ha transformado nuestra percepción de las comunicaciones», explica a ABC Ofelia Tejerina , presidenta de Asociación de Internautas y abogada especializada en temas digitales.

Para que la aplicación pudiese convertirse en el mosturo digital que es a día de hoy, el usuario tuvo que dejar de lado los viejos terminales analógicos y comenzar a abrazar los 'smartphones'. En España el empleo de esta tecnología empezó a despuntar en 2012. Según un estudio de Accenture y Ametic, gracias al desarrollo de 'apps' para 'smartphones', el número de usuarios de internet móvil en nuestro país pasó de los 11 millones de internautas en 2011 a los 19 millones un año después . Para 2013, de acuerdo, con estas dos compañías, la penetración de 'smartphones' alcanzó el 84%.

La llegada de Facebook

Mientras el 'smartphone' cobraba importancia en nuestro país, WhatsApp iba ganando funcionalidades con las que enriquecer la experiencia del internauta. En 2013 la herramienta comenzó a permitir el envío de mensajes de voz . Un año después, en 2014, el mismo en el que la herramienta comenzó a permitir las llamadas de voz , el servicio fue adquirido por Facebook a cambio de 22.000 millones de dólares. La 'app' de mensajería y la red social por antonomasia llevaban en negociaciones desde 2012. Con su entrada en el conglomerado de plataformas de Mark Zuckerberg, siguió adquiriendo funcionalidades, como la videollamadas, en 2016, o el cifrado de extremo a extremo en las conversaciones . El más seguro, de acuerdo a los expertos en ciberseguridad.

«Cuando estamos hablando de este cifrado se supone que ni el proveedor del servicio es capaz de leer los mensajes que un usuario le envía a otro», dice a este diario Lorenzo Martínez , director de la empresa informática Securízame . Es decir, cuando una persona se comunica con otra, el texto que envía se encripta automáticamente y se desencripta en el 'smartphone' del receptor. Lo que implica que, sobre el papel, estas dos personas son las únicas que tienen acceso a la información . La aplicación de mensajería desconoce completamente la información que intercambian.

Con la adquisición de WhatsApp, Acton y Koum, sus padres, comenzaron a trabajar bajo el paraguas de Facebook. Sin embargo, para mediados de 2018 ninguno de los dos permanecía en la empresa por discrepancias con la matriz. El encargado de dar el primer paso fue Acton, quien en una entrevista con ' Forbes ', apenas unos meses después de abandonar la red social, se lamentó afirmando lo siguiente sobre la transacción y los efectos que había tenido para el internauta: «Vendí la privacidad de mis usuarios a un beneficio mayor. Tomé una decisión y un compromiso. Y vivo con eso todos los días». En concreto, el desarrollador, que actualmente es director ejecutivo de la 'app' de mensajería Signal , se refería a los planes de Facebook para comenzar a emplear los datos de los usuarios para mostrarles publicidad dirigida. Algo a lo que él siempre había sido contrario.

Apenas cinco meses después Koum, que hasta entonces actuaba como director ejecutivo de WhatsApp, hizo lo propio y cogió la puerta de la salida. En ese momento Facebook se encontrada contra las cuerdas por culpa del escándalo de Cambridge Analytica , provocado por la filtración de los datos de 2.300 millones de usuarios de la red social. Este camino también terminaron recorriendo ese 2018 los cofundadores de Instagram, Kevin Systrom y Mike Krieger, aplicación que está en poder de Mark Zuckerberg desde 2012.

Publicidad y datos de los usuarios

Desde que Facebook se hizo con el control de WhatsApp ha estado buscando mecanismos para sacar el mayor beneficio económico posible de la aplicación. Acton y Koum apostaron en su momento por establecer tarifas de uso de un euro al año. Sin embargo, la red social de Mark Zuckerberg prefirió implementar la publicidad y formentar el uso de la 'app' entre las empresas. Con ese objetivo se lanzó WhatsApp Bussines en 2018; una herramienta que facilita la comunicación entre internautas y compañías.

Para este 2021, el servicio pretende mejorar la experiencia añadiendo un botón que permita a los usuarios adquirir productos directamente desde las cuentas de las empresas. Asimismo, la aplicación de mensajería anunció el pasado enero su intención de comenzar a compartir datos de los internautas con las compañías que emplean sus servicios . Algo que ha provocado que muchos usuarios hayan optado por abandonar la aplicación en favor de plataformas alternativas, como Telegram o Signal .

Cabe recordar que la nueva política de condiciones de WhatsApp, en lo que se refiere a compartir información con otras empresas, no tendrá efecto en los países de la Unión Europea. En lo que se refiere al resto del mundo, la 'app' de mensajería comenzará a enviar datos de registro de cuenta (como tu número de teléfono), de operaciones, información relacionada con el servicio, información sobre cómo interactúas con los demás (incluidas las empresas) cuando usas los servicios, e información sobre tu dispositivo móvil y la dirección IP.

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